Disponible desde el 5 de febrero de 2016 en PC, y desde el 30 de septiembre de 2016 en PlayStation 4 y Xbox One
A pesar de la inquebrantable voluntad del ser humano y de nuestra fuerte determinación, los alienígenas han conseguido doblegar a los gobiernos del mundo y han diezmado los ejércitos, hasta su completa rendición. En esta realidad alternativa, un implacable invasor extraterrestre nos ha obligado a hincar la rodilla, conquistando todas las ciudades para imponer su ley. Ya han pasado veinte años desde que los seres llegados del espacio exterior lograran su aplastante victoria sobre la humanidad, convirtiendo el planeta en su coto privado de caza.
Pero no todo está perdido. Un pequeño grupo de soldados, los XCOM, han permanecido en la sombra, esperando el mejor momento para contraatacar. Sobre ellos, o mejor dicho, sobre nosotros, va a recaer la responsabilidad de recuperar la tierra y volver a convertirla en un lugar donde poder vivir en paz, pero puede que el levantamiento haya llegado tarde, ya que estas siniestras criaturas se traen algo entre manos y dudo mucho que nos vaya a gustar.
Xcom: Enemy Unknown es un título de estrategia por turnos, desarrollado por Firaxis Games y distribuido por 2K Games, en el que debíamos evitar que el mundo cayera en manos de un ejército alienígena. Su lanzamiento, allá por 2012, supuso toda una sorpresa para los jugadores de consola, ya que no estamos muy habituados a poder deleitarnos con buenas producciones de este género en particular, muy al contrario de lo que ocurre en ordenadores, donde hay grandes referentes, léase StarCraft II, la saga Total War o Stellaris, por poner algunos ejemplos.
Un cruel destino
XCOM 2 es su secuela directa, y nos sitúa veinte años después del final de la anterior entrega. Al parecer, todos lo esfuerzos que realizamos en el pasado no han servido de nada, y el Homo Sapiens a terminado siendo esclavizado por unos seres despiadados, convirtiéndonos en meras marionetas en sus manos.
La guerra se perdió, el nombre de los héroes fue borrado de la memoria colectiva a base de falsas promesas y los conquistadores tomaron el control gubernamental, militar y político de las instituciones. Ejercen un dominio absoluto sobre la población, reprimiendo cualquier intento de levantamiento con el uso de la fuerza bruta. Aunque el panorama puede parecer desolador, vamos a tener la oportunidad de darle la vuelta a la situación, gracias a un grupo de rebeldes que cuentan con pocos recursos, pero mucho valor.
Una base bien asentada, que agradece los añadidos
La jugabilidad de XCOM 2 se sustenta sobre varios pilares, unos más sólidos que otros, pero todos tienen algo que ofrecer. Cuando iniciamos una misión, hay que tener algunas cosas en cuenta. Mientras mantengamos el dedo lejos del gatillo de las armas y el enemigo no nos descubra, nuestro equipo estará en modo “ocultación“. Esto nos da una importante ventaja táctica sobre el terreno, porque los soldados rivales seguirán patrullando, sin que sean conscientes de que estamos al acecho. Ese será el momento idóneo para situar a los combatientes en las mejores posiciones.
Los movimientos son limitados y sólo tendremos acceso a unas pocas acciones antes de terminar el turno. Es importante saber usar el escenario en beneficio propio, buscando posiciones elevadas, rutas de escape y coberturas, para evitar quedarnos al descubierto. El sistema para cubrirse ofrece protección a los miembros del grupo, pero no siempre nos libra de recibir daño, al no haber ningún sitio completamente seguro.
Combate táctico al estilo ‘XCOM 2’
Es básico saber flanquear a los adversarios, fomentando las emboscadas sorpresa y atacar por los costados. Una vez que tenemos a un rival a tiro, llega el momento de poner a prueba nuestra puntería. La probabilidad de acierto se mide en porcentajes y se tienen en cuenta variables como la posición, la distancia o los obstáculos que entorpezcan la visión.
Cada unidad cuenta con fortalezas y debilidades que hay que saber gestionar con cabeza, para no poner, por ejemplo, a un francotirador a escasos metros de un enemigo con armas letales a corto alcance. De vez en cuando, los alienígenas caídos soltarán ítems al morir, que viene bien guardar en la mochila al volver a la base.
Soldados de élite
No quiero pasar por alto un detalle que me gustaría destacar de XCOM 2. Si tenemos la desgracia de que uno de nuestros personajes cae en acto de servicio, su pérdida es permanente, con todo lo que eso supone. Hay que tener en cuenta que cada uno de ellos es único, con su propio equipo, mejoras, armas y particularidades, convirtiendo la pérdida de una unidad destacada en un duro golpe que hay que saber encajar.
