Hay algo en Lovecraft que no es del todo literario, decía Michel Houellebecq para explicar su fascinación por este escritor, cuya vida quizá fue su cuento más tenebroso.
Lovecraft es ese cuarto oscuro poblado de fantasmas de otras dimensiones por el que todos los aficionados a la literatura hemos transitado alguna vez. Creó el mito de Cthulthu, creó a Arkham, o al siniestro Necronomicón y se convirtió en uno de los escritores más influyentes de su siglo, y en un maestro, renovador, de la literatura de terror. Stephen King, que le debe tanto, le considera el mayor artesano de la literatura de terror. El cómic que nos acompaña en este artículo, publicado por Oberon, nos dibuja en sus trazos fundamentales la vida del llamado «maestro de Providence», un relato de desgracias, soledades y miserias de un escritor que habitaba un mundo propio, un ermitaño cuya personalidad será siempre un enigm
El maestro de Providence
Y en ese enigma, hay sucesos cruciales en la biografía de Lovecraft que van perfilando una personalidad inmersa en la fantasía, refugio oscuro frente a una realidad terrible. El primero la muerte de su padre, enfermo de sífilis. Lovecraft se siente siempre extraño en el mundo, aunque no tan ajeno como para ver en sus relatos trazos del descubrimiento de Plutón, o de las teorías físicas de Einstein. Como dice uno de sus biógrafos, «un extranjero en su patria» , un hombre sin fe en el amor y en la comprensión humana, fascinado por el espectáculo desalentador del pensamiento humano, y educado en el «santo temor al género humano».
En The Penguin Encyclopedia of Horror and the Supernatural podemos leer lo siguiente: «Algunos han criticado sus obras por su estilo ampuloso, repleto de adjetivos, pero la armonía y el equilibrio en sus mejores cuentos justifican plenamente ese estilo. Se formó a conciencia en este género, se apropió de sus recursos y los llevó al límite de sus posibilidades.
En el trabajo que nos ocupa, Alex Nikolavitch,, Aón, Gervasio y Lee, han puesto la luz de sus viñetas en ese mundo propio, en esa mística de Lovecraft que diseña un mundo en el que el espíritu está en todas partes menos en los seres humanos. Enseñan al hombre que se esconde detrás del mito del escritor, y van cosiendo las fantasías de su obra en la cruda verdad de su biografía. A quienes no conozcan la obra de Lovecraft les llevará a sus cuentos, y quienes la hayan transitado les dará claves para entenderla.