Ahora que algunos hombres se quejan de que las mujeres están alcanzando un poder, que les parece excesivo a ellos, a Mortimer le gusta ver la película ‘Thelma y Louise‘ (1991) de Ridley Scott, para abordar el asunto desde una perspectiva algo diferente. Son dos mujeres que emprenden un camino con el deseo imperioso de alcanzar cuanto antes la plenitud de su identidad, y que sólo pueden llegar a ella sobrepasando un machismo incesante de sus maridos, sus compañeros, la policía o la gente que encuentran por la calle. O al parar en cualquier sitio.
Eso les obliga a tomar decisiones cada vez más arriesgadas, porque no quieren ser estereotipos, y eso se va comprobando a lo largo de la historia; que es un viaje en el que todos podrían aprender a reafirmarse cada vez más.
La película es un lujo con Geena Davis y Susan Sarandon interpretando a las dos mujeres, en su afán creciente de ser ‘personas humanas’ y disfrutar con ello, como no lo acaban de parecer muchos otros con los que les ha tocado convivir, como un ladrón, al que representa Brad Pitt, o un policía como Harvey Keitel. Un festín de realidad convincente de principio a fin, que muestra las razones y las circunstancias de un verdadero feminismo antes de ser atrapado por las modas actuales y las dicerías de unos y otros, sobre si las mujeres se están pasando con sus reivindicaciones.