«Expediente Netanyahu», un documental forzado y lleno de trampas

El próximo 13 de diciembre Filmin estrena en exclusiva en España uno de los documentales de los que más se va a hablar en las próximas semanas. Se trata de «Expediente Netanyahu» («The Bibi Files» según su título original) y destapa diversos casos de corrupción en los que supuestamente están implicados Benjamin Netanyahu y miembros de su familia mostrando fragmentos de interrogatorios policiales realizados en 2019, filtrados al productor Alex Gibney y que no habían sido vistos hasta ahora.

La película está dirigida por la nominada al Emmy Alexis Bloom y causó una enorme conmoción a su paso por el Festival de Toronto donde se pudo proyectar a pesar de la demanda de bloqueo que Netanyahu presentó en el Tribunal de Distrito de Jerusalén y que el juez rechazó. Las imágenes que contiene la película no se han podido emitir todavía en Israel porque la ley de derecho a la privacidad exige la autorización expresa de cualquier persona que haya sido grabada.

expediente netanyahu

La película afirma que, hace unos diez años, Netanyahu pasó de ser un líder de derechas en general legítimo a alguien que ha alcanzado privilegios sin precedentes, lo que le permite justificar su corrupción y silenciar a la oposición. La tesis del documental vincula sus corruptelas a la actual guerra en Gaza, pues la estrecha vinculación de Netanyahu con las fuerzas de extrema derecha y su necesidad de entorpecer el proceso judicial en su contra estarían explicando esta ofensiva sin fin sobre los territorios palestinos tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. «Lo que mostramos son solo los casos de los cuales la policía tiene evidencias. Pero está claro que Netanyahu teme que surjan otros cargos cuando ya no sea Primer Ministro», afirma el productor Alex Gibney.

La guerra de Gaza

Gibney y Alexis Bloom se defienden de las acusaciones de antisemitismo que ha recibido y va a recibir el documental. «La película claramente no es antisemita ni anti-Israel. Todas las personas entrevistadas en la película son israelíes, y aparte de una, todas son judías. Todos son críticos de Netanyahu, y si hacemos caso a las encuestas, también lo es el setenta por ciento de la población israelí», afirma Bloom: «Tiene que ser posible criticar a Netanyahu sin que se vea como antisemitismo. Él no es el judaísmo. Él no es Israel». Aunque el tema de la película no es el conflicto entre Israel y Palestina, sí explica cómo intervino Netanyahu en la financiación de Hamás para perjudicar a la Autoridad Nacional Palestina

Bloom nos va llevando hasta la actualidad, que es lo que le permite anclar el documental en el contexto de la guerra de Gaza. Ella misma lo reconoce cuando dice que «La película no trata sobre el 7 de octubre o la guerra en Gaza, o en Líbano. Se trata de Netanyahu y su familia. Pero cuando hablamos de Israel ahora, la guerra está en la mente de la gente. Simplemente no hay manera de evitar eso». Pero lo cierto es que, después de ver el documental, la tesis de Bloom es que la guerra de Gaza está más conectada con el juicio a Netanyahu que con los ataques del 7 de octubre, y esa tesis no se sostiene, está forzada y su conclusión es tramposa: se presenta al final, cuando ya hemos visto numerosos interrogatorios a Netanyahu y sus colaboradores, en un giro torticero de la narrativa.

«Expediente Netanyahu» ha sido vendida a diversos países, pero su distribución en Estados Unidos no ha sido fácil, «probablemente por la estrecha relación del país con Israel», afirma Gibney. La película se ha estrenado directamente en el servicio de pay-per-view Jolt.film. Tal y como explica Alexis Bloom: «Aunque Israel aparece en los periódicos todos los días nadie quería tocar esta película. Alex y yo pensamos que, en lugar de tener que hacer concesiones, como editar las partes más controvertidas, deberíamos apoyarnos en otra gran opción que la tecnología tiene para ofrecernos como Jolt. Los servicios de streaming aparecieron de repente y rápidamente se hicieron omnipresentes. Tal vez Jolt podría ser una plataforma omnipresente para las películas que los servicios de streaming no quieren o tienen miedo de estrenar».

Marcelo Brito
Marcelo Brito
Nací en 1960 en Matanzas, Cuba. Hijo de gallegos. Crecí entre pocos libros, pero con una curiosidad insaciable. Estudié cine en La Habana y salí de Cuba en cuanto pude porque el mundo era limitado, estrecho, pobre, áspero y poco higiénico, para el cuerpo y para la mente. He colaborado en múltiples publicaciones. Primero en Miami Herald, luego en Caretas de Perú, y ahora en FANFAN.

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