En Fanfan hablamos con Daniel Sené, autor de novelas como Tobashi Ago y Ante el abismo. En esta entrevista no deja nada a la imaginación y nos expresa su unión con la literatura, los libros y nos da detalles sobre sus nuevos proyectos.
Principios de escritura
Buenas Daniel Sené, en primer lugar te quería decir que es un placer poder compartir un poco de tiempo para que nos hables sobre ti, y especialmente sobre tus novelas. Una de las primeras preguntas que me gusta hacerle siempre a los autores es que me expliquen cómo empiezan en este universo dedicado a las letras.
Para mí también es un gran placer compartir este tiempo y te agradezco mucho la oportunidad de poder hacerlo.
Mis inicios en las letras podría decirse que vienen un poco desde la cuna, por decirlo de alguna manera. Yo nací en una familia de lectores y los libros fueron siempre parte de la vida cotidiana en casa. Ese hecho de prender la lámpara de noche junto a la cama y avanzar un poco más la historia antes de dormir era una constante, una especie de ritual que cumplían todos y creo que me marcó en muchos sentidos. Es posible que mis primeros deseos de leer vinieran de esas conversaciones, en las que los adultos comentaban sus impresiones, como en un club de lectura familiar, y en las que entonces yo no podía participar.
Lo cierto es que mi interés por los libros creció desde mi amor por las historias. Esa posibilidad de explorar otras vidas y entender nuevos mundos, en sentido literal y metafórico, me conquistó desde temprano y luego me llevó a explorar universos narrativos sin siquiera ser consciente de que lo hacía al principio. Sin embargo, mi interés por la escritura tuvo un origen un tanto inesperado.
Entrando en materia con el escritor Daniel Sené
Fue en el quinto o sexto curso de primaria, un grupo de amigos y yo habíamos estado recopilando versos para así poder escribir notas de amor, pero pronto nos dimos cuenta de que casi todos en la escuela repetían los mismos escritos. En ese momento tomé la determinación de crea nuevas frases, nuevos «poemas» que mejoraran nuestras posibilidades. Debo decir que funcionaron y por ello empecé a escribir cartas por encargo para mis amigos, un poco como en el libro de García Márquez, pero el resultado real fue que descubrí que las palabras escritas resultaban ser una liberación, una nueva y muy efectiva forma de sacar algunos sentimientos y ponerlos en el papel para verlos con cierta perspectiva.
La escritura se volvió una práctica habitual que llegué a necesitar y me ayudó a «exorcizar» varios de mis demonios de la adolescencia. Por eso fue la vía que encontré durante un viaje profesional de varios meses para sentirme más cerca de mis parientes en fechas señaladas y aniversarios. Yo les envié textos y ellos me pidieron un cuento. Esa fue la primera vez que consideré seriamente la posibilidad que ya había rondado mi cabeza durante los estudios de Literatura en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Una vez más, abrí las puertas de la mente y escribí un cuento sobre un día bastante dramático en la historia de mi familia, que después les envié a mis parientes. Ellos escribieron de vuelta: «¿Cuándo mandas otro?», dijeron y así marcaron el comienzo de todo lo que he escrito después.
Más sobre sus novelas
Actualmente si no me equivoco tienes publicados dos libros Tobashi Ago y Ante el abismo, dos novelas muy dispares pero donde juega gran parte el terreno emocional y mental de los protagonistas ¿Qué nos podrías decir de cada una de ellas?
Tobashi Ago
Estas son dos historias sobre la búsqueda de la identidad, cada una en un sentido distinto, pero con esa premisa en la base. En Tobashi Ago nos encontramos con un descubrimiento, que en algún momento de mi infancia yo también hice. Para el protagonista, la forma rasgada de sus ojos marca una diferencia entre él y sus compañeros, quienes revelan la existencia de una cultura ancestral, de una herencia que él ignora hasta que ellos le hablan de sus antepasados.
Esa cultura, esa herencia genética y social, lo coloca al margen de la normalidad, de un estado que disfrutan la mayoría de sus conocidos y del que él ha dejado de formar parte en cuestión de unos segundos. El viaje realizado por una parte de su familia desde otras tierras, para buscar oportunidades o nuevos comienzos, lo marca y luego lo lleva a emprender su propio viaje, en el que profundizará en ese lado suyo para redefinir toda su existencia.
