Muchas veces Mortimer está harto de ese cine de disparos, asesinatos, violencia, o venganza, en el que un presunto héroe impoluto acaba siempre ganando, sin despeinarse, con su artificial superioridad fingida e impostada, tratando de imponerse a los demás, pobres criaturas incapaces. Lo vemos no sólo en el cine, sino incluso en la realidad que nos rodea. Y, por eso, Mortimer prefiere para deintoxicarse, los relatos menos impolutos de paz y amor, pero mucho más certeros e interesantes.
Eso sucede, por ejemplo con la película ‘Regreso a casa’ , de Zhang Yimou, (2014), un cineasta chino excepcional en casi todas sus películas. Se trata de un progresivo enamoramiento entre una chica de pueblo y un maestro que llega desde la ciudad a dar clase a los menores de allí. Las diferencias casi insalvables se van acortando entre los dos, con la sorpresa y el asombro de la gente que les rodea, hasta que se enamoran y el maestro se queda en el pueblo con ella.
El relato tiene una intensidad muy grande y muy real, a pesar de su escaso presupuesto, gracias a la calidad de los actores y del director. No necesita efectos especiales, ni esa grandilocuencia de las superproducciones, que a veces resulta tan falsa y tan igual, que se hace difícil distinguir a un héroe del otro heroe de la superproducción siguiente. La naturalidad de la vida en el pueblo hace reales las dificultades de convivencia entre los vecinos y el recién llegado, que se va encontrando cada vez más cercano, gracias principalmente al apoyo imprevisible que le da la chica, hasta que acaban enamorandose y viviendo los dos juntos en el pueblo.
La naturalidad de la historia se basa en los comportamientos solidarios, eficaces, sin miedo a las dificultades; o con miedo, y ganas de superarlas, a base del esfuerzo que sea necesario. Nadie es más que nadie en esta historia; tan relevante, porque estamos acostumbrados, en la vida real de hoy y en tantos relatos que tratan de imponernos a machamartillo, de la gente que se cree más valiosa que los demás y con más derechos a imponer sus criterios a todos y todas. Y resulta que esta película muestra que no es así.
