‘Te espero en el fin del mundo’ la libertad de decidir

Te espero en el fin del mundo – Andrea Longarela – Crossbooks editorial – 16.95€ – 557 páginas

La amistad y el amor puede que estén en sintonía. Así lo hace Andrea Longarela en Te espero en el fin del mundo, una novela romántica que aboga por la libertad de decidir, de ser libres y de intentar ser feliz. Una historia perfecta, llena de pequeños momentos de magia, cargados de sentimientos entrañables. Es de esas que no quieres que acaben nunca. La historia que narra nos hace ver que la fama no es el éxito, y que la felicidad se compone de pequeñas vivencias imposibles de destruir en el tiempo. Una historia conmovedora difícil de olvidar

Sinopsis inicial

Levi tenía diez años cuando conoció a Violet. Ella tenía dos años menos pero por la vitalidad y la forma de ser de ella, parecía que tuviera alguno más. Nadie quedaba exento de hablar de aquella niña que acababa de llegar a la pequeña localidad de Whitefish. Vestía de forma estrafalaria, y así sería durante varios años, Violet no iba a la moda. Eso nunca le importó: ella tenía su propio estilo; ella dictaba su propia moda.

Levi la vio durante la celebración de un funeral, exactamente él no sabía qué hacía allí pero acudió junto al resto de su familia. Fue en ese lugar donde le darían un consejo que no olvidaría jamás, aunque en ese momento no captara toda su esencia. La primera conversación entre ambos fue debido a su vestimenta, él pensaba que era un disfraz pero ella toda audaz le respondió que no era así, que algún día ella se convertiría en diseñadora y crearía tendencia con modelos como el de aquella ocasión, y no sabe el por qué la creyó supo desde el primer momento que ella se iría en cuanto pudiera de aquel pequeño lugar porque el mundo debía conocer a aquel ser tan especial.

Portada de 'Te espero en el fin del mundo' de Andrea Longarela
Portada de ‘Te espero en el fin del mundo’ de Andrea Longarela

En el momento de esa primera charla le preguntó que qué hacía y ella le respondió que estaba construyendo un bastón, él no lo entendió y es que no estaba coja pero según ella de eso trataba la moda. Sin saber muy bien cómo, al final fue él quien le hizo el bastón, un primer regalo que guardaría para siempre. Con el tiempo, la gente seguía juzgando a Violet o Vi como él la llamaba por su actitud incorregible o por ser hija del borracho del pueblo, eso lejos de espantarla la hacía más auténtica pero no todos miraban a Violet con los ojos de Levi.

El tiempo y la distancia

Cada día la amistad entre ellos iba creciendo, dejaron atrás los juegos de infancia para recorrer el bosque y las montañas que conformaban ese lugar. El primer beso llegó de forma repentina, y aunque se les hacía raro llegar a ser algo más, la sinergia entre ambos era tan evidente que aquello que a ellos les resultaba extraña se barruntaba entre todo el pueblo desde que se conocieron. El tándem entre ambos era envidiable, se admiraban y querían sin prejuicio, formaban algo único que sabían que llegaría a su fin en el momento que ella cumpliera la mayoría de edad.

Tras cumplir los dieciocho, ella abandonó aquel pequeño pueblo de Montana para ser feliz, para buscar una profesión que le atrajese, el único inconveniente de aquel viaje era dejar atrás a Levi, a su chico de las preguntas. Él nunca le pidió que se quedara y ella nunca le invitó a acompañarla, ahora vivirían sus vidas sin el otro al lado, una sensación rara y a veces desoladora porque se echaban de menos pero debían encontrar cada uno su camino, y el de él estaba en aquel lugar donde alguna vez fueron felices.

El tiempo es el que marca esta historia y es que la inocente Violet, llegó a convertirse en alguien de mucho éxito a nivel internacional, donde se conocería bajo el seudónimo de Vida Rose pero pese a esa actitud de chica triunfadora y de éxito se escondía Vi, la chica que abandonó su lugar natal por un sueño, el cual cumpliría en su mayor parte porque necesitaba de Levi para completarlo, sin embargo, la vida de él también había cambiado, porque aunque nunca hubiera salido de aquel lugar, sí que había experimentado cambios para intentar paliar la pena que tenía por no ver a diario a su alma gemela.

Mi opinión personal

Te espero en el fin del mundo es la primera novela que leo de la autora pero no la última, ya en privado le di las gracias por esta historia pero lo vuelvo a reiterar. Es una novela preciosa, llena de emoción y con unos personajes inolvidables. Cada capítulo es narrado desde el punto de vista de uno de los protagonistas, ambos cuentan cómo viven la historia, siendo el tiempo uno de los principales ejes que lo vertebran, y es que los conoceremos desde la infancia hasta una etapa más adulta.

Andrea Longarela, autora de Te espero en el fin del mundo
Andrea Longarela, autora de Te espero en el fin del mundo

Es una novela de amor romántico pero no tóxico, ambos ven en el otro la mejor versión de ellos pero ven cómo le mundo se da cuenta con el tiempo. Ninguno de los dos renuncia sus sueños, ni obligan al otro a hacerlo. Creen en su amor, en su amistad y aunque han vivido su historia en una burbuja quedaba patente su vínculo cada vez que se veían. Me ha transmitido mucho, he sentido pena, alegría, emoción y sentimiento en cada capítulo. Me ha parecido una novela maravillosa, llena de seres singulares y con un mensaje de esperanza y positivismo.

La historia en mayor medida cuenta la historia de Levi y Vi, pero también los acompañan en ese viaje el padre de ella, los amigos de él y los integrantes de la nueva vida de Violet tras dejar su pueblo. Cada uno de ellos aporta un nuevo clima a la novela y te hace ver la influencia qué tienen en los personajes. Para mí ha sido todo un acierto el momento escogido para leerlo, y es que sin duda lo incluiré en mis mejores lecturas del año y lo recomendaré especialmente a todo aquel que quiera una novela llena de sueños, optimismo y amor.

El único inconveniente será saber decidir qué escojo tras esta lectura porque he tenido una experiencia tan buena que no me importaría volver a leerla de nuevo.

Otras novelas que te podrían gustar son: Nosotros en la luna, Hay momentos deberían ser eternos o Tan cerca del horizonte

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Laura Rodríguez Durán
Laura Rodríguez Durán
Maestra de vocación y profesión a la que le encanta la literatura y poder compartir su afición con los demás a través de reseñas.

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