A Mortimer le resulta inexplicable que una película del año 43 siga siendo conmovedora y se pueda volver a ver cuantas veces sea necesario, porque siempre resulta actual. Se trata de ‘Esta tierra es mía’ de Jean Renoir, una historia de las consecuencias de quienes no respetan la libertad, ni la ley, porque quieren imponer sus ideas a los demás, porque tienen, o eso creen, poder para hacerlo.
Al principio parece que sí, porque la ciudadanía parece adormilada por la propaganda y la intimidación de los que mandan, pero poco a poco se va viendo, como esos que mandan se intentan imponer a todos , cercenando la libertad. Como si ellos tuvieran una razón superior, y no consideraran que todos los hombres son iguales gracias a la ‘libertad sin ira’, como decía la canción.
En la actualidad, cada vez resulta mas difícil no estar airados unos de otros, por un ejercicio del poder que divide más de lo que une, en beneficio sólo de algunos, que quieren perpetuarse a toda costa. La película revela que esa es una pulsión antigua, pero que se renueva inopinadamente, cada cierto tiempo, por desgracia..