Ante el abismo
Por su parte, Ante el abismo nos dice que un sueño puede ser la puerta para despertar en un mundo que deforma todo lo que hemos conocido. Sylvia, una niña de doce años, ve a su padre saliendo del cuarto de su hermana, a la que ella ha escuchado pedir auxilio. Tal encuentro cambia el concepto que Sylvia tiene de su familia y la hace cuestionarse su propia personalidad, su comportamiento y ese futuro por el que no se había preguntado con seriedad hasta entonces.
Ambas historias, Tobashi Ago desde el la investigación cultural y el regreso a la fuente de las tradiciones de los ancestros, y Ante el abismo desde la huida desesperada hacia el mundo del arte, del ballet específicamente, como refugio y sendero de posibilidades futuras, forman parte de cuestionamientos, de pensamientos que tienen a las reacciones mentales y emocionales en su centro, que se preguntan cómo el arte y la cultura pueden convertirse en campos de solución y respuesta para ciertas situaciones en la vida.
Tobashi Ago, la marginación racial. Una novela de Daniel Sené
Cómo se puede denotar en la sinopsis de Tobashi Ago, resulta una novela dura. El hecho de reencontrarte con tu pasado, y más cuando es desconocido debe asustar ¿Qué quieres mostrar a los lectores con ella? ¿Qué tiene de importante nuestra historia familiar para qué siempre queramos saber más de ella?
En la vida hay diversas ocasiones en la que uno se encuentra marginado por una u otra razón. A veces porque no somos capaces de seguir los patrones establecidos por los grupos de los que formamos parte, otras por nuestras características físicas, mentales o emocionales. Lo cierto es que incluso hay ocasiones en las que nos encontramos perfectamente adaptados al medio, nos incluimos en él y participamos activa y felizmente, pero solo en apariencia, porque en el fondo hacemos lo que hacemos para no unirnos a la casta de los que no forman parte del «nosotros», sea cual sea la definición de esa palabras en cada caso.
Yo creo que todo parte de la comunicación, del concepto de comunicación que se tenga y desde el que establezcamos las relaciones personales, sociales e incluso nacionales o internacionales. De alguna forma hemos llegado a creer que la uniformidad, la igualdad de pensamiento, comportamiento, aspecto y acción nos une, nos identifica.
La comunicación hoy día
Según el estudioso de la comunicación Martín Barbero, nuestro problema real radica en pensar que comunicación significa convencernos mutuamente, homogeneizar criterios, cuando en realidad deberíamos construir el diálogo en un punto medio, donde todos los miembros de dicho diálogo pongamos nuestra parte para descubrir qué surge de la unión de todas las ideas implicadas en el proceso.
Claro, que eso conlleva a que cada interlocutor se conozca, que sepa quién es en su más profundo interior. Ese es el problema actual, que cada quien se autoconstruye a partir de lo que cree que debe ser, teme que los demás no lo vean como se supone y busca hacia a fuera las respuestas que solo se encuentran adentro.
Por suerte, cada vez son más las personas que superan la barrera de la segregación y emprenden el camino hacia el autoconocimiento, el cual va a permitirles dirigir su vida hacia una verdadera felicidad, construida desde cimientos firmes y con un puerto seguro, aunque misterioso, al final del trayecto. Pero antes debemos saber de dónde venimos, porque de esa forma es más sencillo prever el hacia dónde vamos y creo que por eso buscamos más allá, en las huellas histórico-genéticas de nuestros antepasados el norte, nuestro propio norte.
Tobashi Ago habla sobre eso, sobre cómo la marginación racial puede ser el comienzo de un viaje de autodescubrimiento, donde podemos encontrar cosas insospechadas, secretos de nuestro destino que nos ayuden a conocer lo que es en verdad valioso, aquello que debemos llevar en nuestro equipaje espiritual para alcanzar al menos una pequeña parte de una verdad que puede no ser completa, pero que definitivamente nos pertenece.
La unión de dos disciplinas
Cuando leemos a un autor es porque normalmente sigue una misma temática; sin embargo, tú con tan solo dos novelas has roto ese esquema y es que Ante el abismo es completamente distinta. En ella se expresa más tu otra pasión artística como es el ballet ¿Por qué decidiste aunar estas dos expresiones artísticas?
