En el país de los campos de algodón hay muchos hombres que han sido enterrados con honores militares. La mayoría son personas que, o bien han fallecido en combate, o han vuelto a su tierra para contarlo y han tenido que convivir con esa mezcla de popularidad marcada por el miedo a la tragedia que han vivido en sus propias carnes. El caso del recluta Ira Hayes fue muy conocido en Norteamérica.
La Neurosis de Guerra es un tipo de shock postraumático que afecta a combatientes de contiendas bélicas, que han logrado regresar a casa sanos y salvos. En el caso de que estos síntomas no apareciesen, ya se podía encargar el pueblo de remarcar a estos “Héroes” que sí que ellos vivieron de verdad aquella experiencia. El 24 de enero de 1955 fallecía en Arizona uno de los reclutas más famosos de la historia de los Estados Unidos.
La bandera de Iwo Jima
Hablar de Ira Hayes es hacerlo sobre un marine de la Reserva del Cuerpo de Marines que combatió en la Segunda Guerra Mundial. Fue una de esas seis personas que aparecen izando la bandera estadounidense en la famosa fotografía tomada por Joe Roshenta, de la agencia Associated Press, en el Monte Suribachi durante la batalla de Iwo Jima. Una imagen icónica que hoy en día está esculpida en el monumento de Guerra del cuerpo de Marines que hay en Arlington (Virginia). Esa captura, tomada un 23 de febrero de 1945, y publicada el día 25 de febrero en los diarios dominicales, es hoy en día de dominio público y nadie posee sus derechos. Lo que aconteció tras esta publicación fue triste.
Se cumplen 65 años desde que falleciese uno de los héroes de esa mítica fotografía. El marine Ira Hayes, que pertenecía a la comunidad india de los Pima del río Gila en Arizona, se sumergió en el alcoholismo tras regresar de combatir en la Segunda Guerra Mundial. Su gran problema fue el nivel de fama que alcanzó cuando se hizo pública dicha imagen. Entre los ciudadanos estadounidenses no hay nada que sea mayor motivo de orgullo, que su propia tierra. Si además, uno de los hombres que se han dejado la vida o el sudor de su frente para defenderla, regresa a casa para contarlo, su popularidad está garantizada.
El niño al que le gustaba leer
Hay que decir que Ira Hayes fue un hombre que pasó por una niñez tímida y sensible. Criado entre la Iglesia Presbiteriana y la agricultura de subsistencia basada en la cosecha de algodón. Además desde bien pequeño, siendo el mayor de seis hermanos, convivió con las historias de su padre, que era un veterano de guerra de la primera contienda mundial. Era un niño al que le gustaba leer y escribir, y que comprendió fácilmente el inglés. Algo no muy habitual entre la gente de su tribu, los Pima.
Asistió a la escuela, y con 18 años, y tras conocer el ataque de Pearl Harbor, le confesó a su amiga Eleanor Pasquale, que se sentía preparado para combatir y servir al Cuerpo de los Marines de los Estados Unidos. Se alistó en el ejército en agosto de 1942 y se especializó en el paracaidismo de la Marina. Combatió en Nueva Caledonia y Guadalcanal, y en septiembre de 1944 se embarcó rumbo a la isla de Iwo Jima para invadirla y conquistarla. Allí fue cuando en el segundo alzamiento de la bandera, su figura quedó inmortalizada junto a otros cinco marines. Solamente sobrevivieron él y otro soldado llamado Rene Gagnon, que pasaron a ser considerados como héroes nacionales.
