Ambientada a finales de los años 50 en el idílico condado de Kent, conocido como “el jardín de Inglaterra”, Los Larkin es la historia de una familia encabezada por el bonachón de Pop Larkin (Bradley Walsh) y su mujer Ma (Joanna Scanlan). Juntos sacan adelante a sus seis hijos trabajando en su campo repleto de gatos, gansos, cerdos y caballos; algo nada fácil en la época en la que viven. Por más contratiempos que aparezcan, con todo tipo de argucias y triquiñuelas, esta astuta y amable familia conseguirá que en su pueblo se viva como en ninguno.
Hay días en los que el cuerpo te pide acurrucarte en el sofá, beber una tacita de
té y refugiarte en una serie que te evada del mundo real –que, a menudo, es espantoso–. Si sabes de lo que hablo, seguro que tienes en mente tus tardes con “Todas las criaturas grandes y pequeñas” o con “Los Durrell”.
Son series familiares, que hablan de la familia, que tienen un tono optimista, y en las que los conflictos tienen siempre una solución basada en la indulgencia, en el afecto, y en la comprensión. La historia de este género es larga. Esta añade además el gusto de los británicos por la vida en el campo, las granjas, la naturaleza, y un pastel con mermelada las tardes de los sábados.
El guionista de la segunda de las que hemos citado, Los Durrell, Simon Nye, ahora firma otra serie para apuntar en nuestra lista de títulos de confort: Los Larkin. Basándose en la saga “The Darling Buds of May” de H. E. Bates, Nye adapta, bajo la dirección de Andy De Emmony (“El nido”), la historia de la alegre y entrañable familia Larkin, formada por Pop, Ma y sus seis hijos.
Es la segunda vez que esta familia se lleva a la pequeña pantalla, pues en 1991 se hizo otra adaptación seriada, protagonizada por David Jason, Pam Ferris y Catherine Zeta-Jones, que encandiló al público británico y que popularizó la novela original.
“Los Larkin” está ambientada a finales de los años 50 en el idílico condado de
Kent, conocido como “el jardín de Inglaterra” por su amable paisaje rural, marcado
por la horticultura y la ganadería, y que está formado por pequeños pueblos llenos de
encanto e historia. Cuando una ve Los Larkin entiende que las revistas con más tirada en Inglaterra sean las que hablan de la vida en el campo. No hay pueblo más aficionado al mundo rural que el británico.
En medio de estos pintorescos y soleados paisajes se encuentra la
granja de la familia Larkin. Allí, Pop y Ma Larkin sacan adelante su numerosa familia y
su campo repleto de gatos, gansos, cerdos y caballos; algo nada fácil en la época en
la que viven. Es una serie sobre los grandes valores familiares, explica el actor Bradley
Walsh (“Doctor Who”).
Cada capítulo nos devuelve a esos tiempos en los que la celeridad e impaciencia de hoy en día no existían. No había móviles ni internet, y pienso que tenemos mucho que aprender de una familia como los Larkin. Su compañera de reparto es Joanna Scalan (“The Thick of It”).
Lo mágico de la serie reside en la simplicidad del mundo de los Larkin. Se quieren con locura, se escuchan y se respetan. Creo que no estaría nada mal replantear la vida moderna. Con más de 4 millones de espectadores por episodio, “Los Larkin” se ha convertido en el nuevo fenómeno feel-good televisivo de Inglaterra.
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