En realidad, ambas historias se encuentran relacionadas, aun cuando sus temáticas específicas sean tan diversas como dices. Las dos suceden en distintos puntos de lo que yo llamo La Ciudad. Este es un lugar ficticio en el que transcurren todas mis historias, donde desarrollo una relación que existe entre ellas a partir de este emplazamiento geográfico que, a la vez, es una especie de entidad que vive y crece a través de las vidas de los personajes. Todas las novelas acontecen en diversos momentos en esta ciudad, conforman una especie de mapa, de mosaico que nos narra la historia completa de este sitio, pero es cierto que las interconexiones son menos evidentes y visibles entre estas dos historias.
Con respecto a la decisión de aunar el ballet y la literatura, se debe a varios factores. En primer lugar, porque así transcurrió mi vida durante mucho tiempo, en un bote que iba de un lado del río al otro. La danza era mi trabajo y las narraciones mi manera de expresar el universo de mi mente, la forma que encontré para darle voz a mi ser interno. Era inevitable que, en algún tramo del trayecto mientras bailaba y escribía, ambas manifestaciones se encontraran en una novela.
Por otra parte, desde hacía tiempo varias personas, y en especial mi abuelo, intentaron animarme a poner por escrito mi experiencia en el mundo del ballet, a contar aquellas complejidades y características, esa dimensión de la danza que yo había vivido en primera persona.
El ballet como arte
Me tomó bastante tiempo decidirme a entrar en este proyecto, porque significaba mirar con detalle muchas cosas en las que no se piensa a diario, cuando el ballet es parte de la rutina. No quería que mis experiencias fueran el motivo para escribir la novela, sino que esta surgiera porque algún personaje, o grupo de personajes, lo requirieran.
La aparición del Ballet de La Ciudad en otra historia y luego la de la misma Sylvia, protagonista de Ante el abismo, en mis pensamientos marcaron la señal de que era hora de asumir la novela sugerida por mi abuelo, una historia sobre la «épica del ballet», como a él le gustaba referirse a la idea, donde se viera la vida cotidiana, los secretos y la situación humana, institucional, política y social que rodea la vida de los que se dedican a esta carrera.
Más detalles sobre Ante el abismo, otra de las novelas de Daniel Sené
En Ante el abismo también nos podemos encontrar con ese mundo de miedo, secretos e incertidumbre especialmente ligado a lo que en un principio se cree como abuso sexual. Esta novela nos muestra la vida de una niña y su refugio a través del baile ¿es el ballet una metáfora de la vida? De que aunque duela hay que continuar para salir y poder brillar
Ante el abismo habla en primer lugar de cómo una vida que transcurre con tranquilidad se puede desarticular en un instante, desde un hecho, un detalle que encienda la luz para revelar una nueva existencia, por completo distinta a la que conocemos. Muchas de nuestras percepciones son imágenes creadas por nosotros en un esfuerzo por entender el mundo que nos rodea, y como imágenes pueden representar creencias basadas en conceptos falsos o mal interpretados.
En esta novela quise explorar la pérdida de la inocencia, la posibilidad de la llegada de una madurez repentina para la que no se está preparado y que, sin embargo, no espera por nosotros. Muchas veces nuestros mayores intentan que vivamos ajenos a los problemas de la vida, guardados en una burbuja que busca protegernos de los terrores del exterior y a la vez de esas realidades secretas que viven las familias y al final terminamos por descubrir de forma abrupta casi siempre.
Una vía de escape
Para Sylvia, este descubrimiento, el cual sigue basándose en su interpretación, resulta por completo desgarrador, pues destroza el aura de protección familiar desde su mismo origen. La seguridad, encarnada en este caso en la figura paterna, le es arrebatada en un segundo y esta pérdida rompe su confianza, le roba la fe en la bondad que se tiene durante la infancia. De ahí que esta niña intente buscar sus propias soluciones al verse sola frente al problema, lo cual se traduce en seguir los pasos de su hermana en el estudio de la danza clásica.
Ellas ven en el ballet una vía de escape, una oportunidad para valerse por sí mismas y retomar control sobre el rumbo de sus vidas. Ese es otro de los focos de atención de Ante el abismo, la función del arte en la vida personal y frente a la sociedad, sobre todo si esta última no comprende o acepta la manifestación artística y su valor real. Tales cuestiones hacen de esta carrera un camino difícil y áspero en muchos sentidos, pero al mismo tiempo fortalece el espíritu que persevera y resiste.
