Los perseguidos – Fernando Benzo – Planeta Editorial – 688 páginas – 22.90€
Fernando Benzo ha conseguido el Premio Azorín de Novela 2023 con su novela Los perseguidos, una novela de suspense con un toque de acción pero que principalmente aboga en la reflexión de la sociedad, de ella y con mayor profundidad nos habla su autor en esta entrevista que le hemos hecho.
Buenas, Fernando, nada más comenzar esa andadura literaria consigues el Premio Castilla-La Mancha por Los años felices ¿Supuso eso un empuje más para seguir con la escritura? ¿Qué sentiste tras conseguir ese galardón?
Ganar un premio literario a los 23 años es, evidentemente, un espaldarazo importante para un joven escritor que acababa de terminar su primera novela. En aquellos años, había todo un circuito de premios de cuentos y novela organizados por ayuntamientos, diputaciones, cajas de ahorro… Era una estupenda forma de ir testando la calidad de lo que escribías y, cuando ocurría, de ganar seguridad como escritor al obtener un premio. La mayoría de esos premios han ido desapareciendo y es una pena, porque era una magnífica manera de fomentar la Cultura y, en concreto, la creación literaria.
Son varios los textos que llevas publicados y muy diversos porque no solo escribes novelas sino que también te has adentrado en el relato y has hecho alguna que otra aportación al teatro ¿Tienen algo en común esos géneros literarios? ¿Qué destacarías de cada uno a título personal?
Tienen elementos comunes, obviamente, pero también enormes diferencias. Mi incursión en el teatro fue puntual, con una sola obra, también cuando empezaba a escribir. Sí pasé muchos años escribiendo relatos breves pero, a medida que me fui centrando en las novelas, lo fui dejando. No he sido capaz de compaginar con regularidad ambos géneros. El relato breve me parece el género literario más difícil. Ser capaz de dar vida a una historia, unos personajes o unos sentimientos en apenas unas páginas es mucho más difícil que cuando tienes toda una novela por delante para ir construyendo todo ello. Admiro mucho a los grandes escritores de relatos breves, precisamente porque a mí cada vez me ha ido resultando más difícil escribirlos.
Por supuesto, debemos adentrarnos en tu faceta como escritor de novela de no ficción como Héroes inesperados, en esta novela nos hablas de uno de los sucesos más trágicos en la historia de España como es el 11-M ¿Por qué escribir sobre ello? ¿Considerarías hacer lo mismo con el tema de la COVID- 19?
El 11-M fue un impacto brutal para todos. Yo quise procesar mi propio dolor ante la tragedia escribiendo un libro que reconstruía las horas siguientes a la misma a través del testimonio cruzado de víctimas, de médicos, de bomberos, de periodistas… Fue una experiencia muy dura y muy enriquecedora el ir hablando con todo ellos para escribir el libro. Era también mi humilde manera de rendirles un homenaje a las víctimas de los atentados. Sin duda, esa gran tragedia colectiva que ha sido la pandemia valdría para hacer un ejercicio de escritura parecido.
Dejando atrás el mundo de la no ficción de nuevo te adentras en la ficción literaria con novelas como Nunca fuimos héroes, Los viajeros de la Vía Láctea y con la que es tu última novela Los perseguidos. Esta última novela no se puede tildar de solo ficción y es que desde ella despiezas a la sociedad española hablando desde lo que supuso el tema de la Transición hasta ahondar en la corrupción política ¿Es Los perseguidos una indirecta a los lectores? ¿Crees que puede suponer una manera de reflexionar sobre el país y la cúspide del poder?
Los perseguidos es una novela, es pura ficción y es, sobre todo, una obra de entretenimiento. Me cuesta etiquetarla con precisión pero la situaría a medio camino entre la novela negra y el thriller. Desde luego, no es un ensayo ni una tesis. En su trama, he introducido historias, anécdotas, que ocurrieron en la realidad, pero siempre para enriquecer la ficción.
Si, además de entretener, que es su objetivo fundamental, despierta alguna reflexión en el lector, me parece estupendo. Pero lo que más busco con ella es que el lector quede atrapado por la historia y por sus personajes, que una vez que los conozca quiera acompañarlos en todo su largo recorrido vital por el mundo del crimen.
