Disponible desde el 14 de mayo en PS4, Xbox One y PC.

En una época en la que los videojuegos como servicio son más comunes, los deportes electrónicos están en pleno auge y los battle royale copan el medio, resulta alentador que empresas como Asobo Studio apuesten por el desarrollo de un videojuego puramente narrativo. Es el caso de A Plague Tale: Innocence, el último trabajo del estudio con base en Burdeos es una obra sobresaliente que consigue emocionar con su historia y entretener con sus mecánicas, ambas perfectamente construidas en armonía por un diseño que sabe esconder las costuras y realzar la narración.

Acción, exploración y sigilo ambientada en la Francia del Siglo XIV

Desarrollado para PlayStation 4, Xbox One y PC por Asobo Studio, A Plague Tale: Innocence nos sitúa en un punto crítico de la Francia del siglo XIV, justo cuando comienza a arrasar el continente la peste, la guerra de los Cien Años y la Inquisición. En este escenario, la protagonista es Amicia de Rune, una noble chica adolescente que apenas tiene relación con su hermano pequeño, Hugo, por la rara enfermedad que este padece y que le obliga a estar encerrado en su habitación. Esta situación cambia drásticamente cuando la Inquisición acude a la casa de la familia de Rune en busca de Hugo, obligando a los hermanos a escapar de su hogar y a sobrevivir en una Francia asolada por la peste.

Así, comienza una aventura –un monomito– en el que Amicia se ve obligada a asumir responsabilidades más importantes de las que corresponderían a una hermana mayor. Sin embargo, la relación prácticamente inexistente entre Amicia y Hugo hará que la tarea sea complicada en un principio, pero también muy interesante para el jugador porque la construcción y evolución de ambos personajes es notable. De hecho, resulta muy fácil conectar con Amicia y muy difícil no emocionarse a medida que se crea el vínculo afectivo entre ambos hermanos.

La transformación de Amicia

Uno de los aspectos más atractivos del juego es la transformación que sufre Amicia a lo largo de la historia y cómo una muchacha de 15 años forzada a madurar de manera repentina. Ahora la vida de Hugo depende de ella y el entorno, cada vez más hostil, no se lo pone fácil. De hecho, hay un momento concreto en la historia donde la transformación de Amicia se vuelve evidente cuando, para que Hugo sobreviva, Amicia utiliza su honda para asestar una pedrada a un enemigo, que yace inerte tras el golpe.

Amicia abrazando a Hugo.

Es en ese momento cuando el problema se vuelve visible, tanto en las expresiones de la chica como en lo que dice. Amicia comprende que para evitar que atrapen a Hugo va a tener que cometer actos que jamás hubiera pensado y que, a pesar de que están más que justificados, no dejan de ser acciones que crean conflicto emocional.

Por otra parte, hay otro tipo de transformación que es la relación que tiene con su hermano pequeño. A pesar de lo tétrico de la historia, sirve para que Amicia y Hugo establezcan una conexión que evoluciona con la narración, con sus altibajos y giros más o menos inesperados y que termina como debe. De hecho, el juego deja atisbar una influencia de esos momentos característicos de la saga Uncharted como las conversaciones opcionales –especialmente la escena de la silla en Uncharted 4– pero sin darnos a escoger la respuesta.

Las ratas, un protagonista más de la historia

Además de la Inquisición, las ratas juegan un papel fundamental en A Plague Tale: Innocence, actuando prácticamente como un coprotagonista más de la historia. En el marco de la peste negra, a lo largo de los escenarios encontramos enjambres de ratas que debemos evitar si no queremos ser devorados en cuestión de segundos. Utilizar el fuego o una fuente de luz directa para que no se acerquen a nosotros es un recurso tan básico como efectivo. Sin embargo, la dificultad –que apenas hay– viene dada por los puzles de los escenarios, en los que la gran mayoría se centran en buscar una solución para atravesar un camino infestado de ratas.

