Evitamos la realidad y con la cabeza bajo tierra como los avestruces ignoramos lo que sucede a nuestro alrededor. La población nativa de Europa está en peligro de extinción. En unas pocas décadas en Europa no quedarán europeos. Los números nunca fallan, la estadística es la que es. Según los estudios, para que una nación sobreviva la tasa de fecundidad debe de ser de 2,11 hijos por familia. De otro modo, la nación está condenada a desaparecer.
No hay ninguna nación en la historia que se haya recuperado de una tasa de fertilidad de 1,9 hijos. Y recuperarse con una tasa de natalidad de 1,3 hijos ha superado con creces el límite de lo imposible. En otras palabras, si dos parejas tienen un hijo cada una, tendremos la mitad de hijos que de padres. Si disminuye la población, disminuye la nación. Las cuentas son bastante claras y precisas.
Lo único que me entristece es la pérdida de una cultura milenaria, rica y próspera, sostenida a lo largo del tiempo con el esfuerzo de tantos, que verla derrumbarse ante mis ojos es desgarrador.
A día de hoy, la tasa de fecundidad en Francia es de 1,8, Inglaterra 1,6, Italia 1,2, en España de un 1,1. La media del conjunto Europeo es de 1,38 hijos por familia. Si nos basamos en los datos históricos, en unos años Europa tal y como la conocemos desaparecerá, quedará reducida al recuerdo de un bonito sueño. La paradoja aquí es, que no disminuye la población Europea con dichas cifras de natalidad. El motivo es blanco y en botella. Desde los años 90 el 90% del crecimiento demográfico en Europa es debido a la inmigración islámica.
Algunos a estas alturas del texto se estarán echando las manos a la cabeza, pero los datos, son los datos. En Francia por ejemplo, hay una media de 1,8 niños por familia nativa, 8,1 en una familia de inmigrantes musulmanes. El 30% de los menores de 20 años son hijos de inmigrantes. En 2027 serán uno de cada cinco franceses del país.Continuemos, en los últimos 30 años, la población inmigrante de EE.UU. ha pasado de 82.000 a 2.500.000, es decir, se ha multiplicado por treinta.
En los Países bajos, la mitad de los nacimientos son hijos de inmigrantes. Dentro de 15 años los inmigrantes serán la mitad de la población del país. Alemania ya ha asumido que el descenso de la natalidad es imparable e irreversible. En el 2051 Alemania será un estado islámico. Muchos tras leer estas líneas pensarán que estoy en contras de la cultura musulmana, de ninguna manera es así.
Respeto a todas las personas independientemente de su religión, procedencia, tono de piel o color preferido. Lo único que me entristece es la pérdida de una cultura milenaria, rica y próspera, sostenida a lo largo del tiempo con el esfuerzo de tantos, que verla derrumbarse ante mis ojos es desgarrador. Todo este cóctel de civilizaciones y culturas atravesando este cuello de botella conducirá inevitablemente a un conflicto social que conduciría a la población Europea a un desolador final.
Es necesario por ende un replanteamiento total de los valores europeos vigentes. Debemos dejar a un lado esta guerra inútil de géneros y apostar por la familia tradicional, pues en ella reside el fruto más preciado de cada país, su futuro: los niños.