El ‘De Gaulle’ de Gabriel Le Bomin, un héroe total

Entrevista con Gabriel Le Bomin, director de De Gaulle

Mayo de 1940. La guerra en Europa entra en una nueva fase. El ejército francés se hunde y los alemanes estarán pronto en París. La guerra relámpago, lanzada con un ejército cargado de anfetaminas, ha destrozado el ejército francés. El pánico se extiende por Francia. El gobierno está a punto de aceptar la derrota. Un hombre, el general Charles De Gaulle, quiere cambiar el rumbo de la historia. Su mujer, Yvonne de Gaulle, es su gran apoyo. Pero muy pronto los acontecimientos separan al matrimonio. Yvonne y sus hijos emprenden el camino del exilio. Charles de Gaulle viaja a Londres. Quiere escuchar otra voz, la de la resistencia.

Un de Gaulle íntimo

Cuando a Le Bomin le preguntan por el origen de la película, habla de su trabajo como documentalista: «siempre, en la ficción y en el documental, me he encontrado con la figura de Charles De Gaulle. Ese periodo de la Francia libre era un tiempo que yo conocía bastante mal. Conocía, obviamente la resistencia interior, pero no la del exterior. De Gaulle era una figura muy presente en los documentales sobre la colaboración, sobre la guerra de Argelia, sobre la Quinta República. Y cuando comenzamos a reflexionar sobre un guion para una película sobre este personaje con Valérie Ranson-Enguiale, nos dimos cuenta de que hay varios de Gaulle. pero nos interesa sobre todo el de Gaulle «ilegítimo«, el de junio de 1940. Es el momento de su vida en que es más frágil, más humano. Teníamos la intención de llegar a lo íntimo del personaje».

Cartel de De Gaulle
Cartel de De Gaulle

¿Quién es De Gaulle en ese momento?

Gabriel Le BominEs un hombre de 50 que no pasa de coronel, con teorías sobre la ofensiva contra Alemania que despiertan el desprecio de sus colegas. Es un hombre que lleva encima el sufrimiento de la Primera Guerra Mundial con ideas que no prosperan. En la primera guerra fue herido, estuvo prisionero durante dos años. Es decir, no tuvo precisamente una actuación gloriosa. Y ahora ve que Francia se hunde, no puede hacer nada, y que una parte de la clase política acepta la derrota. Es en ese momento cuando, como escribe en sus memorias, va a dar un salto hacia lo desconocido. Deja todo atrás y elige la clandestinidad. Arrastra a su familia a la aventura, asume todos los riesgos. Es degradado y condenado a muerte por el gobierno francés. Un momento de soledad extrema. Fue entonces cuando concibió una constitución que diera todo el poder sobre el ejército al presidente de la república.


Un De Gaulle obsesionado por lo que les puede pasar a los suyos

En efecto. La película es la historia de una pareja, Yvonne y Charles. Tenían una relación muy fuerte. Y se ve en las cartas que se intercambian en la época o en sus «Memorias de guerra», que el le dedica con estas palabra: » para ti Yvonne, sin ti no se habría hecho nada». Es ella la que le da la fuerza para continuar. Se podría decir a modo de caricatura que ella es la entrenadora de un boxeador al que le repite de forma continua: no olvides quién eres.

La película comienza con una escena muy íntima

Vemos a Yvonne y a Charles en la cama, como todos los matrimonios. Es sus memorias, De Gaulle escribe sobre su relación con Yvonne y dice que se apoyaban mutuamente, que cada uno sostenía al otro. Hoy el lugar de las mujeres es mucho más fuerte. ‘Creo que esta es una película que no habría podido hacer hace diez años. Me habrían dicho que Yvonne no era un personaje muy interesante. También está en la película la hija trisómica del matrimonio, Anne. De Gaulle afirma en sus memorias que le ayudó a superar todos los fracasos y a mirar más alto. Ilumina la dimensión del personaje. No era fácil, podíamos haber caído en lo patético’.

