‘Pero cómo es posible que haya fallado eso’, es la típica declaración del espectador fan de un equipo, cuando un jugador no concluye favorablemente una jugada ‘cantada’. Se da más cuando el espectador está tranquilamente sentado en un sofá viendo el partido por televisión, y le cuesta, por la distancia con el juego real, percibir lo difícil que resulta meter el balón entre los tres palos, o encestar un triple.
Que se lo digan a Vinicius, apaleado hasta lesionarse por un largo tiempo. A Mortimer le hacen mucha gracia esos desplantes de personas un poco o un mucho fanáticas, que creen que los jugadores de su equipo no podrían fallar nunca. y sienten un desaliento creciente con lo que están viendo, si las cosas le empiezan a ir mal a su equipo, hasta el punto de abandonar el sofá antes de que termine el partido para no sufrir con la derrota inminente de sus ídolos. Eso le resulta más difícil al espectador que ha pagado la entrada y, si se va a medias, daría el cante en la grada a sus compañeros de afición.
Lo cierto es que cada vez hay más gente que ve el deporte en pantallas y eso es lo que está, tal vez. haciendo cambiar la percepción que puedes tener de cada jugada, no digamos si te la repiten a cámara lenta y con enfoques distintos de cámara, que te llevan a saber mucho más, en apariencia, de lo que ha sucedido, que espectador del campo.
Cuando discutes en el bar con los amigos que sí han estado en el campo, tienes, aparentemente una percepción mucho más precisa de la jugada. Eso es lo que tú te crees, aunque te falta la emoción del graderío compartiendo y apoyando o silbando lo que está sucediendo en el campo.
Conforme vamos dependiendo más de las pantallas y de la comodidad del sofá, va cambiando el modo de contemplar el deporte, cada vez más alejado, aunque no lo parezca, de lo que el deporte significa como acto público relevante. Aumentan los espectadores que lo ven de lejos, aunque se crean superexpertos en la materia, y eso está pasando con muchas otras materias,como la política, que parecen reales, y lo que llegas a creer son sólo ilusiones forzadas por una aparente cercanía.
