El director teatral Eduardo Vasco (Espejo de víctima, La ruta de Don Quijote o El caballero de Olmedo) vuelve al teatro del Siglo de Oro con una adaptación de Yolanda Pallín sobre el drama de honor Peribáñez y el Comendador de Ocaña, de Lope de Vega.
El drama histórico del Siglo de Oro Peribáñez y el Comendador de Ocaña es una de las grandes piezas de este género junto con Fuenteovejuna, del propio Lope, La dama del olivar, de Tirso de Molina, o El alcalde de Zalamea, de Calderón de la Barca. En ella el protagonista, Peribáñez, como en El lazarillo de Tormes, supera la condición cómica de su personaje para entrar de lleno en la pura tragedia.
Su historia narra cómo Peribáñez se casa con Casilda y en la celebración de su boda un toro cornea al comendador. Casilda se encarga de cuidarlo y éste se enamora de ella. Peribáñez se percata de la situación cuando el comendador va habitualmente a visitar a Casilda e intenta ser cortés con él para ganarse su confianza.
Por otro lado, el comendador invita a Peribáñez a unirse al ejército cristiano contra los moros y éste decide aceptar ir a Toledo junto con una gran hueste de soldados. Pero sospechando que intentará conquistar a Casilda en su ausencia, vuelve y se esconde en su casa. De este modo, descubre cómo el comendador pretende seducir a su esposa y ésta se niega. Peribáñez se enfrenta al noble y le hiere, provocando un problema de difícil resolución.
De esta manera, el Fénix de los Ingenios (qué así se conoce a Lope de Vega) propone una visión de cómo un pobre villano, un labrador, puede plantar cara a los poderosos, no cediendo ante los abusos y luchando por su dignidad personal hasta las últimas consecuencias. Algo impensable para la época…Un montaje absolutamente delicioso con unos actores perfectos para sus respectivos papeles. Y, en cualquier caso, un clásico imprescindible.
La podemos ver, en el madrileño Teatro Fernán Gómez, hasta el próximo día 27.
