Esta es otra mirada del Festival de San Sebastián, con tres videos en los que se recogen anécdotas, y la crítica de varias películas que merecen la pena.
Segundo día del Festival, llego con mucha ilusión. Parafraseando a Forrest Gump, cada año el Festival es «como una caja de bombones, nunca sabes lo que te vas a encontrar». Visito las entrañas de la bestia. Vamos, que bajo al sótano del Kursaal para recoger notas de prensa, ver si hay novedades (entregas de premios, charlas de actores), garantizarme el acceso a una película, saludar a algunos conocidos y tomar un café. ¡Gracias Nespresso!
Una chica que parece ser la coordinadora de la gestión de entradas para los acreditados está poniéndonos en orden. Me explica que ahora dejan cada día una hoja dónde los medios marcamos qué queremos ver. Luego leen de una vez todos los códigos QR y sacan las entradas. El personal de los distintos mostradores del Festival es, como cada año, encantador. Siempre tratando de ayudar y resolver. Nunca una mala cara.
En tres vídeos breves
He tratado de plasmar mis impresiones en tres vídeos. En estos días desarrollaré algunas críticas y eventos por escrito.
Este es el segundo vídeo que hago para FanFan en el marco del #67SSIFF. Mi primer vídeo selfie por si queréis saberlo. Trato de resumir estos tres primeros días en tres anécdotas de famosos y cuatro películas que merecen la pena. Las películas son Pacificado, Mano de obra, La odisea de los giles y La trinchera infinita.
En este clip hablamos brevemente del We Art Water Festival, del homenaje a Diego Galán, de los Premios Platino del Cine Iberoamericano, y de las películas Diecisiete, Light of my Life y Amazing Grace.
En este tercer vídeo os hablo de un curso de Dolby sobre edición de HDR y tras-codificación a SDR, de los Premios Sebastiane, de Esperando a los bárbaros, de The Climb, de The Wasp Network, First Love y por supuesto de Joker.
Y en resumen
Hemos visto unas cuantas películas, acudido a entregas de premios, cursos y presentaciones. Todo lo hemos abordado con mucha ilusión. Pero queremos destacar que si uno quiere volverse loco ha de ver Zeroville. Si uno no quiere entender nada ha de ver Thalasso, no comprendes qué está sucediendo aunque te ríes en algunos momentos. Si uno quiere conocer la red de contraespionaje que Cuba montó en EE.UU. en los años 90 del pasado siglo ha de ver The Wasp Network. Pero si uno quiere emocionarse de verdad ha de ver Diecisiete o Amazing Grace.
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