Flor de sal es la última novela de la autora Susana López Rubio. Si con su novela anterior, El Encanto, recorrimos La Habana, con esta nos lleva de viaje por Bolivia, Madrid así como por otros paisajes emblemáticos de la mano de unos personajes muy carismáticos.
Madrid, Septiembre de 1912
En la capital española a comienzos del siglo XX es cuando da comienzo Flor del Sal. En las primeras líneas de la novela la autora nos presenta a Julieta, la hija del matrimonio formado por Gonzalo Carrión y María Henar. Ella será la protagonista de la novela. Su personaje tiene un perfil muy diferente de lo que eran la inmensa mayoría de las mujeres de esa época.
Para Julieta su padre era su debilidad, su héroe. Pero por motivos de trabajo Don Gonzalo decide dejar Madrid e irse a vivir a Bolivia para comenzar un trabajo que le traería en el futuro más de un problema. Por el contrario, María Henar y Julieta siguen residiendo en Madrid rodeadas de lujo y bailes de alta sociedad. Para la madre, estar en las altas esferas y rodeada de personas influyentes era sinónimo de poder y posición; sin embargo, Julieta se opone a ese ambiente de frivolidad. Echa de menos a su padre, que le dejaba la libertad suficiente para vivir su vida, lejos de ese círculo de amistades de la madre.
Es por ese motivo, por el que cuando Don Gonzalo parte a Bolivia, Julieta queda sumida en una tristeza absoluta. A esa depresión se le añade pronto el fallecimiento de su madre. Su mundo cambia completamente en muy poco tiempo.
Rumbo a Bolivia
Después de la muerte de su madre, Don Gonzalo decide que su hija vaya a vivir con él. Durante el trayecto y para acompañar a Julieta estará Sor Ajo, una monja con mucho poderío y lealtad que estará muy presente en la vida de la joven. Si hay un personaje que brilla con luz propia en el relato ese es Sor Ajo: toda una adelantada a su tiempo cuya única misión es hacer el bien.
Cuando llega a la casa, Julieta está feliz de reencontrarse con su padre pero la felicidad dura poco en cuanto entra en escena Adela, la amante de su padre y de la cual ella no tiene constancia. Ambas tratarán de congeniar para hacer feliz al señor Carrión; no obstante, el fuerte carácter de las dos hará que tengan más de una disputa.
Tras un tiempo en la casona, Julieta descubre otro aspecto de su padre que desconocía y que le hace dejar de mirarle como lo hacía entonces. Don Gonzalo, para demostrar quien es el que tiene el poder la lleva destinada a un lugar inhóspito donde posee una casa. Lo que no sabía Julieta es que ese lugar la cambiaría para siempre.
Flor de sal por todos lados
El Salar de Uyuni es donde residirá Julieta durante un periodo de tiempo, allí conocerá a Siwar, Asiri entre otros, y estos le mostrarán otra cultura y parajes pero es en este sitio donde ella se dará cuenta de quién es ella y de la fortaleza que tiene, porque cuando Julieta se propone algo lo lleva hasta el límite, aunque en ello se le vaya la vida.
Pero no solo ella aprendió y es que su determinación y coraje hizo que la zona de Uyuni cambiase por completo, haciendo que el pueblo explotara su naturaleza, la flor de sal.
¿Qué más decir?
Cuando leí El Encanto me fascinó la acción y narración de la autora, por eso cuando supe que se publicaría Flor de Sal no dudé en volverla a escoger como lectura. Me gusta la ambientación, la calidad de escritura y la determinación de los personajes.
Es una novela ágil que no se hace pesada en ningún momento porque la trama discurre de manera rápida y sin demasiados detalles que a veces aburren al lector. Cuando expreso “rápido” no quiere decir predecible, ni intuitivo ya que nunca sabes lo que te deparará, es por ello que la recomiendo sin duda, ya que no defrauda. Ya estoy impaciente por leer la tercera novela de la autora.
