Norma editorial publica en España las viñetas de JacPé, que aparecieron en Francia con el título de Burkamanía La obra tiene un prólogo firmado por Anne Marie Lizin, profesora del Instituto de Ciencias políticas de París, que fue también presidenta del senado de Bélgica, y miembro de la Liga de Derecho Internacional de las Mujeres.
En una de las viñetas de Burkamanía, una mujer vestida con su burka se encuentra con otra que lleva en la cabeza, en lugar de la jaula de tela, una caja de cartón con un rejilla cortada en uno de sus lados: «tengo el burka en la tintorería«, explica la encajonada para justificar la ruptura del código de vestir. Otra abre la trama de su burka para mostrar una quemadura en forma de damero: «me he quemado con el sol». El mundo es absurdo, trágicamente absurdo. Y JacPé busca hacernos reír mostrándonos el disparate de una situación que afecta a muchas mujeres. El humor no se debe parar en la risa. El humor es la antesala de la acción.
El humor como arma
Este es el primer regalo de esta Navidad. Lo envía Hannan Serroukh, que es uno de los testimonios de Cuéntame algo bueno. Conversaciones con mujeres . En la primera página Hannan escribe: «el arma más fuerte contra los monstruos que nos acosan es el humor«. «El burka, añade Anne Marie Lizin, no es un pañuelo. Mucha gente de bien puede hablar largamente sobre las diferencias de significado entre una cosa y la otra. El burka no deja lugar a dudas. Es el testimonio de una violencia permanente cuyo objetivo es el de aceptar el encierro de una vida, es la afirmación de este encierro a los ojos del mundo«
Lizin precisa en el prólogo de Burkamanía, dirigido a quienes enseguida esgrimen el pretexto de la islamofobia, que «no se trata en ningún caso de estigmatizar una religión en particular, en este caso la religión musulmana. Al contrario, queremos tratarla con la misma benevolencia y severidad que a todas las religiones, según el respeto que tengan, o no, hacia los derechos humanos«
Una herramienta de dominación
Recordemos que en España, la Defensora del Pueblo, María Luisa Cava de Llano, ha defendió en su día la libertad de las mujeres que deciden llevar burka, «siempre que sea por voluntad propia y no como un elemento de sumisión al hombre».
Desde el punto de vista de Lizin, esta elección, dice en el prólogo de Burkamanía casi nunca es personal, sino impuesta: «El burka es un accesorio destinado a esconder y estigmatizar el cuerpo de la mujer, y por tanto una discriminación», sentencia.
El tono de las historias se corresponde con la crítica incisiva que JacPé viene realizando desde hace trece años en el semanario satírico Père Ubu, una actividad que el dibujante combina con sus exposiciones en diversas galerías belgas.