La reputada directora escénica Carlota Ferrer dirige la obra Los nadadores diurnos (Salón de belleza), que presenta un texto existencialista del dramaturgo José Manuel Mora. La podemos ver en Naves del Español-Matadero Madrid.
El madrileño espacio Naves del Español en Matadero alberga, en la Sala Max Aub, la representación de un montaje dirigido por Carlota Ferrer con texto y dramaturgia de José Manuel Mora.
El montaje se desarrolla en un salón de belleza regentado por el hijo de Jean G., fundador de la Orden de Los Nadadores Nocturnos, que es el niño con el que finalizaba la función de Los nadadores en Matadero y que sobrevivió al ataque final e incendio de la Orden.
En este salón de belleza se encuentran, por un lado, con la intrahistoria de ese niño, con el intento de concepción real de un hijo biológico y natural −con múltiples avatares médico-logísticos propios de una screwball comedy− por parte del autor de la pieza y su traductora al alemán; y, por otro lado, con la vida de todos los personajes que acuden a este decimonónico salón de belleza en busca de la liberación de viejos dolores y para prepararse para cruzar el umbral. Una obra donde destaca el humor negro, los chismes y cotilleos o la prensa del corazón, entre otros temas.
Salón de belleza mantiene en cierta forma la idea original de Los nadadores, presenta fragmentos y trozos de vida de varios personajes que no logran encajar en las exigencias de nuestra sociedad y que, de alguna manera, se muestran como los residuos de nuestro propio sistema. Pero, en este caso, estos personajes se encuentran en un salón de belleza donde estos personajes ajustan cuentas consigo mismos y se preparan física y moralmente para cruzar la orilla.
Este salón de belleza sirve a modo de spa para aquellos que ya están cansados del mundo y saben que no hay nada más importante que los cuidados compartidos y un lugar donde refugiarse.
La podemos ver en el madrileño espacio Naves del Español-Matadero Madrid, del 8 de febrero, al 5 de marzo.
