María Blanchard – Baltasar Magro – Alianza Editorial – 22 €
Cuando hablamos de la pintura cubista siempre nos vienen los mismos nombres a la mente: Picasso, Diego Rivera, Juan Gris o Fernando Léger. Sin embargo, hay otro nombre muy significativo de ese movimiento artístico de principios del siglo XX y que, desgraciadamente, no es demasiado conocido para la inmensa mayoría. Ese nombre es María Blanchard, una pintora cántabra, que deleitó a muchos con sus obras, pero que cayó en el olvido. Y de ella trata esta nueva novela histórica escrita por Baltasar Magro.
Esbozando la obra
Nos encontramos a principios del siglo XX. París, conocida por todos como la «Ciudad de la Luz«, está cambiando y viviendo constantes transformaciones. La llegada de la Exposición Universal en 1900, con su Torre Eiffel al frente, el tendido eléctrico en las calles o los inicios del Metro hacen que se convierta en una ciudad referente y al que todo el mundo mira. Es cierto que también se viven momentos complicados, por supuesto, pero como se suele decir «hay que mirar hacia delante«.
Sin embargo, estos citados aspectos no son los únicos que tienen lugar en la capital francesa, sino que hay varios más. Hay que decir que, poco a poco, se convierte en un gran lugar de encuentro. Comienza a reunir a una comunidad de ilustres novelistas, poetas, músicos y pintores, llegados de todo el mundo y dispuestos a revolucionar el panorama artístico. Picasso, Diego Rivera, o Juan Gris son solo algunos de ellos. Pero no los únicos. Pues junto a esos grandes nombres se encuentra también María Blanchard, una cántabra que deleita con su arte y ha conseguido hacerse un hueco, además de labrarse un nombre, en un mundillo dominado por hombres.
Un misterioso encargo que despierta interés
María Blanchard, una mujer aquejada de una dolencia física y con aspecto de niña pequeña (no pocas veces motivo de burla), vive en una casa que comparte con su hermana Carmen y sus sobrinos. Sus días discurren básicamente en su estudio y saliendo, muy de vez en cuando, a tomar el aire con sus amigas. Eso sí, siempre al atardecer para llamar lo mínimo posible la atención y sin apenas moverse de su barrio, pues sus problemas físicos no le permiten caminar tanto como le gustaría.
Cuando menos se lo espera, un joven rico llama a su puerta. Aunque al principio se niega a recibirle, finalmente accede a entrevistarse con él. André Raynald, que así se llama, le pide una copia de una pintura que ella realizó hace tiempo. Muestra mucho interés en esa pintura en concreto, porque ha viajado por medio mundo intentando dar con esa obra, pero no ha obtenido ninguna información al respecto. María Blanchard se opone a hacer el encargo, pero no por ello deja de pensar en aquella pintura, en la retratada y en la causa de tal interés.
Una ilusión: las flores
Si hay una ilusión en la vida de María Blanchard, buena amiga de Picasso, Diego Rivera, Juan Gris y varios más, es pintar flores. Y eso que, aparentemente, parece algo fácil y no demasiado complicado parece alargarse en el tiempo. Y es que, gracias a las referencias dadas por Pablo Picasso a muchos de sus seguidores y amantes del arte, no dispone de tiempo para ponerse manos a la obra en esos cuadros que tanto ansía. Le llegan diversos encargos desde diferentes compradores de Bélgica y como tiene unos plazos rigurosos que cumplir, que su marchante no duda en recordarle, apenas le queda tiempo para nada más.
Entre esas pinturas «de maternidades» que tanto gustan en el «corazón de Europa» y que tanto le solicitan, las charlas con sus queridas amigas y las constantes visitas de André Raynald, no deja de pensar en ese deseo de pintar flores ni tampoco en la protagonista que retrató años atrás y que ese joven ha hecho que recordara.
Probablemente, te estés preguntando si María Blanchard finalmente consigue pintar esas deseadas flores o decide realizar ese misterioso encargo, ¿verdad, estimado lector? Pues bien, permíteme decirte que ya no puedo contarte nada más, si no caería en el error de hacer spoiler y, como ya sabrás, no es mi estilo. Así que te dejo, como tarea, que seas tú quien lo descubra.