En Ante el abismo, el ballet puede ser visto como una metáfora de la vida, como bien dices, de dolor y resistencia, pero también nos habla de que a veces no importa cuánto huyamos, cuánto evitemos nuestros temores, porque en algún punto nos veremos enfrentados a ellos y es la capacidad de confiar y fluir, de ser nosotros mismos a toda costa lo que, a la larga o a la corta, nos traerá la esperada liberación.
¿Por qué leer las novelas de Daniel Sené?
Yo aún no he tenido el placer de leer de la novela pero para tantos lectores que están en mi misma situación ¿por qué le animarías a leer cualquiera de tus obras?
Mis historias son en su esencia una búsqueda interna, el intento de trazar un mapa tridimensional, o incluso cuatridimensional, de mi mente, en el que intento revelar los misterios de sus nuevos territorios y revisitar los antiguos con ojos que me permitan comprenderlos mejor. Esta indagación me ha llevado a transformar, de forma inconsciente, mis preocupaciones, sentimientos, sueños, aspiraciones y recuerdos en situaciones, las cuales parecen autogenerarse y cobrar la forma de personas y sitios que sigo desde una posición de observador.
Este mismo proceso, me ha permitido encontrar respuestas a múltiples interrogantes y refugio para otros problemas que no parecen tener solución. Sin embargo, el hecho de poder verlos desde la seguridad y la distancia existente entre la historia y el creador, me ha permitido dialogar con mi propio ser sin experimentar el dolor directamente, sin levantar los escudos que no nos dejan ver a nuestros demonios tal y como son.
Eso es lo que espero que encuentren mis lectores, un refugio para sus mentes y sus horas muertas, una fuente de preguntas y respuestas que los ayuden a vivir su vida con un poco menos de dificultad y, por su puesto, un espacio de entretenimiento, donde puedan viajar a otra dimensión para traer de vuelta aquello que sea beneficioso para ellos.
Aspectos narrativos de Daniel Sené
Con respecto a tu estilo narrativo ¿cómo te definirías? ¿Hay algún escritor en el que te quieras ver reflejado?
En cuanto a mi estilo narrativo, creo que la mejor definición sería mental. Es una tarea ardua, porque el reino de la mente es complejo y amplio, pero desde siempre me interesó saber qué ocurría en los pensamientos de otras personas, cómo funcionaba para ellos el hecho de experimentar la vida en el plano físico y luego en el de las ideas, los sueños y los recuerdos.
En algunos momentos he pensado que tal vez mis historias sean oníricas, pues los acontecimientos son vistos desde la perspectiva de los personajes y no podemos estar seguros de si los sucesos extraños, e incluso los cotidianos, sean hechos reales o simplemente construcciones de sus cerebros. Un mundo de sueños podría justificar esto, pero esa categorización dejaría afuera otros procesos de tipo analítico, psicológico, de imaginación voluntaria e interpretación de sentimientos y reacciones que me interesa explorar en mis novelas.
La influencia narrativa de Daniel Sené
En gran medida, mi estilo narrativo se ve influido por las teorías del budismo, en las que se plantea que todo el universo es el producto de una mente, desde la que todo se genera y cobra forma. Según estas teorías, la existencia es relativa, pues responde a las ilusiones que debemos despejar, diluir para fundirnos con esta mente universal y encontrar la verdad, la liberación.
Se dice que para esta mente, y sus diversas expresiones, todo sucede en un eterno presente, en un mismo instante que se multiplica a partir del pensamiento hacia lo que conocemos como presente, pasado y futuro. Lo cierto es que cuando recordamos, planificamos, soñamos o pensamos, nos movemos a ese momento como si estuviéramos allí, como si el poder de la mente rompiera el velo del tiempo y eso trato de reflejarlo en mis escritos.
Existe un gran número de escritores que me han impresionado, pero creo que me gustaría verme reflejado en autores como Juan Rulfo, Jorge Luis Borges o Julio Cortázar, pues su manera de acercarse a las historias se parece en esencia a lo que quiero expresar con mis narraciones.
Los nuevos proyectos de Daniel Sené
Aunque tus obras son recientes, especialmente Ante el abismo, ¿estás ya sumergido en algún otro proyecto? ¿Tienes pensado la estructura o a quién irá dirigido?
