Animales heridos – Noelia Lorenzo Pino – Editorial Travel bug – 20€ – 368 páginas
La crueldad humana no tiene límites. Raro es el día en el que no nos hagamos eco de alguna atrocidad cometida por nuestros semejantes y no nos estremezcamos. Y esa es precisamente la idea que Noelia Lorenzo Pino ha querido retratar, de manera magistral, en “Animales heridos”, su nueva novela. Una vez más, con la agente Eider Chassereau y el oficial Jon Ander Macua como protagonistas, la autora muestra una realidad dura y difícil que, desgraciadamente, existe y toca las almas más sensibles.
¿Cuál es el argumento?
Un joven y famélico muchacho parece despertarse, y la realidad vuelve a mostrarle la misma estampa de las últimas semanas. O meses. Años, quizá. No lo tiene claro. No sabe desde cuándo se encuentra en ese oscuro lugar ni cómo ha llegado allí. El silencio campa a sus anchas y solo es interrumpido por su leve respiración. Intenta hacer un pequeño movimiento, pero no tarda en darse cuenta de que sigue igual que la última vez, con las piernas y muñecas rodeadas por bridas. Solo. Abandonado. Oliendo mal y con intensos dolores. Lo único que desea es que venga ese tipo y le inyecte ese líquido de siempre y vuelva a sumirse en un profundo sueño. Sin dolor. Sin sentir. Sin sufrir.
Un chico retenido y maniatado
A la nueva unidad a la que pertenece Eider Chassereau llega una llamada anónima en la que se informa de que en un caserío abandonado, en las cercanías a San Sebastián, podría encontrarse secuestrado o retenido un chico. Ella y sus compañeros no dudan en acercarse e investigar. Al acceder al lugar y adentrarse en el edificio, se sorprenden al encontrarse con una imagen tan desoladora y desgarradora que duele. Y duele mucho.
Un hilo de voz les hace saber cuál es su verdadera identidad: dice llamarse Elías Gazmuri. Eider comprende enseguida que se trata de un niño desaparecido años atrás y al que no pudieron encontrar, a pesar de sus esfuerzos por dar con su paradero. El mismo al que, además, se le dio por muerto tras haberse encontrado algunas pruebas que apuntaban en esa dirección.
La investigación abre nuevos interrogantes
Tras iniciar la investigación se abren nuevas cuestiones. ¿Qué ocurrió hace 7 años y por qué? ¿Cómo puede Elías seguir vivo después de lo que se encontró? ¿Por qué ha aparecido tan lejos de donde se tuvieron las últimas noticias y, a la vez, tan cerca de sus seres queridos? ¿Quién está detrás de todo? ¿Hay más chicos en la misma situación que Elías? ¿A qué se referirá su familiar al afirmar que el muchacho miente? En realidad, ¿quién es? ¿Se conocían los dos chicos?
Como puedes ver, estimado lector, no son pocas las cuestiones que se van planteando y son muchas las respuestas que, nuestros viejos amigos, Eider y Jon Ander tienen que encontrar. Interesante historia, ¿no crees?
Sobre la autora: Noelia Lorenzo Pino
(Irún, 1978) es profesora de corte y confección de formación. Su carrera profesional está ligada al mundo de la moda hasta que en 2013 publica Chamusquina, su primera novela (reeditada por Ed. Erein, 2020). Dos años más tarde ve la luz La sirena roja (Ed. Erein, 2015), donde nos presenta a los agentes de la Ertzaintza Eider Chassereau y Jon Ander Macua. Un equipo de investigadores que reaparece en sus siguientes novelas: La chica olvidada (Ed. Erein, 2016), Corazones negros (Ed. Erein, 2018)– esta última galardonada con el “Premio Cubelles Noir” a la mejor novela negra publicada ese año y finalista en “Tenerife Noir”, “Salamanca Negra”, “Premios Novelpol”, “Tormo negro” y el prestigioso “Dashiell Hammett” que se entrega en la “Semana Negra de Gijón” -, y La estrella de quince puntas (Ed. Erein, 2020), también perteneciente a la saga.
Además de novela negra escribe literatura infantil. Ha publicado cuatro cuentos en euskera de la colección Ane eta Moon.
En esta entrevista, realizada por Fanfan con motivo de la publicación de la anterior novela, podrás conocerla un poco más.
Opinión personal sobre Animales heridos
El poeta y pintor William Blake decía que «la crueldad tiene corazón humano, y la envidia humano rostro; el terror reviste divina forma humana y el secreto lleva ropas humanas«. Y, en mi humilde opinión, estaba en lo cierto. Fueron sabias y realistas palabras que, ahora, Noelia Lorenzo Pino ha conseguido adaptarlas con «Animales heridos«, en forma de novela. Y es que, prácticamente, habla de todos esos conceptos a lo largo de esta historia noir: desde la brutalidad hasta el dolor, pasando por la injusticia, la venganza, los secretos… Y todo ello se ve reflejado, a la perfección, en una ficción que trata temas como la pederastia, el tráfico de drogas o los asesinos a sueldo, entre otros.
Y así, con una historia más negra que nunca, es como vuelve a sorprendernos la autora. Ha creado una historia redonda en la que no falta absolutamente de nada. Incluso el amor. Sí, porque también encontrarás algo de amor entre sus páginas, afortunadamente. No todo iba a ser dureza, inhumanidad o atrocidad, ¿no crees?