En Los perseguidos comenzamos con la inmersión en la sociedad marginal, un delito que supone la muerte de dos personas, entre ellos el líder de una banda. La muerte de este supone el desencadenante de la trama con Dardo y Peyo como protagonistas, estos personajes tienen que huir tras el atraco y se adentran ya en lo que es la autodestrucción porque ahora ya no tienen escapatoria ¿Si el atraco no hubiera acabado con la muerte de ‘El chungo’ podrían haber escapado del mundo de la drogadicción y la muerte o ya era demasiado tarde para ellos?
Dardo y Peyo son dos chicos de un barrio marginal del Madrid de los años 70. Y eso significaba en aquella época que, de alguna manera, su destino ya estaba marcado. Sus únicas opciones vitales pasan por la delincuencia y sus únicos destinos posibles parecen ser la cárcel o la muerte por sobredosis o de un navajazo en cualquier esquina. Ese es el destino que les persigue, un destino que tiene algo de condena. Y es de ese destino de lo que tratan de huir desde el comienzo mismo de la novela, desde ese primer accidente de coche en que muere su amigo, obsesionados con lo que Dardo llama ‘crecer’, pero que en realidad es más ‘huir’ de ese destino que les persigue.
La historia de Los perseguidos se adentra en periodos diversos de la historia de España, por un lado se aborda el fin de la dictadura y el comienzo de la Transición y la Movida Madrileña, en esta historia se desarrollan los personajes de Peyo y Dardo y por otro lado, está la actualidad en dónde tenemos a Daniela como protagonista. Ambos personajes están en las antípodas de lo común pero ¿Es necesario conocer las circunstancias y el periodo de tiempo en el que están para poder entenderlos a ellos? ¿Crees que son conscientes del mundo en el que se adentran? ¿Qué personaje te ha sorprendido más o costado narrar?
La novela acompaña a Dardo y Peyo a lo largo de varias décadas. Y en ese recorrido se van encontrando con todas las realidades criminales que han ido apareciendo en nuestra sociedad: el atraco de navajeo de los 70, la explosión del tráfico y el consumo de droga de los 80, la llegada de las mafias del Este, la corrupción política y policial… De alguna manera, la novela no es solo una historia de aventuras sino también el retrato de toda una época. Hasta llegar al presente, donde Daniela, la periodista, trata de reconstruir ese pasado criminal de Dardo, convertido ya en todo un capo del crimen organizado.
Al narrar todo ello, el gran reto era la propia maduración a los personajes, que pasan de ser unos adolescentes marginados a convertirse en unos criminales sofisticados. No perder su esencia y, a la vez, hacerlos crecer era imprescindible para mantener la credibilidad y la coherencia de una historia que recorre cuarenta años.
Daniela es una periodista que busca respuestas ante la reciente pérdida de su novio, ella cree que su muerte ha sido un asesinato y está dispuesta a todo por llegar a esa verdad sin importarle que por el medio pueda estar el ministro del interior, este guarda más de “un cadáver en su armario” y ella está dispuesta a encontrarlos. ¿Daniela va más allá de todo por vengar la muerte de su novio o porque de verdad quiere llegar hasta el final? ¿Es la venganza y el odio unos buenos aliados?
Daniela inicia su investigación al sospechar que su novio no ha muerto en un accidente de tráfico sino que ha sido asesinado. Pero no creo que su motivación sea ni el odio ni la venganza. En una novela plagada de personajes negativos, Daniela es el contrapunto positivo. No es una heroína, propiamente dicha, porque es torpe y frágil y, en ocasiones, su propia ambición o su ingenuidad le lleva a cometer errores. Pero, sin duda, es el personaje con mejores valores de la novela. Yo quiero pensar que le mueve más un cierto ideal de encontrar la verdad y de hacer justicia que la mera venganza.
Como ya hemos dicho, a lo largo de la novela nos hablas más de Peyo y Dardo, estos personajes se van desmenuzando poco a poco y aunque nunca encuentras esa empatía por ellos puedes entender el por qué de sus acciones ¿En algún momento sentiste resignación por ellos? ¿El mundo en el que han vivido es el producto de sus acciones?
Dardo y Peyo son el producto de su mundo, de ese barrio marginal, sin esperanza, y de esas familias rotas en que han crecido. Durante toda la novela tratarán de huir de esos orígenes, sin conseguir nunca desprenderse por completo de su propio pasado. Da igual los éxitos o el dinero o el poder que puedan lograr. El pasado va a seguir persiguiéndoles, de ahí el título de la novela. Pero eso no me hizo sentir una especial empatía por ellos. No quería caer en la tentación de mitificarlos. Yo cuento sus aventuras, que son muchas, y dejo al lector el juicio sobre ambos. Cada lector deberá decidir si les comprende, si les perdona, si les condena, si siente por ellos empatía o rechazo. Y espero que sus historias despierten reacciones muy distintas en los lectores, porque eso será una buena señal de que son, como pretendo, personajes contradictorios y poco encasillables.
