Acompañamos a Lamyaa durante un viaje por Marruecos. Su posición en la Cámara de Comercio de Madrid ha despertado el interés de numerosas empresas del país. También el del gobierno de Rabat y de su Ministerio de Comercio. Lamyaa Salaouaci es la primera mujer marroquí que entra como vocal de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid. Forma parte del pleno que reeligió a Angel Asensio para un nuevo mandato al frente de la institucional cameral. La entrada de esta empresaria marroquí ha sido noticia en todos los medios de Marruecos. Su posición la convierte en una referencia para las empresas magrebíes que quieren entrar en España. Sus buenas relaciones con el empresariado del otro lado del estrecho hacen de Salaouaci una puerta de entrada rápida para los empresarios españoles interesados en un Marruecos que está en un momento de fuerte desarrollo.
-¿Quiénes Lamyaa Salouaci? Háblenos de usted, ¿cómo se definiría?
Soy mujer, soy madre, soy marroquí, soy española, soy árabe, soy europea. El mundo, nuestro mundo, es hoy un lugar en el que las identidades de las personas son múltiples. Y no me siento múltiple. No tengo porqué renunciara a ninguna de esas identidades, porque todas me han formado.
Soy también empresaria, y creo que es lo que me define en mi vida profesional. Enfocada al mundo de la investigación. He encontrado mi lugar en el mundo empresarial. Ayudo a empresas de investigación médica y biológica a que desarrollen su trabajo con la máxima eficacia, con las mejores garantías.
-¿Cómo encontró ese lugar?
La vida te pone frente a situaciones que debes interpretar bien, y aprovechar al máximo. Entrar en contacto con el mundo de la investigación médica me abrió los ojos a una vía profesional cargada de sentido. Ver cómo la medicina salvó la vida de mi hijo fue una gran lección. A partir de ese momento entendí que yo quería trabajar en ese ámbito, aportando mi grano de arena, contribuyendo al desarrollo de investigaciones que mejoran nuestra vida, que curan enfermedades, que tienen a las personas en el centro de su actividad. Es ahí donde me siento feliz. A veces la vida te regala esa certeza de saber dónde vas a desarrollarte plenamente como persona, y a mi me lo ha regalado.
-¿Qué más le enseñó la enfermedad de su hijo?
Muchas cosas. El valor del tiempo que vivimos, la importancia fundamental de la comunicación. Fue también una experiencia de fortaleza. Los problemas de verdad son problemas de salud. El resto, todas esas cosas a las que llamamos problemas son solo inconvenientes, pequeñas dificultades. Cuando tu vida está en peligro, aprendes a luchar, a no quejarte, a encontrar esperanza en los pequeños detalles.
-¿Qué supone su entrada en la Cámara y cómo ha vivido ese momento del pleno del pasado 6 de junio?
Primero es una responsabilidad. Soy consciente de que hay un plus de atención en mi trabajo, por ser mujer, por ser marroquí, por ser empresaria que desarrolla su actividad profesional en España. Yo noto esa sorpresa. Por una parte me parece normal, por otra es un incentivo para mi trabajo, porque me anima a estar a la altura del desafío. Compartir una silla en el pleno con tan buenos empresarios, con tan grandes empresarias de Madrid es un honor, pero también es un compromiso. Hay que trabajar mucho. Eso no me inquieta. Yo respiro trabajo. Ser empresaria es trabajar mucho, no quejarse nada, y sacar las cosas adelante siempre con una sonrisa.
-Hablemos de su empresa, es usted CEO de Trade Ventures. ¿A qué se dedican?
Creamos parques tecnológicos dedicados a la innovación, a la biotecnología, a la investigación biomédica, y atraemos a España a empresas de otros países. Nuestro foco está puesto en las compañías del mundo árabe. Tenemos relaciones con el mundo económico del Magreb, también con empresas de Oriente Medio, interesadas en establecerse en España y tener desde aquí un puente de conexión con el resto de Europa.
-¿Porqué nos cuesta asociar ciencia e innovación con el mundo árabe?
Bueno, usted sabe que la imagen de los países a veces tardan en cambiar, pero en el mundo árabe se hace investigación aplicada de primer nivel. Otra cosa es que se conozca en el nivel de la opinión pública. Mi presencia en la Cámara de Comercio de Madrid va a ser una oportunidad para dar a conocer los desarrollos de innovación que están llevando a cabo empresas marroquíes, de Siria, de Jordania, de Egipto. Donde, por cierto, la mujer tiene una presencia fundamental. Cambiar esos estereotipos forma parte de mi función como vocal de la Cámara. Y también promocionar y potenciar los intercambios empresariales entre nuestros países. Hay mucho trabajo que hacer.