Sobre el autor: Baltasar Magro
El autor está vinculado durante muchos años al medio televisivo, especialmente al espacio «Informe Semanal«, es licenciado en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid y titulado en Periodismo por la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. En Alianza Editorial ha publicado cuatro importantes novelas de corte histórico: El círculo de Juanelo (2018), Casanova en la ciudad levítica (2017), La hora de Quevedo (2015) y Beato, el lebaniego (2012).
Opinión personal sobre María Blanchard
Aristóteles decía que «el olvido es señal de menosprecio y, por lo tanto, causa de enojo«. Esta es, precisamente, la primera idea que me vino a la mente al acabar de leer esta breve biografía novelada que Baltasar Magro ha escrito. A María Blanchard, a pesar de haber sido una gran pintora y, según se desprende de la ficción, también buena persona, su muerte le trajo el olvido. Y con este, en cierta manera, también menosprecio hacia ella. Hacia la creadora de «Femme à la guitarre» o «Las dos hermanas«, hacia su arte y su obra. Y eso puede causar tristeza y enfado, a partes iguales. Al menos a mí. Sin embargo, desgraciadamente, no es la única artista que ha quedado un tanto relegada. Varios nombres como Sophie Taeuber-Arp, vienen a mi mente, también de la misma época que nuestra protagonista, pero enfocada a un movimiento artístico diferente: al dadaísmo.
Y así, con estas palabras, es como empiezo la reseña de esta novela con tintes históricos que el autor ha imaginado, ideado y plasmado en el papel.
Breves pinceladas acerca de la ficción
Escrita con cierta pausa, pero resultando amena y muy fácil de leer, Baltasar Magro nos acerca parte de la vida de una de las «pintoras más reconocidas del arte cubista«, tal y como la definía el mismísimo Pablo Picasso, entre varios más. Con un relato cuidado y mimado al detalle, el autor nos adentra en esa casa parisina, no demasiado lejana a Montparnasse, en la que tiene el estudio María Blanchard y nos va contando su día a día. Mostrando sus pensamientos y su forma de ver la vida. Su sensatez, sabiduría y prudencia. Su buen hacer y pasión por el arte, pero también por aquello en lo que cree: su familia, sus amigos y, sobre todo, esas personas que lo han perdido todo y no tienen nada que llevarse a la boca. Está con ellas, cerca de ellas, y siempre preparada para ayudar en lo que se tercie.
A través de los 33 capítulos cortos que componen esta biografía novelada, el autor ha sabido plasmar y reflejar, con solvencia, cada pincelada que la autora da a sus obras. Esos trazos, esas formas, composiciones, esas mezclas de colores y volúmenes para conseguir ese efecto tan ansiado por la protagonista. Y con todo ello logra hacer partícipe al lector de la belleza que surgía en su imaginación, primero, y en sus lienzos después, a través de unas manos hábiles capaces de hacer bailar los pinceles a su antojo, hipnotizando a los amigos que la acompañaban en sus momentos creativos.
María Blanchard, una mujer extraordinaria
Pero no solo nos habla de su pasión, de sus cuadros, de la gran amistad que le unía a otros grandes artistas de la época, no, estimado lector, sino también de ella. De su forma de ser, de su psicología, su fuerza, sabiduría, su ironía, de sus miedos e incluso sus deseos. Y nos retrata a una mujer realmente increíble y extraordinaria. De esas que a cualquiera nos gustaría conocer y tener cerca. De esas que dejan huella y merecen la pena. ¡Lástima que al final se quedara «como una sombra» que desaparece en la más absoluta oscuridad!
Conclusiones finales
Tengo que confesarte, estimado lector, que esta nueva novela de Baltasar Magro me ha encantado. Y no puedo hacer otra cosa que recomendarla. Es cierto que no tiene un gran ritmo ni una intriga trepidante, pero te cautiva. Me apetecía leer algo diferente a mis lecturas habituales y he de reconocer que ha sido todo un acierto. Soy lectora habitual de la novela histórica, me encantan las ficciones que relatan buenas historias y me hacen reflexionar, y adoro el arte en cualquier de sus versiones. ¿Cómo no voy a disfrutar de una lectura como la de María Blanchard si aúna todo lo que me entusiasma?
Si te pareces a mí y te apetece viajar hasta el París de principios del siglo XX, sentirte cerca de grandes genios y artistas, disfrutar de esa bohemia tan característica reinante en la capital francesa de la época y conocer más de cerca a la protagonista y su obra, no lo dudes y dale una oportunidad. ¡Te gustará!
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