El boom del podcast cultural: por qué escuchamos tanto y leemos menos

Hace apenas una década, la idea de que millones de personas dedicarían horas semanales a escuchar conversaciones sobre literatura, cine, arte y pensamiento habría parecido improbable. El ensayo, la crítica y la divulgación cultural eran dominios del papel, de suplementos especializados y de revistas con tiradas limitadas. Sin embargo, en un tiempo récord, el podcast cultural ha conquistado a audiencias jóvenes y maduras en España y América Latina, multiplicando las maneras de relacionarnos con la cultura. ¿Qué explica este fenómeno? ¿Por qué la voz humana se ha convertido en el nuevo territorio del ensayo?

La primera clave está en la portabilidad. Nunca antes había sido tan fácil escuchar contenidos de calidad mientras conducimos, cocinamos o caminamos. El podcast ha convertido la cultura en un acompañamiento permanente que se adapta a la vida cotidiana. La segunda razón es la cercanía: la voz de un conductor genera intimidad, credibilidad y la sensación de pertenecer a una comunidad. La tercera es la economía de la atención: en un mundo saturado de pantallas, el audio permite concentrarse en una historia sin distracciones visuales. Y la cuarta, la más decisiva, es la democratización tecnológica: hoy cualquiera puede producir un podcast con un micrófono asequible y un software gratuito.

En España, algunos programas se han consolidado como referentes indiscutibles de este nuevo panorama. Uno de los más populares es Un Libro Una Hora, producido por Podium Podcast y conducido por Antonio Martínez Asensio. Cada semana, este espacio ofrece un recorrido narrativo por una obra literaria, combinando fragmentos leídos con análisis y contexto. Episodios dedicados a Los hermanos Karamázov, El corazón de las tinieblas o Patria se han convertido en verdaderos éxitos de audiencia. Su propuesta es sencilla pero eficaz: condensar la esencia de un libro en 60 minutos sin perder rigor ni belleza.

Otro ejemplo destacado es Todopoderosos, un fenómeno que mezcla erudición y humor en dosis equivalentes. Arturo González-Campos, Javier Cansado, Rodrigo Cortés y Juan Gómez-Jurado desgranan la historia del cine, la literatura y la cultura pop con un entusiasmo contagioso. La clave de su éxito reside en el tono cercano y la complicidad entre los presentadores, capaces de alternar anécdotas y análisis con una naturalidad que engancha a miles de oyentes.

Más allá del entretenimiento, la divulgación cultural también tiene un espacio sólido. La Cultureta de Onda Cero se ha consolidado como un podcast semanal que explora libros, películas, música y debates intelectuales con un enfoque plural y reposado. Su equipo de colaboradores convierte cada episodio en una conversación que recuerda a las tertulias literarias de antaño, pero con el dinamismo del audio digital.

En América Latina, el auge del podcast cultural ha seguido un camino igualmente vertiginoso. En México, Cuentos Increíbles se ha convertido en un espacio donde se reinterpreta la narrativa breve con un cuidado especial por la ambientación sonora. Cada episodio rescata un relato clásico o contemporáneo con una producción que prioriza el detalle y la emoción. También mexicano es Literofilia, un podcast independiente que combina reseñas de libros, entrevistas con escritores y recomendaciones de lectura, todo con un enfoque desenfadado y cercano.

En Argentina, Entrelíneas, dirigido por Eugenia Zicavo, propone un espacio de conversación donde la literatura convive con la cultura pop y los debates sociales. Cada episodio se adentra en temas como los vínculos afectivos, la memoria histórica o las nuevas corrientes narrativas. Otro proyecto notable es Lo que quiero leer, que explora novedades editoriales con un estilo ágil y una vocación claramente divulgativa.

Colombia, por su parte, ha desarrollado algunos de los podcasts más respetados de la región. Paredro, conducido por Camilo Hoyos, se ha convertido en una referencia imprescindible para pensar la literatura contemporánea en español. Sus entrevistas a autores, críticos y editores se articulan como ensayos orales donde la conversación es una herramienta de descubrimiento.

En España también destaca Fanfan, el podcast de la revista cultural del mismo nombre, que combina recomendaciones literarias, entrevistas y monográficos sobre cine y artes escénicas. Con un tono cercano pero informado, Fanfan ha logrado fidelizar una audiencia que busca un análisis riguroso sin renunciar a la amenidad.