En cualquier caso, el papel de las ratas también funciona para crear un ambiente sucio, enfermizo y llegando a sentir ansiedad en varios momentos de las 10 horas –dependiendo de la habilidad del cada uno– que dura A Plague Tale: Innocence. Aunque hay que reconocer que las ratas no suelen ser los animales favoritos de las personas, salvo Remy de Ratatouille, en el juego hay un punto de inflexión en el que vemos a los roedores con otros ojos (y no puedo decir más sin hacer spoiler).

Amicia y Hugo rodeados de ratas.

Influencias

A pesar de que A Plague Tale: Innocence bebe de otros títulos, lo hace de manera sutil y aprendiendo de los errores cometidos por estos. El ejemplo más evidente es Brothers: A tale of Two Sons, en el que Josef Fares narraba un cuento sobre dos hermanos –de nuevo, uno mayor y otro pequeño– que emprenden un viaje en busca de una cura para su padre. Pero en Brothers los picos emocionales son menos elaborados o surgen de una manera más bruta, mientras que en A Plague Tale esos momentos parecen haber sido medidos al milímetro pero elaborados de manera artesanal, siendo delicados e, incluso, llegando a integrarse con los coleccionables. De esta manera, algo tan sencillo como una flor sirve para mostrar en pantalla la relación entre ambos hermanos cuando Hugo la coloca en el pelo de Amicia y esta le devuelve una caricia.

Por otra parte, a nivel de mecánicas la influencia de The Last of Us es más que obvia. Amicia cuenta con una honda que tendremos que mejorar a medida que avanzamos en la historia para, así, poder derribar a soldados con casco, encender pequeñas hogueras o atraer a las ratas a un punto concreto. La mejora de la honda se realiza mediante mesas de crafteo que encontramos en determinadas áreas y momentos de la narración. Evidentemente, necesitamos encontrar los materiales con los que perfeccionar nuestra arma, aunque el sistema no resulta tan engorroso como en el juego de Naughty Dog.

Por último, la influencia de Ico se ve claramente en la manera de movernos con los personajes. Amicia y Hugo deben ir de la mano prácticamente a todas partes, pero si en Ico teníamos que mantener pulsado un botón, en A Plague Tale: Innocence la mecánica es más sencilla y basta con una pulsación para coger de la mano al pequeño Hugo. En cualquier caso, el vínculo entre los hermanos funciona igual y se ve reforzado por la propia narración, ya que si nos alejamos demasiado de Hugo se pondrá nervioso y gritará, alertando a los enemigos cercanos.

Amicia y Hugo cogidos de la mano.

El arte de la campiña francesa con música de Olivier Deriviere

Pero si hay algo indiscutible sobre este título es lo mucho que consigue con pocos recursos. La recreación de una Francia medieval de 1349 está hecha prestando atención al detalle con mucho mimo. Precisamente por esto resulta muy fácil querer explorar los escenarios y detenerse en más de una ocasión a contemplar paisajes de postal que podemos inmortalizar con el modo foto. La dirección de arte es sublime y consigue que haya momentos donde parece un juego triple A, pero no lo es y eso hace que el resultado final tenga todavía más mérito.

Toda la ambientación, personajes, momentos tensos y contemplativos no funcionarían igual de bien de no ser por la excelente banda sonora de Olivier Deriviere, predominando instrumentos de cuerda y utilizando el violín para transmitir todas esas emociones.

A Plague Tale: Innocence no es perfecto, pero casi. Tiene tan claro lo que quiere contar que no duda en hacerlo sin miramientos, sin pretender ser algo que no es. Todas las ideas las ejecuta con éxito y, por eso, las pocas cosas que fallan se pasan por alto con mucha facilidad. Por todo lo anterior no me da miedo afirmar que acabará en las listas y top 5 de los mejores juegos del año 2019 porque, en la mía, ya lo está.

Amicia en el bosque.

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