Noches del Sacromonte
La lección más dura para un hijo
El infante despreocupado que ahora admira como un Adán atónito ante la realidad recién estrenada y la pequeña Eva que crece entre los algodones del cuidado paterno-matriarcal,-la niña de...
Noches del Sacromonte
Recupere la inocencia por el bien de todos
En contra de quien piensa mal –pesimamente mal- que la inocencia, una vez perdida no puede recuperarse, debe volver cuanto antes al lugar donde...
Noches del Sacromonte
Por fortuna, la nostalgia no se cura
Quien trate de arrancarse la nostalgia, lo tiene crudo, dicho así para entendernos. Porque la nostalgia es el último reducto por el que el...
Noches del Sacromonte
Papa Francisco, el centrocampista incomprendido
Jorge Mario Bergoglio eligió el nombre de Francisco con un tino que sólo se comprende desde su proceder insistente en “salir a las periferias”,...
Noches del Sacromonte
Los aranceles de mi corazón
A medida que me hago grande, más me divierten las explosiones de júbilo o llanto que provocan los protagonistas de la actualidad política, cuando...
Noches del Sacromonte
Resucitar es más que recomendable
De mi eterno devenir entre Granada y la capital, no sólo he guardado fatigas sino que, a fuerza de observar el paisaje de ida...
La columna
La coquetería occidental salvará al mundo
Me permito parafrasear al gran Dostoievski para sentenciar mi profecía. Al tiempo; sólo hace falta un poco de tiempo y de paciencia para callar...
La columna
No se ausenten de la vida real
Ustedes verán, porque la última decisión siempre la tiene el lector, aunque para mí no los conciba nada más y nada menos que como...
La columna
Un cuento para padres asustados con sus hijos
Érase una vez un latido en la más íntima profundidad. Un latido inesperado como respuesta a la afilada intuición de la mujer. Un latido...
La columna
Huya del formalismo, sin contemplaciones
Donde oiga hablar demasiado alto de orgullo y superioridad moral es, seguro, que lo quieren engatusar con algún relato carente de trazas objetivas. Donde...
Noches del Sacromonte
No hay adoctrinadores sin adoctrinados
Para gracia de unos y desgracia de muchos, siempre habrá un propagandista con su público fiel y asegurado: un pobre desgraciado que no busca...