Código Emperador abrió el último festival de Málaga y se puede ver en Netflix. Recupera el viejo tópico del policía del servicio secreto que quiere cambiar de vida porque en medio de una investigación ha encontrado el amor. Su amada se llama Wendy, es filipina, y ahorra dinero para montar, con sus hermanas, que son legión, un hotel junto al mar. Todo muy tierno para cautivar a ese Tosar que hace muy bien de bruto con corazón de oro, pero de nada más. Tosar es un buen actor al que le faltan registros, y en esta película lo vuelve a demostrar. No cambia de cara ni aunque le toque el Euromillones. Código Emperador empieza mal. No se define, no se sabe dónde va. Hay que echarle paciencia. Al final, se queda a medias: buenas intenciones, algunas banalidades, y poco fuste. Visualmente le falta fuerza, mucha fuerza.
Le falta ritmo, le falta definición, le falta redondear la historia y trabar mejor los diferentes elementos que la componen para que la historia termine de funcionar. Es una historia correcta, pero nada más, previsible desde el principio al final, sin giros, sin sorpresas, sin intriga. Al lugar común del poli secreto que quiere cambiar de vida, le acompaña una trama basada en la idea de que un político sin cadáveres en el armario es peligroso. Un periodista sin basura propia también. Que se lo pregunten al que tiene la información de las saunas del suegro de Sánchez.
Una trama policial se encarga de poner a cada inocente su pecado, a cada honrado su dosis de corrupción para que el sistema, como dice el jefe Galán, sea un juego de equilibrios capaz de soportar cualquier presión exterior. Entre bomberos no nos pisamos la manguera. El guion le gustará a aquel semental de Podemos que va diciendo por ahí que su caída se debió al sistema, cuando en realidad fue su ascenso el que debemos atribuir al establishment.
Los que actúan
Código Emperador está protagonizada por Luis Tosar. Encarna a Juan, le da una vida gris, crepuscular. Una no termina de creerse a Tosar en el papel. Le falta edad para ser escéptico, y sobre todo le faltan registros para convencernos de que el mismos que pone las cámaras en casa de los traficantes de plutonio es el mismo que le compra los billetes de avión a su novia. .
A Tosar lo acompañan Alexandra Masangkay -como Wendy-, es decir, la filipina que se enamora del poli. Georgina Amorós -en el rol de Marta-, Denis Gómez -como Ángel-, Miguel Rellán -en el papel de Galán-, Laura Domínguez -Ana- y María Botto -Charo-. El resto del elenco lo completan Fran Lareu, Arón Piper, Juan Carlos Vellido, Santi Prego, Erik Novák y Patirke Mendiguren.
El director y el guionista
La cinta está dirigida por Jorge Coira y cuenta con un guion de Jorge Guerricaechevarría. Al guion le sobran algunos momentos que lastran el ritmo. A algunos guionistas les gusta dar muchas explicaciones para que el espectador, del que piensan que es un flojo que está tirado en la butaca medio dormido, no tenga que pensar nada. El espectador suele tener su inteligencia, escasa a veces, pero suficiente como para entender que si te dan un disco duro y te dicen que en cuatro horas te llegará el código de desencriptación, quiere decir que Juan, Luis Tosar, tiene todo ese tiempo para negociar su huida.
La fotografía es de Pablo Rosso y la música es obra de Xavier Font y Elba Fernandez. El sonido es bueno, y no peca, como tantas películas españolas, de una grabación en la que los actores hablan para el cuello de su camisa. Aquí se les entiende todo. Código Emperador es una producción de Vaca Films a la que acompañan The Playtime Group, Sábado Películas, Netflix, RTVE y Televisión de Galicia (TVG).