Disponible desde el 28 de octubre de 2016 en PlayStation 4 y Xbox One, y desde el 17 de noviembre de 2017 en Nintendo Switch.
The Elder Scrolls V: Skyrim es un nombre que aún hoy resuena con fuerza en la memoria de muchos aficionados. Su lanzamiento, allá por el 11 de noviembre de 2011 en los sistemas de la pasada generación, supuso el espaldarazo definitivo para una franquicia que ya había mostrado muy buenas maneras en el pasado, pero que consiguió encontrar el camino correcto para llegar a un público masivo con esta entrega.
Una gran saga de rol
El secreto del éxito consistió en construir un juego de rol que fuera accesible para el usuario medio, mejorando ciertos aspectos que no terminaron de gustar en sus predecesores, pero conservando unas señas de identidad muy marcadas. El resultado no pudo ser mejor: más de 20 millones de copias vendidas en todo el mundo y la crítica rendida a sus pies. Lo cierto es que Bethesda supo dar forma a un producto que rozaba la excelencia en muchos de sus apartados, dotándolo de argumentos de peso que convencieron incluso a los más escépticos.
La llegada de esta Special Edition a los sistemas de nueva generación, pretende ser la versión definitiva de una de las obras más influyentes de la última década. Mejoras visuales, todo el contenido adicional lanzado hasta la fecha y la irrupción de mods en consolas, son las armas que esgrime Skyrim para convencer a los seguidores de que se vuelvan a meter en la piel del Sangre de Dragón. El núcleo central de la experiencia permanece inalterado, al igual que su argumento, que no ha sufrido cambios, pero el salto de calidad visual se deja notar.
Una guerra entre hermanos
La historia de Skyrim comienza de forma enigmática. El protagonista despierta en una carreta, en la que viajan algunos presos que han sido detenidos por la Legión Imperial. Tenemos las manos atadas y no podemos hacer otra cosa que dejarnos llevar hacia un destino incierto. Durante el trayecto, gracias a un compañero especialmente hablador, empezaremos a conocer los detalles iniciales de una interesante trama que cuenta con varias ramificaciones.
La región se encuentra sumida en una cruenta y despiadada guerra civil, que enfrenta a dos bandos con diferencias irreconciliables, amenazando con arrasar las heladas tierras de la comarca. Los Capas de la Tormenta, comandados por Ulfric, ven a los Imperiales como unos traidores, ya que han cedido a las exigencias de una facción élfica de gran influencia en el reino: los Thalmor. La Legión Imperial, con el General Tulio al frente, defiende ciegamente este acuerdo al considerar que era la única forma de poner fin a la Gran Guerra. Su pacto con los elfos recibió el nombre de Concordato Blanco y Dorado.
Sangre de Dragón
Aunque el conflicto armado está muy presente desde el principio, no es el único hilo argumental que hay que desenmarañar. A medida que avanzamos por los fríos parajes de Skyrim, descubrimos que en nuestro interior late un poder ancestral que muy pocos privilegiados saben usar. Muchas de las misiones que emprenderemos nos ayudarán a desarrollar este don, hasta convertirlo en una increíble herramienta a nuestro servicio.
Por si todo esto no fuera suficiente, el título pone a disposición de los aficionados una gran cantidad de cometidos y tareas secundarias que enriquecen mucho la experiencia, además de proporcionar jugosas recompensas. Es muy recomendable aceptar todos lo encargos que nos vayan proponiendo, ya que hay equipo, armas y hechizos que no es posible conseguir de otro modo. Por suerte, la mayoría son bastante entretenidos y el botín suele estar a la par con su dificultad. Los hay de muchos tipos, pero abundan los de recuperar un determinado objeto, derrotar a un adversario concreto o limpiar zonas de enemigos.
La belleza nórdica de Skyrim
El lavado de cara que ha recibido el juego es bastante palpable, aunque hay cosas que se podían haber trabajado más. Las animaciones faciales son muy escasas, lo que se traduce en personajes poco expresivos que apenas muestran emociones en su rostro. Sus movimientos son algo rígidos y estirados, lo que les resta naturalidad.
En el otro lado de la balanza, encontramos escenarios llenos de belleza en los que apetece perderse durante horas. La distancia de dibujado es muy amplia, permitiendo divisar lugares lejanos que es posible visitar en futuros paseos. Cada castillo, fortaleza, aldea o cueva que encuentres, ofrece nuevas oportunidades para deleitar la vista con hermosas escenas, ya sea por la original arquitectura de los edificios, o por un paraje natural lleno de vegetación exótica.
Si entramos en comparaciones con la versión de la pasada generación, encontramos sutiles mejoras que lo hacen más vistoso y disfrutable visualmente hablando. Ahora, el movimiento del agua de los ríos y lagos es más realista, los reflejos son en tiempo real, hay nuevos efectos de sombreado para la nieve, profundidad de campo dinámica, iluminación volumétrica, efectos de niebla, etc. Es un remodelado de chapa y pintura que se agradece, pero la base sobre la que se ha trabajado está algo anticuada.
