Son 149 imágenes de Jacques Henri Lartigue. La muestra se puede ver en Fundación Canal, en Madrid. “Lartigue, el cazador de instantes felices. Fotografías a color” está comisariada por Marion Perceval (Donation Lartigue) y Anne Morin, fundadora de diChroma photography. Se trata de una parte sorprendente y casi desconocida para el público de la obra del artista francés Jacques Henri Lartigue, sus fotografías a color, a las que, por primera vez, se les dedica una gran exposición en España, en la que se muestra una amplia selección. Además, también se exhiben varios bocetos de motivos decorativos para cojines, realizados por el artista, que se exponen al público por primera vez.
Fotógrafo, pintor y escritor, Lartigue (1894-1986) es reconocido como un maestro
de la fotografía francesa, principalmente en blanco y negro, pese a que un tercio
de su archivo es a color, siendo esta una parte fundamental de su obra a la que,
durante mucho tiempo, no se le prestó atención. Considerado como un precursor de la modernidad fotográfica, Lartigue tuvo, sin embargo, un reconocimiento tardío, que no llegó hasta 1963 (cuando el artista contaba con 69 años) gracias a su primera exposición, que acogió el MoMA de Nueva York, comisariada por John Szarkowski, para quien el artista era un “auténtico primitivo” que inventó la estética de lo instantáneo y dio lugar al género de la fotografía callejera. Ese mismo año la revista Life le dedicó un porfolio que
dio la vuelta al mundo e hizo famosas sus obras en blanco y negro, convirtiéndole
en uno de los grandes nombres de la fotografía del siglo XX de la noche a la
mañana.
La exposición que organiza y produce la Fundación Canal, a través de 149 obras,
hace hincapié, sin embargo, en una singularidad de este maestro que definió toda
su vida: su ambición por capturar “los instantes felices” de los que había sido
testigo y partícipe. Lartigue persiguió esta misión romántica que le encomendó su
padre, la búsqueda de la felicidad, y a la que se entregó en distintos momentos de
su carrera y con distintas herramientas sin encontrar ninguna que le dejase del
todo satisfecho.
«Dios mío, desde que tenía cinco o seis años vengo pidiéndote: ¡por favor, déjame
fotografiarlo todo en color!” 30 de octubre del 1952 (Extracto de las memorias de Lartigue, vol.3 Pese a que la idea que ha trascendido sobre la figura de este artista le identifica
casi exclusivamente con sus fotografías en blanco y negro, siempre buscó el color,
un elemento que desencadena una evolución hacia una verdadera búsqueda
estética. Testigo de los grandes avances técnicos del siglo XX, Lartigue hizo uso
en sus comienzos de una combinación del autocromo y la estereoscopia con el
afán de mejorar su captación de la realidad, hasta que, en los años 50, con la
aparición de la fotografía en color, comienza un nuevo camino de experimentación
que tampoco parece convencerle del todo. De hecho, esta insatisfacción hace que, al final de su carrera, decida reproducir en color las fotografías más emblemáticas que había realizado en sus comienzos en blanco y negro.
“Lartigue, el cazador de instantes felices. Fotografías a color” muestra un total de
149 obras, presentadas en cuatro ámbitos: tres que se corresponden con los tres
momentos en los que el fotógrafo aborda el color a lo largo de su carrera, y uno
dedicado a la experimentación que el artista realizó con el color a lo largo de toda
su vida, tanto en la pintura como en la fotografía o el diseño. Además, la exposición
muestra una selección de fotografías en blanco y negro realizadas por Lartigue y
su reinterpretación posterior en color, con el fin de evidenciar la evolución de un
artista que no cesó nunca en su misión de captar el sentimiento de felicidad.
Como complemento a la exposición, la Fundación Canal editará una publicación
de mismo nombre que recogerá una selección de las obras presentes en la
muestra y textos explicativos de las comisarias Marion Perceval y Anne Morin.
Una exposición que se complementa con actividades como las visitas guiadas,
tanto presenciales como online, o las visitas-taller para familias en las que adultos
y pequeños descubrirán juntos, de una manera divertida y entretenida, los secretos
de la obra de Lartigue.