Andrea Longarela: «El faro de los amores dormidos para mí es nostalgia, mar y amores de los que nunca se olvidan»

He tenido la gran suerte de poder entrevistar a Andrea Longarela, autora de Te espero en el fin del mundo o El faro de los amores dormidos, su última novela, entre otras. En esta entrevista ahondaremos en su faceta como escritora y nos contará como es su personalidad a la hora de narrar así como entresijos de sus novelas

Hola, Andrea, qué ganas de hablar contigo y especialmente después de leer Te espero en el fin del mundo creo sinceramente que es una de las novelas más bonitas que he leído en mi vida ¿Crees que para ti ha sido un cambio en tu faceta como autora? ¿Cómo ha cambiado tu vida desde la publicación de esta novela?

Muchas gracias por tus palabras, Laura. La verdad es que, incluso un año después de su publicación, sigo en una nube. Te espero en el fin del mundo supuso un cambio muy grande en mi carrera a nivel de proyección y visibilidad. Y supongo que como autora también marcó el comienzo de un camino en el que me siento más cómoda y al que he llegado después de muchas novelas con las que he aprendido y evolucionado. Es el resultado de años de trabajo que me han llevado a encontrar la voz y el estilo con los que más satisfecha me siento.

Portada de 'Te espero en el fin del mundo' de Andrea Longarela
Portada de ‘Te espero en el fin del mundo’ de Andrea Longarela

Aunque haga referencia a esa novela son múltiples las obras que has escrito, algunas bajo tu nombre y otras bajo el pseudónimo de Neïra ¿Por qué ese cambio de nombre a Andrea Longarela? ¿Son ahora tus novelas más personales?

Siendo honesta, lo hice porque cuando comencé nunca creí que esto pudiera convertirse en algo serio. Escogí un seudónimo por dos razones: para esconderme (aunque el escondite duró poco) y para separar mi faceta como escritora del resto de mi vida, tanto personal como profesional en aquel momento. Con el tiempo decidí, junto a la editorial, dar poco a poco más espacio a mi nombre hasta que Neïra quedó solo como un recuerdo precioso. Se podría decir que Neïra abarca los orígenes de una Andrea un poco perdida que se ha ido afianzando.

Cada novela es especial y muchas de las que tú has escrito hablan de la pérdida o de la soledad, un ejemplo de ello es April, Adam y la trayectoria de los planetas ¿Cómo surge esta historia? ¿Crees que es una de tus historias más profundas? ¿Si ahora la volvieras a escribir la tratarías del mismo modo?

Hay temas que me persiguen. Quizá porque están tan presentes en la vida que me obsesiona tratarlos desde perspectivas diferentes. Uno de ellos, como bien dices, es la pérdida y su duelo correspondiente. Por otro lado, April, Adam y la trayectoria de los planetas es una de las novelas de las que más orgullosa me siento. Siempre que me preguntan por mi favorita me viene a la cabeza al instante. Tal vez porque al acabarla sentí que, por fin, había escrito la novela que siempre había deseado escribir, pero para la que hasta ese momento no estaba preparada.

No la he releído nunca, pero no creo que cambiara nada más allá de palabras o cositas sueltas. Creo que lo especial de ese proyecto es su profundidad desde la sencillez. Siempre he pensado que hay una belleza implícita en las cosas tristes, por mucho que duelan, y la historia de April y Adam es un ejemplo de eso.

Yo sí que he notado una evolución en ti como novelista, he leído tus novelas más recientes y ahora estoy con las primeras, noto ahora tus textos más reflexivos y reivindicativos, más honestos ¿Y tú, cómo te sientes? ¿Has releído alguno de tus antiguos relatos o prefieres evitarlo porque cambiarías todo?