La verdad tiene que salir a la luz pero hay muchos implicados incluso aquellos que pensabas que eran sus aliados como le pasó a Daniela ¿El poder corrompe? ¿Qué es aquello que nunca se debería perder? ¿Por qué la política cambia a la gente?
El poder lleva siempre aparejada la tentación de la corrupción. Luego, dependerá de cada uno caer o no en esa tentación. Al final, corruptos son solo unos pocos pero la corrupción es como una gran mancha que se extiende con facilidad y que acaba ensuciando también a quienes no lo son. Por ello, hay que saber administrar el poder que uno pueda tener en un momento dado. Ni la ambición ni el ansia de poder lo justifican todo. Y eso es lo que no entienden algunos de los personajes de la novela, que acaban creyendo que todo les está permitido tan solo porque tienen algún tipo de poder, ya sea político o económico o criminal.
Los Perseguidos es una indirecta a la sociedad, al mundo al que vivimos, tiene mucha acidez y corrompe los límites del thriller o suspense cómo tal pero ¿Por qué es necesario leerla? ¿Crees que es de esos libros que se debería analizar con el tiempo por esa crítica feroz al universo en el que estamos? ¿Podría ser una novela más allá de la actualidad contemporánea, podríamos estar ante una novela de época?
Pues a todo eso solo puedo decir que ‘ojalá’. No soy yo el que puede juzgar o decidir hasta dónde llegará la novela. Como digo, yo he escrito una historia que pretende, por encima de todo, el entretenimiento. Espero que los lectores se enganchen a las aventuras de sus personajes. Pero, por supuesto, hay también en la historia cierto elemento de eso que se llamó ‘realismo sucio’ y de denuncia social. El mundo no es, ni mucho menos, un lugar idílico y perfecto. El mundo está lleno de un fango, oscuro y turbio, que es en el que se mueven y en el que se hunden los personajes de esta novela.
No sabemos si traspasará los límites de la actualidad pero sí que ya ha conseguido un importante reconocimiento literario como es el Premio Azorín de Novela 2023, otro éxito más que se suma a su gran lista pero ¿Qué supone este premio tras una novela tan particular?
Como es obvio, supone la mayor alegría de mi carrera literaria. Si le pudiese decir a aquel chico de 23 años que ganó un modesto premio literario con su primera novela que un día ganaría el premio Azorín, probablemente no se lo creería. Me siento orgulloso, honrado y agradecido por el premio. Si uno mira su historial de ganadores, resulta sobrecogedor. Es una experiencia muy emocionante.
Ahora que está muy en boga las adaptaciones literarias este sería sin duda una gran serie que rompería con los moldes sociales ¿Pero crees que realmente se podría adaptar o preferirías que se quedara como novela? A título personal ¿las adaptaciones pierden parte de la magia de la novela o le aportan algo más a la trama que tenía previamente pensada el autor?
Yo creo que a todos los escritores nos produce curiosidad pensar cómo sería nuestro libro traducido a imágenes. Pero también creo que el lenguaje escrito y el audiovisual son dos idiomas diferentes. Lo que no tiene sentido, cuando se adapta un libro a la pantalla, es hacer comparaciones. Son dos cosas diferentes y lo deseable es que ambas tengan calidad, pero sin necesidad de esa comparación. A mí me gustaría ver ‘Los perseguidos’ convertido en una serie pero, desde luego, me obligaría a mí mismo a verla como un espectador más, tratando de disfrutarla y de juzgarla tan solo por su propia calidad.
Ya para finalizar, solo quería reiterar mis gracias por realizar la entrevista, desearte suerte con Los perseguidos y solo ahondar en una última pregunta que hacemos siempre y es ¿Qué libro has leído últimamente que te haya sorprendido? ¿Cuál nos recomendarías?
He acertado bastante con mis últimas lecturas, así que os recomiendo varios. ‘El puente de los suicidas’, de A.J. Ussía, es excelente. También me ha gustado mucho ‘Los astronautas’, de Laura Ferrero. Y, por supuesto, lo último de uno de mis escritores favoritos: ‘Ciudad de los sueños’, de Don Winslow.
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