Eduardo Marty es un referente del pensamiento liberal en Argentina. A través de su trabajo con la Fundación para la Responsabilidad Intelectual y la Fundación Friedrich Naumann, este ex profesor de Economía Política lleva décadas predicando el evangelio liberal en un país muy dado al estatismo. Pero el triunfo arrollador de Javier Milei en diciembre hace pensar que las semillas de la libertad no cayeron en saco roto. Eduardo Marty analiza las primeras semanas del gobierno de Milei y comparte anécdotas del presidente, a quien conoce personalmente.
P: ¿Qué balance hace de la gestión de Milei hasta el momento?
R: En general es muy bueno. No coincido con el 100 % de las medidas, pero sí con un 80 %, lo que ya es mucho. Este gobierno arranca con un déficit del 5-6 %, un índice de riesgo país del 2.400 %, una inflación superior al 200 % y un Banco Central quebrado, con reservas negativas de 12.000 millones de dólares. Milei se encuentra con un país en situación límite, al borde del abismo.
P: ¿Y a nivel social?
R: Una caída del PIB del 15 %, una población donde el 45 % vive por debajo de los niveles de pobreza y con una indigencia del 10 %. Un país donde el 60 % de los niños son pobres. Un país con salarios de 400 U$S netos en el cual los empresarios no podían importar sin permiso de los burócratas. En un país con 47 millones de habitantes tenemos 4 millones de empleados públicos, 10 millones de jubilados y 5 millones de personas viviendo de ayudas sociales. O sea, más de 20 millones de personas reciben todos los meses un cheque del Estado. Una situación insostenible.
P: ¿Qué es lo que le parece más y menos acertado de la gestión de Milei?
R: Lo más acertado es que ha dicho la verdad, lo que en sí mismo es revolucionario en política. Pero en Argentina, ya es algo rayano en lo milagroso. Milei es valorado de forma positiva y está generando confianza en la gente.
P: ¿Y lo menos positivo?
R: Si hay que operar a un enfermo terminal, lo mejor es no esperar. Milei ha hecho un saneamiento necesario, llevando el dólar oficial de 350 a 800 ARG pero, ¿por qué no sanear el absceso del todo y liberar por completo el tipo de cambio?
P: Se habla mucho de la Ley Ómnibus. ¿Cómo la explica a un lector español?
R: Esta ley pretende desmantelar todo aquello que impida la libertad de comercio. Ahora hay que ver cómo reacciona el Congreso, donde Milei está en minoría. Esperemos que aprueben su propuesta, o al menos que no la veten en bloque.
P: Usted conoce desde hace años a Javier Milei. ¿Cómo ha sido el encuentro?
R: Le conocí en 2018 en una comida con amigos en la provincia de Corrientes. Era un hombre que ya demostraba un enorme carisma. Luego le he tratado en diversos foros liberales, donde comenzó a llamar mucho la atención.
P: Háblenos del pensamiento de Milei.
R: Es un hombre que ha leído los textos esenciales del liberalismo, y los ha asimilado. Ha leído a los Padres Fundadores de los Estados Unidos: a Jefferson y Adams. Ha leído a los economistas liberales Von Mises, Hayek, Friedman. Es admirador de Margaret Thatcher. Sus valores son un anticomunismo visceral, el individualismo, la responsabilidad, el valor supremo de la libertad y el odio a toda forma de tribalismo. Su sentido de la vida me parece el correcto.
P: ¿Y a nivel personal?
R: Milei es un rebelde. Es un hombre poco sofisticado. Bastante rústico. Nacido en una familia disfuncional, con un padre violento. Fue criado en un medio nacionalista. Le cuento una anécdota: cuando fue la Guerra de Malvinas, dijo a su padre que era una locura enfrentarse a uno de los mejores ejércitos del mundo. El padre le pegó por decir la verdad. Al final se fue a vivir a casa de la abuela junto con su hermana, lo que explica el vínculo fusional que ambos tienen aún hoy. Recordemos que su hermana fue su jefa de campaña y es hoy Secretaria General de Presidencia.
Volviendo a Milei, es como un niño que no teme decir la verdad. Hace cosas como hablar de su afición al sexo de grupo en público. ¿Usted conoce algún presidente que le hable de sus “ménage-à-trois” en la televisión? Yo no… (risas) Por otro lado, sus aspectos “místicos” me preocupan un poco. A los que vivimos en la racionalidad el hecho de que hable con sus perros muertos, o invoque “las fuerzas del cielo” nos hace levantar la ceja. Pero es un hombre sensible. Yo le creo.
R: ¿Cuál es el mayor peligro que usted percibe ahora mismo?
R: Durante los 4 años de Fernández los sindicatos estuvieron en letargo, pero a Milei le organizan un paro general tras seis semanas de gobierno. Si es atacado y no tiene respaldo del Congreso, corre peligro. El peligro de que lo bloqueen y lo chantajeen. O que la gente se impaciente si no ve cambios en su vida cotidiana.
P: ¿Qué es lo peor que puede pasar?
R: Que Milei tenga miedo y ceda al populismo.
P: ¿Cabe temer a Cristina Kirchner y su gente?
R: No. Cristina ya no es nada ni representa a nadie. No existe. Su tiempo ha pasado.
