Los virtuosos. Yasmina Khadra. Alianza Editorial. Traducción de Wenceslao-Carlos Lozano
‘Los virtuosos’ es una novela ambientada en la Argelia colonial y se inicia con la historia de un hombre que es obligado a ir a la I Guerra Mundial como soldado, suplantando al hijo del caíd de la zona. Yasmina Khadra es un reconocido y reputado escritor argelino, militar de profesión, motivo por el cual comenzó a escribir bajo el pseudónimo femenino de Yasmina Khadra.
La novela, narrada en primera persona, está dividida en cuatro partes y 63 capítulos. La primera parte está centrada en la guerra y en la amistad con uno de sus compañeros soldados. La segunda parte nos habla del retorno a Argelia. La vuelta a casa constituye un esfuerzo por intentar arreglar las cosas que se destruyeron con la partida a la guerra. En la tercera parte de la novela es donde se deben resolver todos los conflictos que se han ido planteando y donde, por momentos, la novela coge un aire a ‘Meridiano de sangre’, un aire épico y profundo. Llegamos a la cuarta parte que debe ser la de consecución, de algún modo, de la paz. Queda por ver si habrá o no ejecución de la venganza, aunque el carácter excesivamente virtuoso del protagonista hace pensar que no.
Una novela de corte tradicional en la que se percibe ya desde las primeras páginas que todo está donde tiene que estar para que la narración sea interesante y avance. Hay que admitir que el personaje del malvado es perfecto. Es capaz de, a un lector como yo, ya entrado en años, generarnos rabia, además de percibirlo como un personaje con muchos visos de ser real. Taimado, astuto, poderoso y absolutamente capaz de hacer cualquier cosa.
El personaje central del narrador es un personaje que a pesar de los problemas que tiene a lo largo de la novela, de ir a la guerra y otros problemas que va teniendo, se muestra insultantemente ingenuo, insultantemente buena persona, en exceso. Es decir, en ningún momento pierde esa capacidad para actuar como una especie de niño inocente. Un personaje, el protagonista, que, a pesar de las amistades, que van cambiando, de casarse, es un personaje fundamentalmente solitario, como si él estuviera solo en el mundo y de vez en cuando alguien se cruzase en su camino, pero ese encuentro sería algo siempre circunstancial y momentáneo.
Yasmina se demuestra, no sólo un excelente narrador, sino también un excelente psicólogo sobre la naturaleza de los hombres y un filósofo de la vida cotidiana. En este sentido me permitiré una única cita de este libro repleto de frases para ser citadas: «Vivir es asumir lo que te ocurre para poder seguir adelante».
Un libro en que se percibe muy bien la fidelidad de los hermanos de sangre, de los hombres que han luchado hombro con hombro y han muerto por una causa común. Una novela de aventuras, pero una novela que también es una voluntad de describir una sociedad y una cultura. Una novela que refleja muy bien los conflictos humanos y el modo en como los humanos respondemos a estos problemas, del proceso que seguimos para a ir adoptando decisiones y construyendo un camino que no es otra cosa que la vida.
