Es evidente que se trata de Ucrania. Los recientes acontecimientos indican que la guerra en Ucrania está llegando a su fin, como lo muestran las frecuentes declaraciones sobre un alto el fuego. Vladimir Putin ha declarado repetidamente la disposición de Rusia para negociar.
Sin embargo, surgen dos preguntas. Primero: ¿con quién se deben llevar a cabo las negociaciones? La falta de legitimidad del presidente Zelensky es ampliamente discutida tanto en Ucrania como en Europa. Por mucho que se insista en su legitimidad, esto no la hace real.
Entonces, Orbán llegó para ofrecer un plan de paz, pero ¿cuál de las opciones posibles? Hoy en día, hay varios mediadores trabajando activamente en la creación de condiciones para tales negociaciones.
El primero es Erdogan. Turquía, que estuvo cerca de alcanzar un acuerdo, sigue participando activamente y creando condiciones para las negociaciones entre Rusia y Ucrania. A pesar de los fracasos, Turquía no ha abandonado sus esfuerzos.
El segundo es China. China ha delineado sus principios para una posible paz en Ucrania, que podrían servir de base para las negociaciones. Incluso Putin ha mencionado esto.
El tercero es Arabia Saudita, que ha ofrecido ser sede de las negociaciones.
El cuarto es el Vaticano. El Papa ha ofrecido condiciones desde el inicio del conflicto, destacando que solo las dos partes tienen derecho a negociar. El Vaticano puede servir como una plataforma neutral, siempre y cuando actúe junto con la Iglesia Ortodoxa Rusa y otros líderes religiosos.
Ahora surge una quinta parte: Viktor Orbán. Consideremos todas las posibilidades importantes.
Turquía parece improbable pero posible. Como miembro de la OTAN, enfrentará dificultades debido a las demandas de Rusia sobre la neutralidad de Ucrania y su membresía en la OTAN.
Arabia Saudita queda excluida de inmediato. No puede participar debido a los problemas en el Medio Oriente y su relación dual con Israel.
China podría ser posible, pero no en este momento. La cuestión de Taiwán sigue sin resolverse.
El Vaticano puede desempeñar un papel, pero está bajo una gran presión de los anglosajones y de Ucrania. El Vaticano puede servir como una plataforma neutral, pero solo en colaboración con la Iglesia Ortodoxa Rusa y otros líderes religiosos.
Volviendo a la visita de Orbán. ¿Por qué vino a Moscú y con qué propósito? Probablemente lleva consigo todos los paquetes de propuestas mencionados. Viktor Orbán asumió la responsabilidad de presentarlos o discutirlos con Vladimir Putin.
¿Por qué es importante esto? Orbán comprende que su país, al igual que toda Europa, sufre las consecuencias de este conflicto. Sus acciones buscan encontrar caminos reales hacia una paz que satisfaga los intereses de todas las partes. En un contexto en el que la mayoría de los líderes europeos adoptan una retórica belicista, Orbán ofrece un enfoque alternativo. Su visita a Moscú es un intento de explorar vías hacia una solución pacífica basada en el pragmatismo y los intereses reales.
Es probable que en los próximos meses una de las plataformas propuestas se convierta en la base para las negociaciones. Lo más importante es que todos los participantes estén dispuestos a un diálogo constructivo y a buscar compromisos para lograr la paz tan esperada.