¿Por qué escuchamos tanto y leemos menos? Parte de la respuesta reside en la accesibilidad: un podcast es gratuito y se consume mientras hacemos otras cosas. Otra parte está en la inmediatez: puedes enterarte de las claves de un libro o una película en media hora, cuando un artículo largo requiere más tiempo y concentración. Pero también influye el regreso de la voz como vehículo principal de transmisión cultural. El oído, tan postergado en la cultura de la imagen, ha recuperado su centralidad. Al escuchar, conectamos con la emoción, la intención y el carisma de quien habla.

Este auge plantea también interrogantes. ¿Puede un episodio de 40 minutos sustituir el estudio pausado de un ensayo? ¿Qué se sacrifica cuando se prioriza la inmediatez y el consumo multitarea? Estas preguntas tienen respuestas abiertas. Muchos lectores descubren un libro gracias a un podcast, y solo entonces compran el volumen y lo leen. Otros se quedan con el episodio como única aproximación. El podcast no reemplaza la lectura, pero sí transforma la manera de llegar a ella.

Otra ventaja indiscutible es la diversidad de enfoques. Algunos proyectos se estructuran como crónicas narrativas (caso de Radio Ambulante), otros como entrevistas profundas, y otros como tertulias distendidas. Esa variedad explica su capacidad de atraer públicos diferentes, desde jóvenes que empiezan a explorar la literatura hasta oyentes experimentados que buscan ampliar su horizonte.

Audiencias

Según el Informe sobre el consumo de pódcast en español 2024 de iVoox y el Observatorio iAB Spain, más de 26 millones de personas escuchan pódcast en español de manera regular, con un crecimiento interanual del 16%. En España, casi el 60% de los internautas entre 18 y 45 años consumen pódcast al menos una vez al mes, mientras que en México y Argentina el público se ha duplicado en los últimos tres años. El género cultural —que incluye literatura, cine y divulgación artística— ocupa el tercer puesto en preferencias, solo por detrás de entretenimiento general y desarrollo personal. Los pódcast de cultura concentran un público especialmente fiel: un 72% de los oyentes siguen los programas completos y más de la mitad afirman que gracias a estos contenidos descubren libros y autores que antes no conocían. Entre las plataformas más utilizadas destacan Spotify, que lidera con un 43% de cuota de escucha, seguida de YouTube (28%), que ha crecido como canal para pódcast en vídeo, y iVoox (19%), que mantiene un fuerte posicionamiento en España. Este auge no muestra signos de desaceleración: se estima que en 2025 el mercado hispanohablante supere los 30 millones de oyentes, consolidando el audio como uno de los canales culturales más influyentes del ecosistema digital.

Para quienes se plantean crear un podcast cultural, la buena noticia es que hoy resulta más accesible que nunca. Aquí tienes cinco consejos prácticos para empezar con buen pie:

  1. Define tu identidad: elige un tema específico y un tono reconocible. No basta con hablar “de cultura”; conviene encontrar un ángulo único.
  2. Cuida la calidad del sonido: invierte en un micrófono decente y graba en un espacio sin reverberación. La calidad técnica marca la diferencia.
  3. Estructura cada episodio: planifica la introducción, los bloques de contenido y un cierre con llamada a la acción o resumen.
  4. Crea una identidad visual y sonora: un logo atractivo, una portada bien diseñada y una sintonía original ayudan a consolidar tu marca.
  5. Publica con regularidad: la constancia es clave para construir y mantener una audiencia fiel.

En definitiva, el podcast cultural es un síntoma de época y una oportunidad. Nos devuelve la voz como forma de pensar juntos. Un nuevo territorio del ensayo que, lejos de desplazar la lectura, la acompaña y la enriquece.

Marcelo Brito
Marcelo Brito
Nací en 1960 en Matanzas, Cuba. Hijo de gallegos. Crecí entre pocos libros, pero con una curiosidad insaciable. Estudié cine en La Habana y salí de Cuba en cuanto pude porque el mundo era limitado, estrecho, pobre, áspero y poco higiénico, para el cuerpo y para la mente. He colaborado en múltiples publicaciones. Primero en Miami Herald, luego en Caretas de Perú, y ahora en FANFAN.

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