De gaulle
De Gaulle en la playa con su hija Anne, en una escena de la película, fotografiados por su mujer Yvonne

De Gaulle es un personaje foto tocado por el cine

Nunca se le ha dedicado una película. Hay varios telefilmes pero todos sobre su periodo de la travesía del desierto. Hay muchos documentales pero ninguna película de ficción. Es extraño. Los ingleses hicieron hace un años dos películas sobre Churchill, que aparece en 18 películas o series desde los años sesenta. No hablemos de los americanos. Hemos hecho esta historia porque nos interesaba a nosotros, sin más preguntas. Es, sin duda un momento histórico sorprendente. De Gaulle se va a Londres, se convierte en un traidor, un fugitivo, y arriesga en todo momento su propia vida.

Y con una clase política que se rinde lleva la ocupación, la colaboración, el antisemitismo

Es común en la Europa de los años 30: Alemania, Francia, Italia. El antisemitismo de Pétain está afirmado desde la segunda escena, así como su antimasonismo. El primer decreto de Vichy, de julio de 1940 promulga la obligación de publicar la lista de las logias en la puerta de los ayuntamientos. Es una obsesión, como el antisemitismo.

Hablemos de Lambert Wilson y de su papel como De Gaulle.

Cuando comienzas a reflexionar sobre los actores que pueden encarnar un personaje como De Gaulle en su época, es decir un hombre de cincuenta años, con su aspecto, con su autoridad y su presencia, las cosas van muy rápido. Añade la notoriedad del actor que debe tranquilizar a los inversores, y la lista de recorta. A Lambert Wilson le gusta encarnar ese tipo de personajes de novela. Ha hecho de comandante Cousteau, y de Abbé Pierre. Le gusta construir el papel. Se alimenta de esa tradición anglosajona que no tiene miedo de implicarse con todo su cuerpo.

¿Y la voz de De Gaulle?

Le dije a Lambert que no íbamos a intentar imitar la voz del general. Con un coach habría sido posible, pero en mi opinión eso habría anulado toda emoción. Lambert ha escuchado mucho a De Gaulle, pero sobre todo para hacerse con su pronunciación, sobre todo en la escena del famoso discurso del 18 de junio de 1940.

Para el papel de Yvonne eligió a Isabelle Carré

Yvonne es un personaje de un perfil muy difuso. En la época que retrata la película es una mujer de 40 años, muy femenina, muy bella. Es cáustica, irónica. La imagen de una Yvonne docil y silenciosa junto al fuego del Elíseo, una imagen que se ha difundido por los medios, es falsa. No se corresponde con la realidad. A la muerte de De Gaulle se retiró porque quiso que solo la obra del general brillara. Para construir este personaje teníamos más libertad. La sensibilidad y el talento de Isabelle Carré aporta una dimensión propia al personaje, una cierta discreción, y una forma de valentía. Es una actriz magnífica.

Las palabras como único recurso

La película no ha tenido buenas críticas fuera de Francia. Algunos hablan de una historia muerta. Pero hay momentos brillantes, por ejemplo los diálogos entre De Gaulle y Winston Churchill. Había tensión pero también un acuerdo en lo fundamental. Churchill, como De Gaulle, se enfrentó de su gobierno ante la estrategia de resistir a ultranza. ¿Porqué debería confiar en usted?, le pregunta a De Gaulle.Porque estoy solo, contesta el general. Las palabras son las únicas armas que me quedan”, añade, para convencerle de usar la radio. De Gaulle estaba seguro, desde el comienzo de la guerra, de que sería a escala mundial, que los imperios francés y británico darían la batalla y que el poderío industrial de Estados Unidos terminaría por doblegar a Hitler.

Marianne Échiré
Marianne Échiré
'Gourmet' y 'gourmande', adoro cocinar y disfrutar de la buena mesa, sobre todo en compañía. Soy exigente y quiero pensar que también justa en mis críticas. Y sé que hasta del más humilde tengo algo que aprender.

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