‘F1 2020’ — Análisis

Disponible desde el 10 de julio de 2020 en Xbox One, PlayStation 4, PC y Google Stadia.

La celebración del Campeonato Mundial de Fórmula Uno es, sin lugar a dudas, uno de los acontecimientos que más expectación levanta entre los fans del automovilismo. Cada temporada, escuderías de todo el planeta compiten ferozmente para conseguir la victoria y alzar a sus pilotos hasta lo más alto del podio. Al igual que ocurre con otros eventos similares, esta competición también ha sido llevada a la industria de los videojuegos, dándole a los aficionados la oportunidad de emular las hazañas de sus ídolos al volante. Pues bien, ese es justo el objetivo que persigue F1 2020, hacernos sentir como un piloto profesional que conduce a toda velocidad por los circuitos más famosos del mundo.

Esta nuevo simulador llega de la mano de Codemasters, una compañía que puede presumir de contar con un amplio bagaje desarrollando títulos de conducción. De sus oficinas han salido algunos de los simuladores de carreras más destacados de los últimos años, pero es en el Gran Circo de la Fórmula Uno donde han alcanzado mayores cotas de calidad. Además, F1 2020 supone la despedida de esta espectacular disciplina para la actual generación de consolas, pues con toda seguridad, las próximas entregas serán puestas a la venta en Xbox Series X y PlayStation 5 como plataformas principales.

Competiciones para todos los gustos

Si nos fijamos en los modos de juego, la adición más importante la encontramos en la inclusión de Mi Equipo, una nueva modalidad que nos permite crear una escudería desde cero. En ella, es posible moldear una formación a nuestro gusto, pudiendo eligir desde los colores y el diseño del monoplaza, hasta el fabricante que nos proporcionará el motor para el coche. No solo eso, pues conforme avance la temporada tendremos la posibilidad de mejorar las instalaciones y el vehículo, además de firmar nuevos patrocinadores que inyectarán dinero contante y sonante en las arcas del equipo. Este modo se presenta como el más completo y divertido de todos los que hay disponibles, ofreciendo una sensación de progresión muy satisfactoria.

También repite el modo Piloto, el cual ya estaba presente en la edición del año pasado bajo el nombre Carrera Profesional. En él, comenzaremos nuestra andadura en la F2, mientras luchamos por forjarnos un nombre para que un equipo de Fórmula Uno nos contrate. Si lo que buscamos es competir sin tantas complicaciones, hay donde elegir: carreras contrarreloj, retos de persecución, campeonatos de coches clásicos, Grand Prix… sin olvidarnos del componente online. En F1 2020, las modalidades en línea incluyen eventos semanales, ligas creadas por otros usuarios, carreras con y sin clasificación, etc.

El control de los monoplazas en ‘F1 2020’ es una gozada

La finalidad de esta saga siempre ha sido la de emular, con la mayor fidelidad posible, la experiencia de pilotar un monoplaza a toda velocidad. Para ello, la mejor opción es usar alguno de los volantes que hay disponibles en el mercado, ya que controlar los vehículos con uno de estos periféricos proporciona unas sensaciones inmejorables. Sin embargo, debo decir que el manejo que se consigue con los mandos de las consolas actuales no es para nada desechable. Lógicamente, un volante siempre ofrecerá mejores prestaciones. Sin embargo, el Xbox One Controller y el DualShock 4 mantienen el tipo de forma admirable, proporcionando un magnífico sistema de control en todo momento.

Una vez comenzamos a rodar sobre el asfalto, notaremos sutiles variaciones en el comportamiento del coche respecto a la pasada entrega. Para empezar, en F1 2020 se ha simplificado el uso del ERS. Con solo pulsar un botón, este sistema nos proporcionará un pequeño extra de potencia que viene de perlas en los adelantamientos, aunque también es sumamente útil cuando necesitamos un poco de impulso al salir de una curva. No es un recurso del que podamos abusar, pues debe recargarse después de cada uso, pero supone una ayuda inestimable si se utiliza en el momento oportuno.

