Hubert Védrine: “Occidente carece de liderazgo”

El veterano diplomático francés publica un libro crítico con la dirección actual de Occidente. En su texto denuncia el imperio de la “política de la irrealidad”, el “wokismo” y la “cancel culture” importadas de los Estados Unidos.

Quien fuera consejero diplomático de François Miterrand y ministro de Exteriores de Jacques Chirac no parece muy satisfecho con el estado actual del mundo. Védrine presenta su análisis en un libro recién publicado en Francia.

En su “Diccionario amoroso de la geopolítica”, realiza una aguda disección del presente a través de figuras del pasado. La conversación con la periodista Laure Lugon Zugravu fue publicada por el diario de Ginebra “Le Temps”. Proponemos en español algunos fragmentos escogidos dado el interés del tema.

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“Occidente carece de liderazgo” – afirma el maestro de diplomáticos – “pues nuestros líderes se agotan siguiendo las tendencias del día. Esto les impide gobernar, pues dirigir implica ser capaces de ir en contra de la opinión pública”.

Durante su extensa carrera diplomática le tocó lidiar con dos crisis mayores: la guerra de Kosovo y el genocidio de Ruanda. Es por ello que conoce bien el mundo más allá de las fronteras europeas. “Occidente ya no tiene el monopolio del poder, pues ahora existen también las potencias emergentes del sur global. Y a la percepción de nuestro declive se suma que nos hemos dado por misión imponer a todo el planeta nuestros valores democráticos”, comenta Védrine. “Este espíritu de cruzada guía a tres cuartas partes de los medios de comunicación y ONG’s occidentales. Pero ya no funciona. No tenemos una varita mágica que convierta a Rusia en una inmensa Dinamarca, ni a China en una pacífica Corea del Sur”.

De hecho, el subtítulo de su nuevo libro es “los maestros de las relaciones internacionales, de Mazarin hasta nuestros días”. El diplomático francés apuesta en su trabajo por el realismo y una defensa de los valores occidentales (libertad, confort, respeto de los derechos individuales) a los que considera “incomparables con ninguna otra cultura”. Pero advierte: “Que tengamos con el resto del mundo una relación basada en la disponibilidad y la asociación está muy bien, pero olvidemos el espíritu del misionero. Aunque dudo que seamos capaces”.

El político socialista considera “el delirio woke” como el último avatar del arrepentimiento cristiano. Aunque nos recuerda que: “si bien es cierto que Occidente practicó la esclavitud durante dos siglos, todos los pueblos del mundo la han practicado también, y durante milenios. Tanto en el mundo eslavo (de donde proviene la palabra “esclavo”) como en Asia o, muy en particular, en el mundo musulmán. Pero solo los europeos se plantearon su abolición”.

En su charla con “Le Temps”, Hubert Védrine afirma que bajo la presión de grupos radicales de extrema izquierda este “arrepentimiento” ha invadido a nuestras élites globalizadas, sometidas a neurosis propias de los Estados Unidos.

“Esto provoca una desconexión total con las poblaciones occidentales, que no soportan más ser denigradas de forma permanente y ser obligadas a un auto odio que no sirve de nada. Cuando Occidente debería estar más unido que nunca, nos encuentran divididos”, analiza el autor del “Diccionario amoroso de la geopolítica”.

“El feminismo radical ha degenerado en odio” – agrega – “y hemos caído en el totalitarismo de la “cancel culture”, que no es más que censura y excomunión moderna. Es lícito quejarse, pero censurar todo para no ofender a nadie equivale a la muerte de la libertad de pensamiento”.

Védrine considera que en Occidente hemos pasado de la “realpolitik” a la política de la irrealidad, basada en ilusiones e ingenuidad. “La defensa de los valores morales está muy bien, pero no hacen milagros. Si la moralina funcionase, si la constante acusación de “fascismo” sirviera de algo, Marine Le Pen tendría el 15 % de intenciones de voto y no el 45 %. En política, la realidad termina por imponerse”.

“Antes, la izquierda luchaba por los derechos de los trabajadores”, critica el viejo militante del Partido Socialista. “Pero la izquierda actual se dedica a la catequesis y la moralina. Tras ocuparse de problemas reales de la clase trabajadora, como las jubilaciones o los horarios laborables, ahora la izquierda en Francia quiere dar asilo al mundo entero. Pero hacen falta reglas claras. Tres cuartas partes de los franceses quieren otro tratamiento de la cuestión migratoria. La consecuencia es que la izquierda seria se ha autodestruido en Francia, y ahora estamos en manos de la “nueva izquierda” de Mélenchon y su gente, quienes viven fuera de la realidad”.

“Mucha gente de izquierda no se atreve a expresar críticas ante el nuevo totalitarismo “woke” por miedo a ser asimilados a la extrema derechas y que los llamen “fachas””. Una situación que quizás resulte familiar a los lectores españoles.

¿Y qué opina Hubert Védrine del supuesto ascenso de la ultra derecha, uno de los temas de predilección de la prensa europea? El ex ministro del gobierno de Lionel Jospin afirma: “La ascensión actual de la extrema derecha no es en nada comparable al fascismo de los años 30. Es una reacción natural a la brutalidad de la mundialización y la pérdida de status social de las clases medias occidentales, que no habían pedido nada de todo esto. La gente constata al final que la mundialización funciona muy bien…para China. Y luego algunos fingen asombrarse ante la real posibilidad de que Donald Trump vuelva a ganar las elecciones en Estados Unidos”.

Rodrigo Carrizo Couto
Rodrigo Carrizo Coutohttps://rccouto.com/
Periodista, fotógrafo y videasta, empieza su carrera cubriendo el hundimiento de la URSS. A partir de 1992 colabora con la revista Ajoblanco y diversas agencias. Entre 2003 y 2018 trabaja para el diario El País. Ha colaborado con la Swiss Broadcasting, La Nación, Clarín y diversos diarios y revistas de Europa y América. Vive en Suiza.

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