‘Sands of Iwo Jima’
A su vuelta a América, intentó llevar una vida normal, pero fue muy complicado. Recibía cientos de cartas, las historias se tergiversaron, la gente le reconocía por la calle como el “Indio que levantó la bandera”, y se dedicó a hablar con orgullo sobre el Cuerpo de Marines. Se sumergió en un periodo de inestabilidad emocional y acabó cayendo en el alcoholismo. Participó en algunas películas como “Sands of Iwo Jima” de John Wayne en 1949. Además no consiguió encontrar un empleo estable. Sus impulsos por la bebida le llevaron a ser detenido hasta en 52 ocasiones, así hasta que en la madrugada del 23 al 24 de enero de 1955 falleció. Se lo encontraron muerto al lado de una pequeña cabaña de adobe donde vivía en su estado natal de Arizona. Fue enterrado con honores militares en el cementerio militar de Arlington (Virginia) y en el funeral, su compañero Rene Gagno dijo las siguientes palabras: «Digamos que tuvo un pequeño sueño en su corazón de que algún día el indio sería como el hombre blanco: poder caminar por todo Estados Unidos».
De Tony Curtis a Clint Eastwood
Sobre este héroe nacional se hicieron películas como “The American” interpretado por Lee Marvin en 1960, un año después “The Outsider” cuyo personaje lo ejerce Tony Curtis, y “Banderas de Nuestros Padres” de Clint Eastwood en 2006 bajo la interpretación de Adam Beach. También aparece en varios poemas y libros, y por último en el repertorio de canciones de la música tradicional americana.
En el año 1964, el cantante y compositor, Peter La Farge, compone un tema dedicado a este indio americano. Él era amigo de Bob Dylan y de Johnny Cash entre otros, y estaba acostumbrado a componer y tocar canciones de vaqueros, de amor, y también temas relacionados con la cultura de los nativos americanos. Ese año compone una canción llamada “La Balada de Ira Hayes”, contando la historia de ese indio de la tribu de los Pima que se convirtió en un héroe nacional en el alzamiento de la bandera de los Estados Unidos en Iwo Jima. El tema fue grabado y publicado por Johnny Cash en el álbum “Bitter Tears”, y fue todo un éxito, así como la mejor canción y más reconocible composición de La Farge. La letra dice así, una autentica maravilla:
Ira Hayes,
Ira Hayes
Le llaman el borracho Ira Hayes
no responde a nada más.
No es el indio bebedor de whiskey
tampoco el Marine que fue a la guerra.
Gente reuníos a mi alrededor, hay una historia que quiero contar
acerca de un joven indio valiente que debéis recordar bien.
Desde la tierra de los indios Pima
una orgullosa y noble tribu
que cultivaban la tierra en el valle de Phoenix en Arizona.
Por los surcos, durante mil años
el agua hizo crecer los cultivos de la gente de Ira
hasta que el hombre blanco robó los derechos de agua
y el agua dejo de fluir
Ahora la gente de Ira estaba hambrienta
y en sus tierras crecía la mala hierba.
Cuando estalló la guerra, Ira fue voluntario
Y olvidó la codicia del hombre blanco
Allí luchó colina arriba en Iwo Jima,
Doscientos cincuenta hombres
Pero sólo veintisiete vivieron para bajar de nuevo.
Y cuando la lucha terminó
y cuando se izó la Bandera
entre los hombres que la sostuvieron en alto
estaba el indio Ira Hayes
Ira volvió como un héroe
famoso en todas partes
Fue agasajado con vinos, discursos y honores. Todo el mundo le chocó la mano.
Pero no era más que un indio Pima.
Sin agua no hay cultivos, no hay posibilidades.
A nadie le importaba lo que Ira había hecho
ni cuando se hizo la danza india
Entonces Ira comenzó a beber duro;
La cárcel era a menudo a su casa
Le dejaban izar y arriar la bandera
Como si se le tirara a un perro un hueso!
Una mañana murió borracho
sólo, en la tierra que luchó para salvar.
Dos pulgadas de agua en una solitario surco
fué la tumba de Ira Hayes.
Sí, le llaman el borracho Ira Hayes
Pero su tierra es tan seca…
Y su fantasma yace sediento
en la zanja donde Ira murió.
“The Ballad of Ira Hayes” Johnny Cash (1964)