La IA de los rivales es otro de los apartados que han sido retocados, lo que se traduce en un comportamiento más realista de los adversarios. Ahora cometen menos errores de pilotaje y no es nada fácil rebasarlos, además de conducir de una forma más agresiva. Por suerte, este y otros parámetros se pueden configurar fácilmente desde el menú de opciones, algo que nos va a permitir moldear la experiencia a nuestro gusto. Un buen ejemplo de ello es el nuevo modo casual, el cual ha sido ideado para jugadores que deseen reducir el nivel de exigencia. Una vez activado, el juego nos brindará buen número de ayudas a la conducción, además de ser mucho más permisivo con las salidas de pista y los impactos contra los oponentes.

Un espectáculo de alto octanaje

En aspectos técnicos, F1 2020 destaca por el fantástico modelado de sus coches, tanto en interiores como en exteriores, sin olvidar la excelente representación visual de los circuitos. Es cierto que no se aprecia un gran salto gráfico respecto a la entrega del año pasado, pero sí se perciben mejoras aquí y allá que le dan un mejor acabado. La iluminación ha ganado protagonismo, al igual que los fenómenos climáticos, los cuales lucen de maravilla en pantalla. Para terminar con el apartado visual, comentar que la tasa de frames se mantiene estable en todo momento, lo que proporciona una sensación de velocidad muy satisfactoria.

Los efectos acústicos, por su parte, reflejan fielmente el estruendo que se puede escuchar a pie de pista. El sonido de los monoplazas ha sido recreado con todo lujo de detalles, pudiendo incluso percibir las diferencias entre el rugido característico de los motores de cada fabricante. En cuanto al doblaje, me alegra comprobar que todas la voces están traducidas al castellano, tanto los comentaristas como la reportera que nos entrevistará después de cada carrera. Y si os lo estáis preguntando, también vais a poder escuchar hay algún que otro tema musical, pero lo cierto es que su presencia es bastante anecdótica, quedando en un segundo plano.

Conclusiones — ‘F1 2020’

Realismo. Creo que esa es la palabra que mejor define lo que le ofrece este título a los seguidores del automovilismo. Ya con las pasadas entregas Codemasters alcanzó unas cotas de calidad muy elevadas, pero este lanzamiento puede presumir de ser el más completo, variado y accesible de toda la saga. Quizás se le pueda achacar cierta escasez de novedades, más allá del nuevo modo Mi Equipo, el estreno de un par de circuitos —Zandvoort y Hanoi— y los retoques en la jugabilidad. A pesar de ello, es innegable que todos sus apartado rayan a un nivel notable.

F1 2020 es, sin lugar a dudas, el mejor título de Formula Uno de la actual generación de consolas. Esperemos que la llegada de Xbox Series X y PlayStation 5 le permitan a Codemasters ampliar las posibilidades de futuras entregas con nuevas funcionalidades. Por cierto, no quiero finalizar este análisis sin antes mencionar que es posible jugar en pantalla dividida de manera local junto a otro usuario. Por desgracia, esta opción escasea cada vez más dentro del género, así que es de agradecer que los desarrolladores la hayan incluido.

Lo mejor:

  • El control es sublime, lo que se traduce en una jugabilidad sin fisuras.
  • El modo Mi Equipo te mantendrá entretenido una buena temporada.
  • Los nuevos circuitos añaden un par de trazados exigentes y desafiantes.
  • El regreso de la pantalla dividida para partidas locales.

Lo peor:

  • No le habría venido mal incluir más novedades de peso.
  • Tiempos de carga un tanto prolongados.
  • La agresividad de la IA te pondrá en más de un aprieto.

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Aunque F1 2020 mantiene una línea claramente continuista respecto a sus predecesores, eso no desmerece el producto final, ya que nos encontramos ante un título que roza la excelencia en todos y cada uno de sus apartados. Si andáis buscando un simulador de Fórmula Uno completo y exigente, estáis en el lugar adecuado.'F1 2020' — Análisis