De hecho, hace pocos días publiqué una edición revisada y rediseñada de Viaje a Naanca, una novela donde me cuestiono acerca de la libertad, del valor que tiene y cómo la falta de esta puede afectar el desarrollo de una persona. En esta historia me centro en un personaje que vive una de las peores situaciones que puede experimentar un ser humano y que aún nos afecta en la actualidad, por desgracia.
Aarón, el protagonista, se enfrenta a la esclavitud infantil y luego lucha junto a su hermano para liberarse y liberar a los otros niños que comparten su suerte. Viaje a Naanca es un llamado a la consciencia, pero no solo en esa situación específica, sino desde cualquier actitud que pueda encerrar o poner en riesgo el derecho de decisión de las personas que nos rodean y las consecuencias que este tipo de violación pueden acarrear, tanto a nivel personal como en los diversos grupos sociales.
Diferentes alternativas
También estoy revisando otras novelas que tengo escritas, pues con el tiempo y las experiencias se van aprendiendo cosas que lo afectan a uno como ser humano y, por supuesto, como escritor. Estos proyectos inéditos visitan otros personajes y otras épocas de La Ciudad, donde conocemos los misterios que rodearon a su «descubrimiento-fundación»; su guerra de liberación nacional y otros diversos puntos de la Historia de este sitio, desde la perspectiva de seres que viven experiencias extrañas, las cuales no son mencionadas por estos debido al miedo a ser tomados por personas que no están en su sano juicio.
Hasta ahora tengo diez textos bastante terminados y uno en producción, con los que me he planteado seguir internándome en este campo narrativo en el que han tenido lugar todos mis trabajos hasta ahora.
La relación de Daniel Sené con los lectores
Mirando un poco en perspectiva hacia atrás y ahora ¿has visto algún cambio significativo a nivel personal cuando terminas de publicar tus libros? ¿Y en relación a los lectores cómo te sientes? ¿Eres de los que lees todo lo que se publica sobre ti o tus novelas?
Uno va cambiando todo el tiempo y mirando hacia atrás veo que ahora es un poco menos inquietante publicar, pues con cada historia que escribo voy comprendiendo un poco mejor el universo narrativo en el que me muevo. Para mí, la escritura es un viaje de exploración y descubrimiento, de conquista de nuevas historias y obtención de nuevas herramientas y habilidades.
Siempre quedan las preguntas, las dudas y los temores, pero creo que es saludable que me acompañen, porque de otra forma supongo que sería temerario y descuidado en un arte que se construye desde un equilibrio bien delicado. Los textos son como esos juegos, donde sacar una pieza con brusquedad o poner otra sin la correcta medida puede ser desastroso; al mismo tiempo que se necesita un cierto margen de riesgo, de capacidad de saltar al vacío y creo que las experiencias pueden ayudar en ese sentido a ganar el valor de seguir saltando.
El trato con los lectores
Los lectores son siempre una compañía en este camino solitario, incluso cuando los imaginamos al escribir, en esas etapas en las que todavía no hay nada que leer. Las nuevas tecnologías permiten reducir el tamaño de ese abismo, establecer una comunicación directa con ellos y eso es algo sumamente valioso. Yo creo que he tenido suerte, desde mis dos primeros libros publicados en Cuba, porque mis historias han podido encontrar lectores generosos, que las han acogido con cariño y me han ayudado a crecer desde su apoyo y sus valiosos consejos.
Ahora mismo estoy teniendo la oportunidad de comunicarme con muchos de ellos y ver lo que proponen, lo que piensan y sienten. Me gusta leer lo que se escribe sobre mis libros, porque me ayuda a descubrirlos más profundamente. Hay muchas cosas que uno no percibe y una nueva lectura puede revelar de repente, en cualquier sentido y eso me parece algo maravilloso.
Recomendaciones literarias
Y para finalizar esta entrevista me gustaría que nos recomendases algún libro ¿Cuáles serían para ti tus imprescindibles?
Mis imprescindibles son una lista bastante extensa, así que voy a decir, con gran temor de olvidar una gran parte de ellos, los que me vengan a la cabeza ahora mismo, sin ningún tipo de orden de prioridad. Comenzaría por todos los cuentos de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Edgar Allan Poe y H. P. Lovecraft; luego El siglo de las luces de Alejo Carpentier; Pedro Páramo de Juan Rulfo; Sennin de Ryūnosuke Akutagawa; Los miserables de Victor Hugo; Cien años de soledad de Gabriel García Márquez y La Biblia, por mencionar algunos de ellos.
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