No me releo por miedo. Soy muy exigente y releer los proyectos cerrados solo me llevaría a la frustración por no poder volver atrás. Al mismo tiempo me alegro de que así sea, porque significa que ha habido evolución y eso siempre es positivo. Cuando pienso en esas primeras historias las sigo sintiendo mías, pero a la vez más lejanas de la Andrea que soy hoy. Todos cambiamos y es parte de la vida. Creo que el secreto está en aceptar quienes fuimos en ese momento y no angustiarnos por que esas novelas (ideas, pensamientos…), no encajen con quienes somos ahora.

Ahora nos adentramos en tu última publicación El faro de los amores dormidos, sé que adentrarte en esta novela ha sido complicado por la gran expectación y aceptación de tu trabajo anterior, pero una vez quitada la presión ¿Qué ha sido para Andrea Lonagarela este libro?

Una experiencia increíble. Durante el proceso lo pasé mal a ratos, no voy a engañarte, porque las expectativas puestas en mí me bloqueaban un poco, pero estaba muy segura del proyecto, de lo que quería contar y cómo, así que hacerlo resultó sencillo. La respuesta del público ha sido tan positiva que solo confirma que no me equivoqué al escogerlo. Ahora solo tengo que soportar el agobio de estar a la altura con el siguiente… (como ves, ¡la historia se repite!).

Portada de 'El faro de los amores dormidos' de Andrea Longarela
Portada de ‘El faro de los amores dormidos’ de Andrea Longarela

En El faro de los amores dormidos nos recluimos en un pequeño pueblo de poco más de doscientos habitantes a donde Alba vuelve tras años de ausencias, allí cuidará de su abuelo con demencia y se reencontrará con un viejo amor ¿Qué tienen de especial los pueblos para que volvamos a ellos? Si Enol y Alba se hubieran conocido en otro lugar ¿Crees que hubieran empezado algo?

Este verano estaba con mi abuela paseando por el pueblo en el que veraneo con mi familia y me dijo algo muy bonito que me hizo pensar: «Todo el mundo se merece tener un sitio al que poder regresar cada verano». Creo que por ese motivo esos lugares son tan especiales, porque son adonde vamos cuando lo demás nos pesa demasiado. Son vías de escape, burbujas, y suelen englobar recuerdos que idealizamos aún más con el transcurso del tiempo. Ahí radica su encanto, su magia.

Eso es lo que les pasa también a Enol y a Alba; y no, no creo que lo suyo hubiera sido igual en otro lugar, puede que sí surgiera, pero sería otra historia muy diferente. Al fin y al cabo, Varela era tan parte de su romance como ellos mismos y sus sentimientos.

Alba huye de todo y se refugia en Varela de Mar, es una chica joven que ha empezado varios proyectos pero no finaliza ninguno, intenta encontrar su camino y parece que ese remoto pueblo es su salvación ¿Pero tú cómo ves a Alba? ¿Qué le hace escapar de todas las responsabilidades?

Alba no es más que el reflejo de muchos de nosotros cuando teníamos veinte años. Una generación con todo al alcance que no termina de encontrar qué es lo suyo. Escoger caminos a esa edad es una gran responsabilidad que nos impone la sociedad y que muchos aceptan con los ojos cerrados. Otros, como Alba, prefieren probar, equivocarse y empezar desde cero una y otra vez, aunque no esté tan bien visto o parezca inmaduro. Como confesión, si hoy me dedico a escribir historias es porque un día fui un poco como Alba.

En ese pueblo vive su abuelo Pelayo, un hombre singular que aunque ahora no tenga totalmente la cordura, aguarda un secreto que entre ella y Enol tratarán de descifrar. Pelayo vive casi recluido en ese lugar y casi nadie se hace cargo de él ¿por qué decide Alba ayudarlo? ¿O es más bien Pelayo quién la salva a ella?

Alba buscaba sentirse útil y Pelayo necesitaba que alguien respetara no solo su enfermedad, sino también al hombre que aún vivía bajo sus síntomas y que los demás relegaban a un segundo plano. Y se encontraron. Ambos se salvaron en parte y se apoyaron en el otro para salvarse a sí mismos.