Sí, seguramente encontraremos otro que podrá sustituirlo con solvencia, pero además de ser diferente estéticamente, habrá que comenzar el agotador camino de convertirlo en un guerrero de élite desde el principio, con sus correspondientes subidas de rango, desbloqueo de habilidades y demás parafernalia.
El título también cuenta con un modo multijugador, para todos aquellos que prefieran enfrentamientos a cara de perro contra otros usuarios. Si quieres ponerte del lado extraterrestre uniéndote a sus filas, puedes hacerlo sin problemas, ya que te permite elegir el bando quieras. Las reglas no varían con respecta a lo visto en la campaña, pero resulta estimulante luchar contra otro jugador, en lugar de hacerlo contra la inteligencia artificial.
‘XCOM 2’ introduce algunos cambios, pero mantiene las particularidades de la franquicia
Esta producción tiene bastantes similitudes con su predecesor, pero se han implementado mejoras en algunos apartados. Para empezar, los escenarios donde transcurren los combates son cambiantes, aunque se repita la misma misión, en el mismo lugar. Esto no significa que vaya a transformarse en uno completamente diferente, tan solo se modificarán algunos elementos, que obligan a buscar una ruta alternativa hasta el objetivo.
Las coberturas se pueden destruir, lo que abre un interesante abanico de opciones a la hora de elaborar estrategias, aunque los adversarios también pueden usar esta particularidad en nuestra contra. La base de operaciones ha recibido un lavado de cara, y en ella es posible desarrollar tecnología más avanzada, mejorar las unidades y optimizar los recursos disponibles.
Pasaremos mucho tiempo dentro de esta fortaleza, decidiendo hacia dónde queremos encaminar las investigaciones y qué armamento desarrollar en primer lugar, además de tener otras funciones. Al tratarse de una nave, es posible desplazarse con ella a lugares distantes, convirtiéndola en la punta de lanza de la resistencia.
Tecnológicamente notable, pero sin asombrar
El apartado visual es, posiblemente, el punto débil de XCOM 2, aunque tampoco es un desastre total. Lo que ocurre es que después de haber visto las maravillas gráficas que han desfilado durante la presente generación, este juego queda bastante ensombrecido. Los humanos tienen buenos modelados, pero los rostros se sienten acartonados y poco expresivos. Sus movimientos son algo robóticos y poco naturales, además de no tener un gran repertorio de animaciones.
Los alienígenas y su armamento extraterrestre sobresalen un poco más en este sentido, consiguiendo ser un enemigo temible y carismático, al menos las unidades más poderosas, porque los soldados rasos parecen un ejército de clones. Los escenarios son variados y funcionales, aunque algo faltos de personalidad, por resultar un poco genéricos. Hay una saludable variedad de ambientaciones, pero nada rompedor que sorprenda con imágenes de gran belleza.
La cámara muestra la acción desde una posición elevada y no he notado fallos que entorpezcan el seguimiento de la batalla. Cuando un escenario no permite ver lo que ocurre, ya sea por una inoportuna pared en mal sitio o porque un personaje entra en una habitación, se usa el siempre socorrido truco de volver transparente todo lo que estorbe, permitiendo tener una correcta visión de los acontecimientos.
La banda sonora cumple su función de forma adecuada, con melodías acertadas para el devenir de los acontecimientos. Contiene tonadas de corte militar, que ayudan a ponerse en situación, pero muchas de ellas no destacan en absoluto, pasando completamente desapercibidas. Por suerte, hay algunas canciones que logran impregnar de un tono épico las misiones de mayor relevancia. Los efectos de sonido son correctos, aunque no les habría venido mal un poco más de contundencia, para ganar en rotundidad.
‘XCOM 2’
Me gustaría dejar claro que he disfrutado bastante jugando a XCOM 2, aunque soy consciente de que es un producto dirigido a un público muy concreto. Tiene un ritmo pausado y lento, que incentiva la planificación tranquila y sosegada. Si andas buscando acción, gráficos deslumbrantes o cinemáticas que quitan el hipo, es mejor que mires hacia otro lado.
Lo que vas a encontrar aquí es un magnífico juego de estrategia por turnos, que ofrece un reto considerable, y que recompensa a los seguidores más pacientes, que vengan dispuestos a ponerse a prueba. Trae todo lo que se le puede pedir a una secuela: mejores gráficos, más contenido, variaciones jugables, novedades de peso y continuidad argumental.
Los errores se pagan muy caros y la inteligencia artificial no hace ninguna concesión, en especial en los niveles más altos de dificultad, ya que dar un paso en falso puede resultar fatal. XCOM 2 es una producción que enamorará a todos los aficionados que disfruten planeando minuciosamente el siguiente movimiento que van a realizar.
Si quieres estar al día de la actualidad de FanFan y enterarte antes que nadie de todo lo que publicamos, síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.