Guerras y más guerras

Cómo estará el ambiente, que incluso Sánchez sacó su ardor guerrero ante Ana Rosa acusando a Esperanza Aguirre de que dijera de él que se dedicaba a ‘sumar muertos’ cuando ella sólo le había acusado de ‘exhumar muertos’ del Valle de Cuelgamuros y él había confundido sumar con exhumar.

Puede que no haya matado a nadie, pero en exhumar sí es un campeón Las guerras están ahí, en la mentalidad de yo soy el que tiene toda la razón, en la cabeza, en los reproches, hasta en los malentendidos. No son cosas del pasado, como estamos viendo en el conflicto de judíos y palestinos, sin que se haya resuelto todavía el de Rusia y Ucrania, que va para largo. Guerras por todas partes, violencia, muerte, incluso de niños o de jóvenes que estaban bailando en el desierto.

Aumenta la percepción de que hay violencia por todas partes, ya que la industria de la guerra está floreciendo como nunca. Los fabricantes de armas se estarán rechupando los dedos ante lo que parece que se avecina; gente pegando tiros por todas partes, drones fabricados para matar cuando creíamos que era un instrumento para mejorar la siembra y los cultivos. O el transporte de algo que no fueran bombas., carros de combate, aviones supersónicos que disparan a matar.

El cine también aporta ganas de matar, con películas violentísimas, con las que nos refocilamos, sin pensar que están relatando un espanto, que está ahí presente hasta en la memoria de algunos políticos, Y que normaliza las noticias de cada día en las televisiones y los periódicos. Sólo el Papa pide paz, y mucha gente no le hacemos caso.

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