Vamos a comprar un poeta. Afonso Cruz. Libros del Asteroide. Traducción de Rita da Costa
Vamos a comprar un poeta, de Afonso Cruz, es un pequeño y divertido libro que nos cuenta de una sociedad imaginaria distópica, muy parecida a la nuestra en valores, en la que los miembros de la sociedad hacen cosas como muy extrañas.

Afonso Cruz (1971) es un escritor portugués con una treintena de libros publicados. Vamos a comprar un poeta es un libro dividido en algo más de 20 capítulos muy cortitos, que se leen con gran facilidad. Un libro publicado por primera vez en 2016.
Como toda obra de humor es muy crítica con la sociedad, una sociedad con valores de sesgo psicológico del tipo: hazlo tú mismo, todo saldrá bien, que está obsesionada por los números y los estudios justificativos de la toma de decisiones. Una sociedad donde la publicidad está incrustada en los objetos más cotidianos, ya sea un tenedor, un plato o unas llaves y donde la economía, el utilitarismo, es la única regla.
La historia nos la cuenta una narradora adolescente y sigue las peripecias de sus padres y hermano cuando deciden comprar un poeta. Un poeta que se demuestra extraordinario, aunque solo podamos catarlo en versos sueltos. Un hombre que es tratado como una mascota y que transformará sus vidas. Al hermano de la narradora lo ayudará a enamorar a la chica de sus sueños. A la madre la incitará al divorcio. Al padre le ayudará a salvar su empresa. Y a la narradora le hará ver el mundo desde otra perspectiva. Todo ello, sin embargo, no evitará que el poeta acabe abandonado en un parque. Como si fuese una mascota.
Al principio, su familia de acogida no lo comprende y castigan al poeta para que se comporte adecuadamente. Pero él escribe versos en las paredes, ventanas a otros mundos, habla con los muertos que escribieron los libros que lee. Mientras su extrañada familia cada vez que se ve sorprendida por sus palabras hace una imprecación a Mammón, el símbolo bíblico del dinero.
La tesis del libro es una crítica a la rigidez científica, cuadriculada, frente a la visión creativa del poeta. Al fin y al cabo, sin creatividad no hay nada, entendiendo que la “buena” creatividad no es más que hacer de la idiotez aleatoria una regla que funcione.
El libro cuenta con un epílogo en que el autor resuelve de forma ensayística su defensa del valor de la cultura. La ficción, nos dice, es una mentira, una creación, y la mentira combinada con la verdad nos hace prácticamente invulnerables. Una sociedad, nos recuerda, será aquello que seamos capaces de imaginar. Y, sobre todo, debéis recordar que no debe abandonarse a los poetas en los parques.
Al final del libro hay una nota que aclara porqué los versos del poeta son tan buenos. Y es que pertenecen o han sido inspirados en los de Paul Celan, Walt Whitman, Ramón Gómez de la Serna, Yeats, Szymborska, Elliot, Wallace Stevens, Dylan Thomas, Teresa de Ávila, Ingeborg Bachmann o Robert Frost. Misterio resuelto.
A continuación, os dejo con una entrevista a Afonso Cruz