Noelia no solo sabe hilvanar en la costura, sino también en la literatura. Y es que la forma en que ha sobrehilado toda la acción, la investigación y las escenas ha sido, en mi opinión, muy buena. Además, no quiero dejar de pasar por alto que, a pesar de la «dureza» que se percibe en algunas de sus escenas, no ha ahondado en los actos con excesivo detalle, con pelos y señales, si me permites la expresión, sino que se ha limitado a «mostrar» esos aspectos más oscuros de una manera más amable (si es que eso es posible en estas situaciones). Y, a veces, se agradece no recrear la crudeza tan pormenorizadamente.
Características principales de esta nueva novela
Además de lo citado anteriormente, Noelia Lorenzo Pino vuelve a mostrarnos, una vez más y creo que con gran solvencia, que sabe crear auténticos universos en los que varias historias se entremezclan a la perfección, creando interés, curiosidad y fascinación a partes iguales. Y es que Animales heridos es de esas lecturas que coges con ganas y que, conforme vas pasando las páginas, te atrapan de tal forma que no puedes parar de leerlas hasta llegar al final. No todas las novelas lo consiguen (llevo unas cuantas que he dejado de leerlas últimamente por ese motivo). Y no, no exagero al decirte, estimado lector, que dos tardes me bastaron para devorármela.
El estilo narrativo, algunos aspectos bien cuidados y tratados, historias creíbles, algunos giros y unos personajes muy humanos son solo algunos de los aspectos que la convierten en una lectura imperdible y de las que tocan el alma, sobre todo, si eres una persona sensible.
¿Cómo son los personajes?
En esta nueva novela, encontrarás personajes para todos los gustos. Desde aquellos que ocultan secretos a otros malos, crueles sin alma, ni corazón. Te darás de bruces con personajes que, desde el dolor vivido tiempo atrás, prefieren hacerse pasar por quienes no son o incluso prefieren cerrar los ojos ante la evidencia y seguir viviendo una mentira, desde el primer momento, para hacer más llevadero ese sentimiento tan angustioso y difícil. Están los adorables y los odiosos; Y también hay algunos que ni fu ni fa, si me permites la expresión. En cualquier caso, todos ellos logran que la novela no te deje indiferente.
Las personalidades están bien trabajadas y perfiladas. Son reconocibles y eso se percibe muy bien. Sin embargo, los grandes protagonistas de esta nueva novela de la saga son Eider y Jon Ander (en esta ocasión, el resto de los compañeros del cuerpo se quedan algo relegados o, al menos, es la sensación que me ha dado). Han evolucionado desde La estrella de quince puntas y se nota en cada paso que dan. En su forma de ser y de actuar. Siguen siendo ellos mismos, pero con más madurez y perspectiva. La vida, para bien o para mal, nos aporta experiencias y todas ellas, de una u otra forma, nos marcan. A ellos también. Continúan siendo tremendamente humanos, con sus buenos momentos y con los que no; con sus dudas y con sus miedos; se dejan aconsejar, escuchan y atienden, y luego reflexionan y deciden (aunque necesiten tiempo para ir haciéndose a la idea). Cada uno tiene su forma de ser, pero juntos se complementan y crecen. Y estas características le otorgan veracidad y autenticidad a la ficción. Y, sobre todo, ¡los sentimos próximos y reales!
Mis conclusiones sobre Animales heridos
Imagino, estimado lector, que si has llegado hasta aquí te habrás dado cuenta de que he disfrutado de su lectura. Es más, te diré que me ha gustado mucho más que la anterior. Y no es para menos, pues se trata una novela muy bien escrita, ágil, amena y de las que te deja con buen saber de boca, a pesar de los temas en los que se centra. Pero también es de esas que te hacen reflexionar, dejándote cierto poso, en aspectos como la pérdida y el dolor que esta provoca; en esas personas, por llamarlas de alguna forma, que o bien están enfermas, alexitímicas, o disfrutan cometiendo atrocidades; en esos individuos que carecen de escrúpulos y son capaces de cualquier cosa con tal de ir amasando billetes, ¡ay, ese afán por ser el Don dinero de turno! Pero también en la esperanza. Sí, también en esta, por suerte, y en aquellos que la hacen posible. Me refiero a esos seres que no se conforman con llevar a cabo su trabajo, sino que van más allá y se preocupan por los demás mostrando una encomiable calidez y humanidad, que tanta falta hace en estos tiempos.
Por todo lo expuesto, no puedo hacer otra cosa que recomendarla. Tanto es así que la incluiré entre las recomendaciones para leer y regalar en estas navidades, ¡se lo merece!
Si te apetece reencontrarte con Eider y Jon Ander, o si no los conoces aún pero te interesa descubrirlos; si quieres leer una novela del género noir ambientada en el País Vasco (incluye algún viaje relámpago a otra comunidad), pero no sabes por cuál decantarte; si eres de los que tienen curiosidad por adentrarse en una investigación que, por momentos, llegue a erizarte el vello; o si quieres vivir la experiencia de dejarte llevar por los sentimientos y vivir una historia de amor, no te lo pienses más y dale a Animales heridos una oportunidad. ¡No te arrepentirás!
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