Este SUV premium de hasta 7 plazas viene preparado para entrar a vivir. ¿Premium? Así es, por todo lo que nos ofrece una marca como Mazda en un coche como este.
Es posible que relacionemos la palabra premium con algo caro. Desde mi punto de vista, algo caro es todo aquello que cuesta más de lo que vale. Y desde este mismo punto de vista, algo premium es todo aquello que te ofrece más sin pedir más de lo que vale. Casi un sinónimo de serendipia. Casi.
Y precisamente serendipia es la palabra que se me viene a la cabeza cada vez que me subo en un Mazda. Y es que esta gente hace coches muy buenos. Fiables como casi nadie; y aunque parece que no te va a sorprender, esta marca siempre sorprende y siempre marca el camino, desde un segundo plano, pero siempre marcando camino.
Entendamos serendipia como un hallazgo valioso que se produce de manera casual. Ese algo que encontramos supera nuestras expectativas. Pues bien, yo estoy convencido, de que algo parecido es lo que le ocurre a mucha gente que conduce un Mazda. ¿Pensabas en Mazda a la hora de buscar un nuevo coche? Posiblemente no, pero si tienes la suerte de encontrarte con uno, es posible que dejes de buscar y que solo lo cambies por un nuevo modelo de la misma marca.
Pero bueno, hablemos del CX-80, un gran coche de gran tamaño en el que caben hasta siete personas. Hemos probado la versión híbrida enchufable. Y ya te digo yo que si necesitas espacio, confort, lujo y disfrute, este coche debería estar en tu garaje. Tiene un consumo muy contenido y etiqueta CERO que te permite circular y aparcar en la calle, donde quepas, gratis.
La motorización híbrida enchufable del CX-80 combina un motor eléctrico y uno de gasolina para ofrecer 327 CV y una autonomía eléctrica de hasta 61 kilómetros. Ideal tanto para trayectos urbanos como para viajes largos, ya que esta combinación asegura un consumo eficiente y una experiencia de conducción fluida, confortable, silenciosa y muy premium.
EL motor atmosférico, de 2.5 litros, ofrece casi 200 caballos, y es capaz de mover este coche con solvencia. Además, tiene otro motor eléctrico que da soporte a todo el sistema y nos permite circular en modo eléctrico durante parte del trayecto, buena parte si hablamos de desplazamientos cortos, que suelen ser casi todos los que hacemos. En este modo, podemos estar por debajo de los dos litros por cada cien kilómetros. Si nos escapamos por autopista o carretera, nos vamos a unos ocho litros y poco sin tirar del motor eléctrico. Una cifra bastante buena si tenemos en cuenta el volumen, peso y capacidad de este coche. Estos datos los hemos comprobado durante una semana y más de 500 km con una, dos y hasta siete personas a bordo. Hemos movido un montón de kilos con un consumo muy ajustado.
Este coche está diseñado para hacernos la vida más sencilla y confortable. Su sistema de personalización ajusta automáticamente el asiento, los retrovisores y el Head-Up Display según las preferencias de cada usuario. Además, la navegación híbrida, el control por voz con Alexa y el monitor 360º con See-Through View facilitan la conducción diaria, incluso en los entornos más exigentes.
¿Premium? Yo creo que sí, pero te voy a dar argumentos para que no pienses que me están pagando estos de Mazda solo por escribir:
¿Un coche no europeo puede ser premium en Europa? Claro que sí. Aparte de otras grandes marcas que siempre se han posicionado como marcas premium dentro del mercado europeo, hay cabida para otros fabricantes que han traído propuestas interesantes en uno o varios segmentos en los que tienen mucho que aportar. Otra cosa es lo que entendemos cada uno por premium, o lo que queremos que piensen nuestros vecinos cuando nos ven aparcar nuestro nuevo coche.
Este Mazda es tan premium como cualquier otro premium europeo, aunque más barato. Tienes espacio y potencia para todos tus desplazamientos en solitario o con familia, amigos o viceversa. Todo esto, que no es poco, con cero ruidos, súper bien rematado, un consumo contenido, máximo confort y los siete ocupantes muy cómodos escuchando su música favorita. Un gran coche listo para entrar a vivir. Eso sí, de las siete personas que caben ahí dentro, las dos del fondo deben ser niños o bajitos.
El CX-80 es mas largo que un día sin pan. Pero es que necesita serlo para cumplir con su propósito: llevar a mucha gente a cualquier sitio de la manera más eficiente y confortable posible. Y ya te digo yo que este japonés lo consigue sin despeinarse.
Por fuera, el CX-80 es discreto como todos los Mazda, pero elegante y sutil como pocos coches de más de cinco metros. Sus puertas se abren de tal manera, que puedes lanzarte ahí dentro casi sin mirar, siempre caerás en un asiento muy confortable. Su frontal, muy bien definido, nos dice que estamos hablando de Mazda; y su gran batalla y longitud nos dicen que este coche viene para hacer grandes viajes de manera confortable, segura y lujosa.
¿Me ha sorprendido el Mazda CX-80? No, en absoluto. He de decir que soy muy fan de Mazda porque comparto su filosofía: “El jinete y su caballo son uno solo.” Y resulta que estos de Mazda siempre lo cumplen, sea un coche para dos personas u otro para siete. El jinete siempre está en el centro del desarrollo del coche desde que empiezan a pensarlo. Y resulta que el jinete somos nosotros, los que conducimos, y también los que nos acompañan.
Te interesa este coche si a menudo juntas a cinco personas en el mismo coche. En este caso, te recomiendo que lo mires con detenimiento porque te sirve igual “pa un roto que pa un descosío”. Quiero decir que este es un coche súper eficiente en el día a día en ciudad con su modo eléctrico y que lo sigue siendo, sorprendentemente, cuando tienes que ir de viaje cargado hasta los topes, un fin de semana o una semana entera.
El Mazda CX-80 no es solo un SUV; es una solución práctica, versátil y llena de estilo para quienes buscan un coche espacioso y equipado con lo último en tecnología.
