Disponible desde el 10 de abril de 2020 en PlayStation 4.
Si hiciéramos una encuesta entre todos los aficionados a los videojuegos, y les preguntásemos por su título favorito de todos los tiempos, estoy convencido que muchos coincidirían en su respuesta: Final Fantasy VII. Esta obra, lanzada originalmente en 1997 para PSOne, es considerada, casi de forma unánime, como el mejor RPG de la primera consola de Sony. Por ello, cuando Square Enix anunció que estaba trabajando en Final Fantasy VII Remake, en el E3 del año 2015, los fans de la saga explotaron de júbilo. Era un sueño hecho realidad.
No es para menos, ya que estamos hablando de un juego que dejó un recuerdo imborrable, situándose sin discusión entre los más queridos de la historia de este mundillo. Sin embargo, muchos aficionados se llevaron las manos a la cabeza cuando se anunció que su lanzamiento vendría fraccionado, dividiendo la aventura original en varias partes. La noticia generó una gran incertidumbre entre los fans, pues a día de hoy todavía se desconocen el número de entregas que va a tener esta nueva reimaginación del clásico.
Ahora que por fin lo tenemos en nuestras manos, podemos contestar algunas de las preguntas que durante bastante tiempo han atormentado a los seguidores de la franquicia: ¿Está a la altura del Final Fantasy VII de PSOne? ¿Han introducido muchos cambios a la fórmula clásica? ¿Se ha mantenido el sistema de combate por turnos? ¿Puede ser considerarlo un videojuego completo, o solo es un trozo arrancado de algo más grande? Pues bien, seguid leyendo y prometo resolver todas vuestras dudas.
Volvemos a Midgar
Los compases iniciales son muy similares a los que vivimos en el original, los cuales son sobradamente conocidos por los seguidores de la franquicia. En ellos volvemos a encarnar a Cloud, un exmilitar de élite que ahora se gana la vida como mercenario. En esta ocasión, los servicios de este aguerrido soldado son requeridos por Avalancha, una organización que lucha por la defensa del planeta. Al frente de este grupo de activistas se encuentra Barret, un hombre tosco y rudo cuyos ideales extremistas suelen jugarle malas pasadas. ¿Nuestra misión? Destruir el reactor de mako n.º 1, el cual está esquilmando sin compasión la energía vital del mundo.
Antes de continuar, me gustaría poner de manifiesto uno de los puntos clave del título. Final Fantasy VII Remake se centra en los acontecimientos que ocurrían dentro del arco argumental de la ciudad de Midgar. Esto significa que tendremos que esperar un tiempo para conocer el resto de la trama, pues tal y como he comentado un poco más arriba, el juego ha sido fragmentado en varias partes. Aquí no vais a encontrar la historia completa. Para ello, no queda más remedio que aguardar el lanzamiento de las próximas entregas, algo que se producirá en una fecha todavía por concretar.
Dicho esto, me alegra comprobar que los desarrolladores han usado tal circunstancia para dotar a los personajes de una mayor profundidad emocional, ya que es muy sencillo entender sus motivaciones e intereses personales. Ahora es más fácil empatizar con ellos, pues los vemos expresar sentimientos e inquietudes con naturalidad. Esto es posible, gracias al gran número de cinemáticas y secuencias narrativas que ha incluido Square Enix, las cuales se han usado para darle otra dimensión a situaciones que en el pasado apenas tenían trascendencia.
Las batallas en ‘Final Fantasy VII Remake’ son muy dinámicas y divertidas
Al igual que el resto de apartados, el sistema de combate también ha sido rediseñado para la ocasión. Si jugasteis al original, recordaréis que los enfrentamientos se desarrollaban por turnos, en los cada personaje debía esperar pacientemente a que le tocara realizar su movimiento. Ahora todo es mucho más ágil, ya que podemos desplazarnos con bastante libertad por las zonas en las que trascurren las refriegas, mientras lanzamos una combinación de ataques físicos y hechizos sobre los adversarios. El planteamiento es similar al de un hack and slash, en el que podemos encadenar combos sencillos al tiempo que esquivamos las envestidas enemigas.
Para hacer uso de las técnicas más demoledoras, debemos acceder al menú de combate. Una vez allí, el tiempo se ralentiza casi por completo, permitiéndonos elegir con tranquilidad las opciones que tenemos a nuestra disposición. Son 4: Habilidades, Magia, Objetos y Límites. Cada una de ellas nos permite realizar diferentes acciones, las cuales podemos seleccionar para adaptarnos a la situación en la que nos encontremos en ese momento. Este sistema emplea segmentos de la barra BTC —Batalla en Tiempo Continuo— para ejecutar los ataques más fuertes, lanzar hechizos y utilizar objetos, entre otros comandos.
Además de Cloud, en Final Fantasy VII Remake también es posible manejar al resto de integrantes del equipo en cualquier momento. Con solo pulsar el botón habilitado, asumiremos el control directo de otro de los miembros del grupo, mientras el resto seguirán moviéndose de forma totalmente autónoma. Cada personaje tiene un rol muy definido, pues cuentan con habilidades únicas y movimientos especiales que los diferencian de los demás. Es de vital importancia aprender las particularidades de cada uno, ya que así podremos aprovechar sus virtudes en el momento adecuado.