-Dirige la Fundación QUBE, ¿qué es QUBE?
QUBE es un centro tecnológico dedicado a proporcionar espacios y servicios de apoyo a la innovación en el ámbito de la biotecnología y ciencias de la salud. Nuestras instalaciones disponen de tecnología de primer nivel, y profesionales capacitados para garantizar a las empresas el desarrollo óptimo de su trabajo. Una empresa de tecnología puede instalarse en nuestro centro y empezar a trabajar desde el primer día, con la seguridad de que dispone de todo lo que necesita. Eso es muy importante para poder ofrecer resultados en investigaciones que llevan mucho tiempo y que tienen unos requisitos de calidad altísimos.
-Usted es marroquí, vive en España desde 2010, ¿lleva bien esa mezcla de identidades?
Creo que es una mezcla de identidades excelente. Poder hacer de interlocutor entre dos países que amo es una tarea fabulosa. Promocionar la empresa española en Marruecos es un honor, y abrir los mercados españoles para las empresas marroquíes un orgullo. Mire, en Marruecos tenemos empresas que han alcanzado una madurez que les permite aportar a la economía europea y competir en el primer nivel. Y Marruecos ya es la cuarta mejor economía de todos los países árabes, con un crecimiento que se acerca al 4 por ciento. Muchas empresas españolas se están instalando en Tánger, que se ha convertido en un polo industrial privilegiado, con una posición estratégica de alto valor.
-¿Se siente más española que marroquí?
Soy marroquí, y esa es mi identidad esencial, pero España es también mi patria. Yo vine a España en 2010, en una situación muy difícil. Mi único hijo estaba enfermo de leucemia. Vine, como dicen ustedes, con lo puesto: 120 euros en el bolsillo y la esperanza de salvar la vida de mi hijo. Y aquí, en El Niño Jesús, le salvaron la vida. He nacido en Marruecos, pero en España volví a nacer. Lo siento todos los días cuando veo a mi hijo, que ahora tiene 17 años, sano y fuerte. Como todas las madres, mi hijo es lo que más amo en la vida. Me da fuerzas para trabajar sin descanso.
-¿Cómo ve los vaivenes en las relaciones entre España y Marruecos?
Somos dos países vecinos que nos tenemos que entender siempre. Nos unen muchas cosas. Otras nos pueden alejar, pero lo más importante es conocernos. Entiendo que mi función es contribuir a ese conocimiento. Como empresaria me adapto a cualquier circunstancia. Creo que la primera virtud del empresario es su capacidad de adaptación. Pero también tengo el compromiso de dar a conocer la cultura empresarial marroquí en España y la española en Marruecos. Porque estoy convencida de que de ese conocimiento van a surgir grandes oportunidades y muy buenas alianzas que van a ser buenas para los españoles y para los marroquíes. La gran tarea de la empresa es mejorar la vida de las personas. Es lo que hacemos en QUBE y a lo que nos dedicamos en Trade Ventures. Pero además, la diplomacia empresarial contribuye a mejorar las relaciones de los países. Y yo siento para que ejercerla tengo una posición privilegiada que pienso aprovechar.
-¿Cómo ve la presencia de las mujeres en la vida económica en el mundo árabe?
Como le decía en una respuesta anterior, la mujer tiene hoy en la mayor parte de los países árabes una presencia protagonista en el mundo económico, en la empresa, en la cultura, y en la investigación. Quizá no ha trascendido a los medios. Quizá nos fijamos en otras cuestiones. Pero creo que ha llegado el momento de romper estereotipos. Me relaciono con muchas empresarias del Magreb, y de Oriente Medio y le puedo asegurar que ese protagonismo va a ir a más, y no tiene vuelta atrás.
-¿Dónde está su meta?
Desde mi posición como empresaria quiero llevar desarrollo empresarial a mi país de origen, y también contribuir a que las empresas españolas lleguen a Marruecos y aporten crecimiento y conocimiento al país. Pero no solo a Marruecos. Mi ámbito de actuación supone crear puentes entre el mundo árabe y el tejido económico europeo.