El salón de pachinko. Elisa Shua Dusapin. Traducción de Andrea Daga. Automática Editorial
La protagonista de El salón de pachinko es una joven de habla francesa que vive en Suiza, y decide pasar una temporada con sus abuelos maternos en Japón, y acompañarlos en un viaje a su Corea natal. Elisa Shua Dusapin es una escritora francesa de madre surcoreana y que ha vivido en París, Seúl y Suiza, nacida en 1992. A pesar de su juventud tiene una trayectoria internacional consolidada. Ganadora del National Book Award con su primera novela, que ha sido adaptada al cine y que acaba de ser presentada en el Festival de Cine de Toronto. Creo que la propuesta narrativa de Dusapin debe entenderse como un retrato del mundo de la autora a través de unos personajes de ficción.
La novela se articula a través de tres tramas argumentales: la relación de la protagonista con sus padres y su novio, la relación de la protagonista con una jovencísima alumna y su madre, y la relación de la protagonista con sus abuelos.
La novela comienza con la protagonista yendo a conocer a su alumna, una niña de diez años a la que enseñará francés para que pueda estudiar en Suiza, tal como hizo su madre, profesora de Literatura francesa. El padre, ingeniero de trenes, está desaparecido. La narradora establecerá con la niña un importante vínculo.
El salón de pachinko, que da título a la novela, es un salón de juegos donde viven los abuelos, gente ya muy mayor que han emigrado a un país muy distinto de su lugar de origen, y que sienten que pertenecen a un país que no existe. Su país se partió y ahora hay dos países, pero ninguno de los dos es su país.
El juego del pachinko fue la salida que encontraron los emigrantes coreanos para sobrevivir en un país que no les daba trabajo. Básicamente es una máquina tragaperras en que intervienen unas bolas metálicas como las del pinball. El nombre viene del sonido de la máquina, originalmente mecánica, que hacía: pachín, pachín, pachín.
El pachinko, pues, es un símbolo de los coreanos de Japón.
Los abuelos hace cincuenta años que están en Japón, pero viven encerrados en su mundo. Ven la televisión coreana pero no se relacionan con los coreanos de Japón. La abuela va a comprar al barrio coreano y se niega a hablar japonés. Tiene sus motivos.
En cuanto al viaje, que inicialmente debían hacer los abuelos con la protagonista y su pareja, que ha quedado en Suiza, se va aplazando su ejecución. El libro está lleno de referencias culturales japonesas, marcas comerciales de productos o de locales.
Este es un libro que hay que leer despacio, no porque sea difícil de entender, sino porque es algo así como una estructura de clara montada que requiere de una cierta lentitud para percibir todos los detalles. Un libro con una estructura muy precisa, donde todas las piezas van encajando poco a poco. Una novela corta, dividida en capítulos cortos, de frases cortas, en que la autora utiliza un lenguaje claro, nítido.
Un gran libro escrito por alguien muy joven.
Una novela para comprender mejor una cultura tan alejada de la nuestra como la japonesa. Una recomendación sin paliativos. Uno de los mejores libros que he leído este 2024 y accesible para todo tipo de lector.
Si queréis saber más sobre el pachinko, aquí os dejo un video.