El intérprete británico Malcolm McDowell es una de las estrellas invitadas en la 66ª edición del Festival Internacional de Cine de Valladolid. Sí porque el festival reservó su inauguración para que el protagonista de La naranja mecánica presentara en Valladolid La naranja prohibida, un documental de TCM que se exhibió y que se vertebra en torno al clásico largometraje de Stanley Kubrick, La naranja mecánica, prohibido en España durante el régimen franquista y que conoció su estreno en 1975, dentro del marco de este mismo certamen.
El actor británico protagonista de la mítica película de Stanley Kubrik La naranja mecánica Malcolm McDowell ofreció una reciente rueda de prensa en la última edición de la 66ª Semana Internacional de Cine de Valladolid con motivo de un documental del canal temático TCM sobre dicha película. Para la ocasión, el eterno intérprete reflexionó la relación con su icónico personaje, Alex DeLarge, al que consideró «como un pariente lejano», y negó que forme parte de él en ningún sentido: «Hace cincuenta años que lo interpreté y no soy actor de método», afirmó.
Por otro lado, McDowell también recordó la llamada de Stanley Kubrick («En un primer momento pensé que sería Stanley Kramer», reconoció), un director al que admiraba por su trabajo previo en Lolita o ¿Teléfono rojo? ¡Volamos hacia Moscú!. «Fui a ver 2001: una odisea del espacio y me quedé sin palabras; es una de sus mejores películas y una obra que cambió el modo de hacer ciencia ficción en el cine, acostumbrados como estábamos a Flash Gordon y los decorados de cartón piedra», desgranó. Su pasión por esta cinta, incluso por delante de la que él protagonizó, es notable: «En su momento fue machacada por la crítica y su fracaso propició varios despidos en MGM; pero los jóvenes de entonces supieron transformarla en un triunfo», añadió.
Ya hablando más a fondo sobre su personaje de La naranja mecánica, McDowell recordó que el trabajo con Kubrick, «el sueño de cualquier actor», difirió bastante de su previa experiencia con Lindsay Anderson en If…: «Cuando le pregunté a Kubrick quién era Alex DeLarge, él me dijo que para responder a esa pregunta me había contratado a mí. Me impresionó esa respuesta pero, a la vez, fue un gran regalo; Anderson podía pasarse horas explicándome el personaje, quiénes son sus padres… Kubrick me presentó un reto a mis 25 años y me descubrió la parte buena y más divertida de ser actor.», declaró.
La violencia de la película
Sobre el eterno debate de la violencia que se dibuja en La naranja mecánica, McDowell insiste en que la brutalidad de la película «es más psicológica que física», y que hay escenas más cruentas en obras como Grupo salvaje, de Sam Peckinpah. «No hay que perderse en la violencia simbólica y exagerada de la película de Kubrick, cuyo mensaje final trata sobre la libertad del ser humano», recalcó.
El actor también confesó desconocer la historia que había en torno al estreno en España de este filme y su prohibición por parte del régimen franquista: «En aquel momento, todo lo que pasaba en España no llegaba fuera, por lo cual haberme enterado después fue una enorme sorpresa, y sentí que teníamos que contarlo, como homenaje a lo que pasó y como regalo a la ciudad de Valladolid», afirmó, no sin apostillar que «dado el clima de ansia de libertad que se respiraba, bien podía haber sucedido con cualquier otra película».
La naranja mecánica estuvo prohibida en España con Franco y se estrenó en una edición de la SEMINCI.