Pepe Caldas: la vida itinerante del creador de la Taberna Puerto Lagasca

A Pepe Caldas uno lo puede encontrar a ambos lados de la barra de la Taberna Los Gallos, o entre la cocina y la sala de la Taberna Puerto Lagasca. Es un gran conversador, un anfitrión que desgrana su vida ante el micrófono, sentados los dos, él y yo, en una mesa de la primera planta de su restaurante en el callejón de Puigcerdá, a unos pasos de la plaza de Colón de Madrid. Si todo el mundo, cada persona, tiene una posible entrevista, Pepe tiene una gran entrevista. Su primera alusión a las tabernas la encontramos en la historia de su abuelo, que creó La Oficina, el lugar desde el que muchos volvían a casa alegres y entusiastas. Llamarle a un bar La Oficina es una coña genial.

¿De dónde le viene a uno la vocación? ¿Cuándo se dio cuenta Pepe Caldas de que su mundo eran las tabernas? Dos mejor que una. ¿Qué terminaremos siendo en esta vida? Hay personas que pasan las décadas haciendo lo mismo, a las mismas horas, con el mismo peinado, con exactamente el mismo grado de pasión. Son los milimetrados. Han sido escogidos para reiterar las mismas tareas con precisión. En esa exactitud encuentran una felicidad estable, duradera: la reiteración les concede un placer para otros desconocido.

Pepe Caldas es de otra pasta. Acostumbrado desde joven a viajar por el mundo, dueño de ese pasaporte que dan los idiomas, enseguida se dio cuenta de que el mundo es mucho más pequeño del que describen los mapas. Los veranos era Alemania o el Reino Unido. Probó joven la libertad de Berkeley, universidad que está a dos pasos de unas calles en las que puedes fumar marihuana desde hace décadas, mientras contemplas los retratos que cuelgan de los premios Nobel que han salido de sus facultades.

Pepe estudió primero Farmacia, luego óptica. Se metió en el mundo de las lentes de contacto, más tarde en el cine. No tenía olfato sociológico para saber qué películas van a triunfar en taquilla. Se enamoraba de una historia, la compraba y luego la veían cuatro. En el cine de al lado triunfaba un bodrio barato. Dejó el cine para crear tabernas. Y encontró su lugar en el mundo.

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Alfredo Urdaci
Alfredo Urdaci
Nacido en Pamplona en 1959. Estudié Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra. Premio fin de Carrera 1983. Estudié Filosofía en la Complutense. He trabajado en Diario 16, Radio Nacional de España y TVE. He publicado algunos libros y me gusta escribir sobre los libros que he leído, la música que he escuchado, las cosas que veo, y los restaurantes que he descubierto. Sin más pretensión que compartir la vida buena.

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