Leonor de Aquitania: un personaje de excepción

Aliénor de Aquitania. Martin Aurell. Rialp ediciones

Podríamos decir que se trata de una excepción entre las excepciones. Leonor de Aquitania no solo fue reina de Francia y de Inglaterra (imperio Plantagenet), sino además madre de diez hijos entre los que se encuentran personajes como Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra. Su vida atraviesa el siglo XII como un huracán. Viaja, participa en la segunda cruzada, y con ochenta años cruza los Pirineos a caballo en busca de una esposa para uno de sus hijos, entre las hijas del rey de Castilla. Añadan a todo esto que nunca se dejó dominar por los hombres, que se rebeló contra Enrique II de Inglaterra en 1173 y que pasó quince años de cautiverio por esa osadía. El siglo XII es de Leonor, de Aliénor, como la llama Aurell al atender a la etimología de su nombre.

La leyenda negra

Leonor de Aquitania

Claro que un personaje como Leonor de Aquitania, indómito, fiel a si mismo, sin las servidumbres de una fidelidad impostada, levantó a su alrededor una leyenda de mujer lasciva, autoritaria e implacable. Aurell lo atribuye entre otros a Jules Michelet. La historiografía nacionalista francesa no perdona que rompiera su matrimonio con el rey de Francia, Luis VII, un pusilánime, y se casara con Enrique II de Inglaterra. «Apasionada y vengativa como una mujer del sur» escribe Michelet, para certificar con esa afirmación gratuita la inclinación por la venganza, la sangre caliente. Élie Berger la considera «la más mala y desconsidera de las mujeres de nuestra historia». Duele a la Francia más histriónica un personaje que encarna a la pérfida Albión.

La obra que comentamos es la transcripción de una serie de conferencias de Aurell, profesor de Historia Medieval en la Universidad de Poitiers y especialista en historia de la aristocracia y de la cultura occidental entre los siglos X y XIII. Aurell comienza por establecer los límites de esa excepcionalidad de Leonor de Aquitania: «si ella tiene un recorrido excepcional, su condición es al mismo tiempo muy representativa de las princesas, reinas y damas de la alta aristocracia del Occidente medieva».

Una corte de poetas

Aurell fija sus orígenes en 1124, hija del duque de Aquitania y de la vizcondesa de Châtellerault. El abuelo paterno de Leonor es el primer trovador de la historia de la literatura cuya composición poética ha llegado hasta nosotros. Un detalle relevante, que conecta a sus antepasados con la labor de mecenas de poetas por la que será célebre Leonor. La corte del padre y del abuelo de la reina era frecuentada por «poetas innovadores en su tiempo por la utilización de la lengua de oc, la belleza de sus metáforas y los temas que desarrollaron».

Leonor de Aquitania
Tumba de Leonor de Aquitania en la Abadía Real de Fontevraud, junto a Enrique II. En la misma Abadía reposa Ricardo Corazón de León.

Leonor de Aquitania es coronada reina de Francia a los 13 años, después de su matrimonio con Luis VII en Burdeos, en julio de 1137. En la guerra contra Thibaut IV las tropas del rey francés provocan la muerte trágica de cientos de vecinos en Vitry-le-Brûlé refugiados en una iglesia. El remordimiento llevará a Luis VII a organizar la segunda cruzada. Un fracaso completo. Leonor y Luis muestran su falta de entendimiento por la estrategia a seguir en Tierra Santa.

De Francia a Inglaterra

El divorcio del rey francés (la principal razón fue la incapacidad de tener hijos) y el matrimonio con Enrique II da paso al Imperio Plantagenet: «el dominio de Enrique II está compuesto por el reino de Inglaterra, el sur del país de Gales, una parte de Irlanda, y luego, en el continente, por el ducado de Normandía y los condados de Anjou y Maine. Leonor por su parte tiene Aquitania con todos sus principados territoriales» Leonor le dará nueve hijos, seis de ellos varones.

Aurell repasa los grandes acontecimientos del reinado de Leonor: el asesinato de Thomas Beckett, la rebelión de los hijos de Enrique II (muy bien explicadas por parte de Aurell las razones de ese desafío), y su condición de reina madre a la muerte de su esposo en 1189. Su muerte en 1204 marca el inicio del fin del Imperio Plantagenet. Un libro más que recomendable, una biografía muy bien explicada por uno de los grandes de la historia medieval. Y un texto sintético que se lee en media tarde.

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Alfredo Urdaci
Alfredo Urdaci
Nacido en Pamplona en 1959. Estudié Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra. Premio fin de Carrera 1983. Estudié Filosofía en la Complutense. He trabajado en Diario 16, Radio Nacional de España y TVE. He publicado algunos libros y me gusta escribir sobre los libros que he leído, la música que he escuchado, las cosas que veo, y los restaurantes que he descubierto. Sin más pretensión que compartir la vida buena.

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