Hoy quiero expresar un reconocimiento a los amigos invisibles que se juegan la vida por nuestra seguridad. Estos días hemos hablado mucho de la gestión de la salida de Afganistán, del desorden y el caos que evidencia el fracaso de la intervención de los últimos veinte años. Igual de caótica esta siendo nuestra salida de Afganistán. Aparte de repatriar a nuestros diplomáticos, los policías, militares y ONGs, es totalmente necesario incorporar en esta lista no solo a los traductores sino también a los colaboradores, informadores, personas sencillas que han expuesto sus vidas, su tiempo en la mayoría de casos por el simple compromiso de una esperanza de democracia de libertad.
Los informadores no solo facilitan información, ayudan a infiltrarse en lugares complicados, ayudan a evitar situaciones de riesgo incluso evitando perdidas humanas. Porque ¿cómo se imaginan que los agentes de inteligencia de occidente en medio de las montañas de Afganistán han llegado a saber las rutas del tráfico de armas, drogas, cómo han identificado a los líderes talibanes y han anotado las conversaciones que mantenían?
Donde no puede llegar la tecnología, los amigos invisibles consiguen estar allí, interpretan los gestos y danla exacta relevancia a las alianzas familiares.
Todo esto es posible gracias a los colaboradores e informadores que no son profesionales, que en muchos casos apenas se les llega a pagar la compra de comida para la familia o un detalle simbólico. Hay diferentes perfiles de informadores , colaboradores, desde directores de bancos, informáticos, médicos, pero yo quiero centrarme en los más humildes, los de las lejanas aldeas afganas que gracias a su información su acogida los funcionarios occidentales han podido redactar grandes informes para los organismos internacionales como Naciones Unidas, OTAN , seguridad nacional.
Todos estos amigos invisibles ahora mismo sus vidas están en peligro sus familias están señaladas , solo porque un día alguien les vio saludar a un soldado, porque creyeron que se conseguiría consolidar un estado democrático y vivieron dentro de sus posibilidades de formar libre haciendo gestos tan sencillos como escuchar música, enviar a sus hijas a la escuela o permitir que se escuche la voz de sus mujeres, pequeños detalles que les ponía en evidencia.
En todos los conflictos , todos los cuerpos de seguridad necesitan y se buscan a amigos invisibles personas que se convierten en la llave para acceder a la información a una realidad oculta, oscura. Amigos invisibles que nunca aparecerán sus nombres, nunca recibirán un reconocimiento porque en realidad no existen para nadie solo su información que consigue el agente.
Estos amigos invisibles que gracias a su colaboración y su compromiso los dirigentes políticos toman decisiones. Gracias a informes detallados porque donde no puede llegar la tecnología, los amigos invisibles consiguen estar allí, interpretan los gestos y dan la exacta relevancia a las alianzas familiares.
Por desgracia la realidad de los informadores y colaboradores no tiene nada que ver con el estereotipo que vemos en las películas. En el mejor de los casos puede surgir una buena amistad respeto mutuo , pero siempre los amigos invisibles serán considerados por los otros unos traidores. Por eso es por lo que gestos como el que ha tenido el embajador español en funciones Sr.Gabriel Ferrán se hace tan necesario y es la esperanza para salvar la vida de muchos. Ha rechazado salir en el primer avión español que partía de Kabul para quedarse, junto con 17 policías, y ayudar a coordinar la salida de los cientos de refugiados que buscan escapar del país y del régimen talibán. Un gesto de un enorme valor, sobre todo si tenemos en cuenta que fue cesado por el presidente del gobierno antes de irse (Sánchez) de vacaciones, y técnicamente ya no es embajador español.
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