Las luces azules. Jennifer Johnston. Traducción de Lucía Barahona Lorenzo. Automática Editorial
Las luces azules de Jennifer Johnston (Dublín, 1930), es una novela corta que nos cuenta la historia de una mujer de mediana edad que poco después de ser madre recibe la noticia que padece leucemia.
El libro se articula a través de continuos saltos entre el presente de la protagonista enferma que vuelve a la antigua casa familiar, un presente presidido por un árbol de navidad adornado con unas brillantes luces azules, y su pasado.
La novela, con claros tintes autobiográficos, pretende hacernos reflexionar sobre el sentido de la vida y lo hace a través de unos pocos, pero bien perfilados personajes. La protagonista, Clarence, una mujer que le gusta más beber whisky que comer, marcha a Londres de joven huyendo del conformismo burgués de su familia para dedicarse a la escritura, una empresa en la que fracasará. Es una mujer que parece incapaz de hablar en serio, como si tuviese miedo de enfrentarse a la realidad, de tomarse en serio las cosas, como un modo de no comprometerse nunca del todo, un modo de no comprometer su alma.
Junto a ella se halla su familia. Principalmente su hermana, una persona que siempre hace lo correcto, pero con la que discuten continuamente. Sin embargo, el vínculo es fuerte. La madre, ya ausente, aparece como fantasma o en sus recuerdos, y es un personaje similar al de la hermana, pero por el que la protagonista siente un amor mucho mayor del que quisiera reconocer. Una mujer que pasó los últimos meses de vida en el hospital, destino que ella se niega a repetir. Finalmente, el padre, que es quien de algún modo autoriza la marcha de Constance a Londres, simboliza el camino que Clarence no ha elegido (pues él si había logrado cierto éxito como escritor, aunque lo dejó para ejercer la abogacía).
Luego tenemos el personaje de Bill, el médico que acude a su casa a cuidarla (Clarence se niega a ir a un hospital), un antiguo pretendiente despechado, que se muestra fiel y abnegado amigo. Y junto a él, el padre de su hija, un escritor inglés de origen polaco superviviente del holocausto que conoce en Italia, del que no digo más por no desvelar el argumento. Finalmente hay el personaje de la joven sirvienta huérfana que de algún modo viene a simbolizar el destino que podría correr la hija de la protagonista si su hermana o su padre no se hacen cargo de la niña.
Una novela que mantiene a lo largo de sus doscientas páginas un tono de comedia ligera a pesar de la espada que pende sobre el destino de la protagonista. Las luces azules, con una prosa sencilla, unos diálogos ágiles y una estructura que incitan a la lectura, es una invitación a reflexionar sobre nuestras vidas, sobre nuestras relaciones, y a hacerlo con cierta ligereza de espíritu.
Aquí un video elaborado con motivo del otorgamiento a la autora del Lifetime Achievement Award