Las invocaciones regresan en todo su esplendor
Las armas de los protagonistas son parte esencial de su equipamiento, ya que es la herramienta principal de todo guerrero que se precie. Pueden ser mejoradas dentro de su núcleo de materia, el cual nos permite modificar diferentes parámetros, como aumentar el daño físico, subir la defensa, potenciar los ataques mágicos, etc. Además, contienen técnicas asociadas que se desarrollan a base de usarlas. Una vez alcanzan su nivel máximo, el portador aprenderá una habilidad nueva y podrá hacer uso de ella con cualquier arma.
También es posible ampliar el número de ranuras de materia que tienen disponibles. Estas cavidades han sido habilitadas para insertar en ellas unas llamativas esferas de colores, que permiten a los personajes lanzar hechizos, usar habilidades especiales… o incluso invocar a poderosos seres primordiales. Para ello, se deben cumplir una serie de condicionantes, así que no es un recurso del que podamos abusar constantemente. Una vez estas majestuosas criaturas hacen acto de presencia en el campo de batalla, atacarán a los enemigos como si fueran un miembro más del equipo. Además, justo antes de marcharse dejarán caer sobre los oponentes una devastadora ofensiva final.
Como curiosidad, Square Enix ha incluido en Final Fantasy VII Remake una opción llamada «Modo clásico», en el que los combates tienen un desarrollo que intenta asemejarse a los del original. En él, todos los personajes pasarán a moverse de forma totalmente automatizada, incluido el que estemos controlando en ese momento. Es algo así como un «piloto automático» que nos permite centrarnos por completo en las habilidades especiales, los hechizos, las invocaciones y el uso de objetos. Aunque simplifica mucho los enfrentamientos, en la práctica no pasa de ser una modalidad meramente anecdótica.
La banda sonora mezcla temas clásicos con nuevas canciones
En la parte técnica, me gustaría destacar en primer lugar su bellísima selección musical. Además de recuperar temas clásicos, los cuales han sido reinterpretados con acordes más modernos, también se han incluido nuevas melodías que encajan de maravilla dentro del conjunto. Todo lo relacionado con el apartado sonoro roza la perfección, ya que la mayoría de las canciones han sido compuestas con un gusto exquisito. A nivel de idioma, podemos seleccionar voces en inglés o japones —con subtítulos en castellano—. La elección depende de tus preferencias personales, pero en mi opinión el doblaje nipón ha salido mejor parado.
En la faceta visual, Final Fantasy VII Remake tiene una puesta en escena inmejorable. Midgar es una ciudad muy hermosa y de gran diversidad, pues la opulencia de los barrios adinerados contrasta con la sobriedad de los suburbios menos favorecidos. Las calles están repletas de vida y cuentan con numerosos recovecos en los que buscar ítems ocultos. Mención especial para el modelado de los protagonistas y el trabajo realizado con las cinemáticas. Los combates, por su parte, lucen espectaculares en pantalla. La acción se desarrolla con una increíble fluidez, algo indispensable dadas las características del sistema de combate.
Sin embargo, debo decir que hay pequeños detalles que no están a la altura del resto. Por ejemplo: el juego tiene dificultades a la hora de cargar algunas texturas, provocando que determinadas zonas se muestren con una apariencia más borrosa y de menor nitidez. También hay varios personajes secundarios cuyo nivel gráfico es inferior al de los demás. Afortunadamente, son circunstancias muy puntuales que no ensombrecen la magnífica labor realizado por Square Enix en materia visual.
Conclusiones — ‘Final Fantasy VII Remake’
Bajo mi punto de vista, si tuviera que decantarme por una u otra versión —la entrega clásica o la moderna—, habría casi un empate, pero me sigo quedando con el original de 1997. Sí, es posible que me traicione la nostalgia y aquel videojuego no fuera tan bueno como yo lo recuerdo, pero es indudable que me dejó una huella mucho más profunda de la que me ha dejado esta reinterpretación del clásico. ¿Significa eso que este remake no está a la altura? Nada más lejos de la realidad, ya que estamos ante uno de los lanzamientos más potentes del presente año.
Eso sí, hay determinados puntos en los que esta obra tiene margen de mejora. Además de los detalles visuales de menor calidad que ya he comentado, también vamos a encontrar varias misiones secundarias cuya única función consiste en alargar de forma artificial la experiencia. Eso sin olvidar que la historia original no está aquí al completo, dejando la trama en el aire a la espera de nuevas entregas.
A pesar de ello, sería injusto ignorar las inmensas virtudes que atesora el título. Para empezar, su altísimo nivel audiovisual le confiere el estatus de superproducción. Un triple A en toda regla que se disfruta de principio a fin. El sistema de combate es otro de sus grandes valores, ya que constantemente se están introduciendo nuevos elementos para mantenerlo fresco y divertido en todo momento. En definitiva, Final Fantasy VII Remake no solo apela a la nostalgia para atrapar al público, pues tiene argumentos de sobra para ocupar por sí mismo un lugar destacado dentro de esta mítica saga.
Lo mejor:
- Apartado visual de primer nivel.
- La banda sonora es una delicia.
- Los enfrentamientos contra los jefes finales están cargados de épica y son puro espectáculo.
- El sistema de combate es muy dinámico y desafiante.
Lo peor:
- Algunas misiones secundarias están ahí únicamente para aumentar la duración del juego y no son demasiado interesantes.
- Hay pequeños detalles gráficos que no están a la altura del resto.
- El final no va a ser del agrado de todo el mundo.
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