Los sonidos de Skyrim
La banda sonora merece una mención especial. Las melodías usadas para acompañar nuestras andanzas son de lo mejorcito que he podido escuchar en un videojuego. Canciones lentas y evocadoras amenizan las interminables caminatas por los bosques, llanuras y montañas de Skyrim, pero cambian radicalmente cuando entramos en combate con algún incauto bandido que pretende asaltarnos. En esos momentos, la música acelera el paso, haciéndonos saber que hay que poner a prueba nuestro acero.
La acústica usada en los enfrentamientos con los dragones son harina de otro costal. Cuando estas formidables criaturas hacen acto de presencia, la épica se dispara gracias a unos acordes orquestales que dan protagonismo a los violines, las trompetas y los tambores, retumbando con fuerza. La sensación de estar ante un poderosísimo enemigo se hace muy patente, logrando que la intensidad suba muchos enteros.
Está totalmente doblado al castellano, en un trabajo mastodóntico que dota de voz a los incontables pobladores de estas tierras. Sus líneas de diálogo están bien escritas, cuentan relatos interesantes y apetece profundizar en sus preocupaciones y problemas, además de enriquecer la trama con pequeñas historias más cercanas y personales.
Manejable y fácil de abordar
El sistema de juego es muy similar al que se ha venido usando en los anteriores The Elder Scrolls, aunque los retoques que recibió en esta entrega lo hizo muy accesible a todo tipo de público. Podemos portar armas a dos manos, una espada ligera en una y un escudo en la otra, magia en ambas o combinarlo de la forma que más nos guste.
Controlamos a un personaje que es posible modificar en un completo editor, en el que podemos cambiar parámetros de su aspecto físico. Disponemos de 10 razas diferentes a elegir, que cuentan con una habilidad única propia de su especie. Aunque son distintas en apariencia, la forma de afrontar la aventura no queda condicionada por esta elección.
La vista usada por defecto es en primera persona, pero se puede cambiar por otra que permite alejar la imagen en cualquier momento, con solo pulsar un botón, igual que ocurre en la saga Fallout. Lo cierto es que resulta mucho más práctico seguir la acción desde los ojos del personaje, especialmente cuando estamos en pleno combate, reservando la perspectiva en tercera persona para los momentos de infiltración y exploración.
Guerrero, mago, ladrón… tú decides en qué te quieres convertir
Si queremos desarrollar una habilidad concreta, es posible hacerlo al subir de nivel. Aquí es donde podemos especializarnos en un área, aumentando nuestra pericia con los arcos, las armas a una mano, la herrería o la alquimia, por poner varios ejemplos. Además de mejorar con el uso, se pueden desbloquear potenciadores que ayudan enormemente a dominar una disciplina específica, convirtiéndonos es auténticos maestros. No hay ningún tipo de restricción que nos condicione, pero es recomendable fortalecer las que más usemos.
Tenemos total libertad para actuar de la forma que consideremos oportuna. Si queremos seguir un camino valeroso y honorable, tendrás la oportunidad de luchar contra las injusticias ayudando a los más necesitados a resolver sus problemas. Pero si eso de ir por la senda correcta no es lo tuyo, tienes la opción de ir robando y saqueando todo lo que encuentres. Esto no le hará ninguna gracia a los guardias de las ciudades, pues te perseguirán sin descanso si te sorprenden cometiendo alguna fechoría.
‘The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition’
Este lanzamiento conserva la base que hizo grande al juego original, con añadidos que incrementan su atractivo, convirtiéndolo en la versión más pulida y completa de todas las que han salido a la venta. La libertad que brinda a los aficionados para escoger su propio camino es total, llegando incluso a abrumar en algunos momentos. El desarrollo de personajes puede presumir de ser un ejemplo a seguir, proporcionando herramientas para moldearlo como tú quieras.
Otro punto a su favor es la estupenda ambientación lograda, ya que consigue sumergirnos por completo en esta historia de dragones, guerras, luchas de poder y secretos ancestrales. Cada rincón de Skyrim esconde algo que descubrir, lo que fomenta la exploración, y tiene muchos detalles curiosos dispersos por el mapa. En muchas ocasiones estarás enfrascado en una misión, y decidirás dejarla a un lado momentáneamente para entrar en esa fortaleza por la que acabas de pasar que ha llamado tu atención.
Un juego brillante, pero que acusa el paso del tiempo
A pesar de todo esto, no se puede negar que algunos elementos se han quedado algo anticuados. La mejoría gráfica es palpable, pero no está a la altura de los grandes lanzamientos de esta generación. El combate es algo tosco y, en ocasiones, nos parecerá estar dando espadazos al aire. El sistema de infiltración no está tan pulido como el resto, provocando situaciones injustas en las que seremos descubiertos sin saber muy bien el motivo.
The Elder Scrolls V: Skyrim fue una obra atemporal que sigue sorprendiendo a día de hoy, por lo que no es de extrañar que esta Special Edition, con sus añadidos y mejoras, sea una producción más que recomendable en la actualidad. Los amantes de los buenos juegos de rol están de enhorabuena, ya que uno de los grandes referentes del género sigue en plena forma.
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