Foto de archivo de Andrea Longarela, autora de 'Te espero ene l fin del mundo' , 'El faro de los amores dormidos'
Foto de archivo de Andrea Longarela, autora de ‘Te espero ene l fin del mundo’ , ‘El faro de los amores dormidos’

Enol es también un pilar fundamental de la historia, él nunca la ha olvidado y su regreso perturba su tranquilidad pero ¿Qué es lo que realmente anhela de Alba, el recuerdo o su persona?

Un poco de cada. Enol aún tiene sentimientos por la Alba de sus recuerdos, pero rápido descubre que la del presente también le despierta otras cosas nuevas.

El faro de los amores dormidos nos invita a reflexionar sobre los amores del pasado, los veraniegos, aquellos que nunca se olvidan porque han marcado nuestra vida porque nunca finalizaron del todo pero ¿por qué crees que tenemos esa obsesión con el pasado, con el recuerdo? ¿Si tuvieras que definir esta novela, cómo lo harías?

Porque cuando algo se acaba tendemos a quedarnos solo con lo bueno que nos daba. Y es bonito abrazar lo bueno y querer alargarlo hasta el presente, pero nos hace olvidar la parte más humana y menos dulce que también tenían esos recuerdos. Idealizamos lo que nos queda, supongo que para agarrarnos a la idea de que mereció la pena y para dar sentido al dolor de esa pérdida.

El faro de los amores dormidos para mí es nostalgia, mar y amores de los que nunca se olvidan.

Aunque tus novelas son casi siempre historias autoconclusivas, creo que la historia de Enol y Alba podría tener más recorrido ¿Crees que sería viable y posible una segunda parte, algo donde sean más maduros?

Para mí es una historia cerrada. Creo que cada proyecto abarca un espacio, un tiempo, tanto en mi vida como en la de los personajes. A veces necesitas narrar sus vidas durante cincuenta años y otras lo que quieres contar sucede en unos meses y lo demás no importa, porque lo que quería reflejar era solo ese momento vital. Así que dejo el futuro de Alba y Enol en manos de cada lector y que cada uno lo imagine como quiera.

Portada de 'April, Adam y las trayectoria de los planetas' la novela más especial de Andrea Longarela
Portada de ‘April, Adam y las trayectoria de los planetas’ la novela más especial de Andrea Longarela

Aunque es difícil de responder, si tuvieras que quedarte con una de tus novelas ¿Cuál sería y por qué?

Como dije antes, April, Adam y la trayectoria de los planetas supuso para mí un punto de inflexión, y por eso le tengo un cariño especial.

Y ya para ir concluyendo sé del apoyo incondicional de tus lectores pero esto ¿te ayuda o te frena a la hora de escribir debido a sus impresiones? ¿Eres de las que crees que las redes sociales han ayudado a impulsar el amor hacia los libros al estar más cerca de los lectores?

Las redes sociales nos han dado mucho, aunque confieso que también quitan. Por una parte, es increíble poder compartir impresiones y sentirse acompañada durante el proceso de escritura; también es un escaparate perfecto para cualquier trabajo creativo.

Sin embargo, como todo, tiene una cara B. Se ha perdido la barrera entre el autor y el lector y, en ocasiones, la gente exige, se toma confianzas o te pone en compromisos que resultan muy violentos. Además, hay que saber gestionar las críticas, la sobreexposición y la presión de las expectativas. La clave creo que está en encontrar un equilibrio sano entre ambas partes y quedarse solo con lo que suma y te hace avanzar, no con lo que estanca.

Y como colofón final, te pido que me des uno de esos libros que siempre recomiendas, aquel que es tu favorito independientemente del motivo.

No soy nada fiel a esta pregunta, pero voy a decir el primero que se me ha venido a la cabeza: La ladrona de libros, de Markus Zusak.

Gracias, gracias por permitirme hacer esta entrevista.

A ti por la oportunidad.

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Laura Rodríguez Durán
Laura Rodríguez Durán
Maestra de vocación y profesión a la que le encanta la literatura y poder compartir su afición con los demás a través de reseñas.

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