Hoy el día se levanta triste para las letras y es que nos deja Carlos Ruiz Zafón, uno de los mejores escritores españoles de los últimos años, a los 55 años de edad y aunque nunca más volveremos a tener una nueva novela entre nuestras manos siempre podremos regresar a él a través de su legado entre los que destacan La sombra del viento o Marina. Sin duda un día demoledor para los lectores y amigos de los libros.
Carlos Ruiz Zafón, el gran genio
Qué raro se hace escribir algo en pasado, con el miedo de saber que nunca más volverás a tener la ilusión de conocer una de sus obras que tan felices nos ha hecho. Por ello a modo de resumen y de homenaje escribo este post sobre uno de los escritores más significativos del último siglo.
Carlos Ruiz Zafón empezó su aventura editorial en 1993 con El Príncipe de la niebla, con ella ya se consagró como una promesa literaria obteniendo además el Premio Edebé. Esta novela con tinte de misterio fue toda una revolución para la literatura juvenil, hecho muy significativo si aludimos que en este tramo de edad es donde menos se lee.
Pero tras esa publicación llegó El palacio de la medianoche y Luces de Septiembre, estas tres novelas forman parte de la conocida como Trilogía de la niebla. Cada una de ellas son independientes pero debido a su estilo narrativo y a la ambientación de las obras decidieron recapitularlas en un mismo pack. Estos libros siguen siendo aun marcando tendencia y están incluidos en la lista de los libros más importantes de la literatura juvenil.
Zafón siguió escribiendo y con ello llegó Marina, la que es sin duda una de sus novelas más personales. Ella también dirigida al público juvenil pero con un trasfondo tan auténtico que es difícil de clasificar. Marina es de esas novelas que debes devorar y releer con frecuencia y es que siempre encuentras algo más que no sabías del propio autor, y es que con él no hay libro difícil de leer porque todo era puro espectáculo.
El cementerio de los libros olvidados
Tan solo leer el título hace que el corazón se te encoja y es que dudo que haya mucha gente que no haya oído hablar de La sombra del viento, no es una novela como tal, es la novela por excelencia. Se publicó en 2001 y desde entonces no ha dejado de tener adeptos, con él hay mucha gente que se sumergió en la literatura y vio lo bonito que es este mundo. Además gracias a ella obtuvo números premios y reconocimientos a nivel mundial.
La historia de ese libro nos presenta a Daniel Sempere ese niño que acude con su padre al cementerio de los libros olvidados y quien descubre que los libros guardan en su interior vida. Este es sin duda el principio de una historia que por desgracia ha tenido fin pero que permanecerá con nosotros de forma eterna. Tras la publicación de este libro tuvimos que esperar varios años ( 7 para ser más exactos), para que supiéramos más de Los Sempere y de Fermín. Con El juego del ángel volvimos más a esa magia que tenía él en sus narraciones y es que nos daba consejos y frases memorables mientras te ibas adentrando en el interior de sus páginas.
Pero la historia no termina ahí, nos siguió sorprendiendo tan solo tres años más tardes con la publicación de El prisionero del cielo, aquí la familia Sempere se echó a un lado y conocimos a Fermín, ese fiel amigo de ellos al que conocieron de casualidad y ya nunca más pudieron echar de sus vidas. Quizás para mí junto a la primera entrega sea el mejor, ahí nos dejó más la esencia de él, una historia llena de adversidades donde todo tenía cabida.
Y tuvimos que esperar 15 años para el desenlace de la tetralogía, ya en 2016 llegó la que sería la última novela de Carlos Ruiz Zafón El laberinto de los espíritus, con ella ponía fin a la que sería una de esas historias eternas que se guardan para siempre en nuestro interior. En ella volvimos a vivir la magia de la lectura y a reencontrarnos con viejos personajes a los que ya añoramos y además vimos como era nuestro Daniel en la actualidad, y es que ya no es ese niño que conocimos años atrás.
Gracias Carlos Ruiz Zafón
Simplemente gracias Carlos, por permitirnos y hablo en plural de hacernos partícipes de tu mundo. Nunca pensé que el fin de El cementerio de los libros olvidados sería el fin de tus libros y es que estábamos esperando con ansias algo más tuyo porque no importa el tiempo que tuviéramos que esperar y es que sabíamos que tus novelas merecían la pena, te llevas contigo parte de la vida lectora de muchas personas pero nos dejas un gran legado literario, gracias y hasta siempre.
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