Melinda Sánchez Merino: «Con La última luna siento que he cumplido uno de mis sueños»

Melinda Sánchez Merino – La última luna – Caligrama editorial – 462 páginas – 21,95€

Melinda Sánchez Merino acaba de publicar su primera novela novela «La última luna» de la mano de Caligrama, una novela dramática con toques de suspense que no deja indiferente a quién la lee, una primera publicación muy sugerente y de la que nos habla en esta entrevista

Buenas, Melinda, es una grata oportunidad el poder entrevistarte. ¿Qué se siente tras la publicación de tu primera novela?

Muchas gracias a ti por abrir este espacio para hablar de La última luna. Con la publicación de la novela siento que he cumplido uno de mis sueños. No solo por el hecho en sí de verla publicada, que ya es emocionante, sino porque la historia está gustando mucho y conectando con los lectores. El mensaje que quería transmitir está llegando de una u otra forma al lector, algo que para mí era muy importante.

Tu profesión habitual es ser “coach” y eres licenciada en marketing, ¿qué es lo que te ha llevado a escribir “La última luna”?

Mi pasión por la escritura no nace de mi profesión, sino de uno de los mejores hábitos que me inculcaron mis padres desde niña: la lectura. Recuerdo mi infancia rodeada de libros. Desde muy pequeña empecé a plasmar en papel emociones, ideas, cuentos e historias, así que la escritura siempre ha formado parte de mi vida.

Pero lo que realmente me impulsa a escribir La última luna es la pérdida de una persona muy querida para mí. En un sueño, esa persona me mostró el final de la historia y me dijo: “Ahora tienes que contarlo”. Esa misma mañana comencé a escribir la novela con la firme intención de llegar a ese final, de compartir ese mensaje que, de algún modo, sentí que debía transmitir al mundo.

Has tenido la oportunidad de publicar con Caligrama, el sello de autopublicación de Penguin Random House, ¿siempre decidiste publicar de manera autopublicada? ¿Cómo está siendo el proceso?,

La verdad es que, cuando terminé la novela, no tenía ninguna información sobre cómo publicar. Pregunté a amigos y conocidos y la mayoría coincidía en lo mismo: “es muy difícil que una editorial te publique”. Revisé infinidad de páginas web de editoriales, concursos literarios, agencias, editores… pero no encontraba una vía que me permitiera dar salida a la novela en un plazo razonable. Entonces me hablaron de Caligrama.

El proceso con ellos ha sido fantástico. Estoy muy contenta con los servicios que ofrecen y con la atención cercana y profesional que me han brindado en todo momento.

Dicho esto, mi intención para la segunda novela —que ya está en marcha— es poder publicarla con una editorial tradicional. La última luna es, para mí, una carta de presentación en el mundo literario. Tengo mucho más que contar, y confío en que este sea solo el comienzo.

Portada de ' La última luna' de Melinda Sánchez Merino
Portada de ‘ La última luna’ de Melinda Sánchez Merino

La última luna es una novela que se califica como thriller emocional, es la primera vez que escucho este término. ¿Tú también la definirías así? ¿Está el suspense reñido con el amor?

Yo la defino como un “thriller con alma”. Es cierto que cumple con las características clásicas del género: suspense, misterio, una protagonista en peligro, giros inesperados, un antagonista poderoso… Pero además va un paso más allá porque conecta con temas trascendentales y emocionales: el sentido de la vida, la muerte, la intuición, las experiencias cercanas a la muerte y el crecimiento personal.

Para mí, el suspense no está reñido con el amor, ni con la profundidad emocional. Al contrario: cuando una historia nos remueve por dentro y nos hace reflexionar, el impacto es aún mayor y eso es, precisamente, lo que he intentado conseguir con La última luna.

Alessandra Altobelli es la protagonista de la historia, ella siempre ha tenido todo a nivel económico y descubrió el amor cuando era una adolescente en una bella isla de España pero todo se truncó. ¿Es posible que Alessandra viva estancada en el pasado? ¿De verdad, era feliz o era su imaginación?

Alessandra vivió una experiencia amorosa que marcó profundamente su vida, no solo en lo sentimental, sino también en lo mental y espiritual. Es ese tipo de conexión que se siente de alma a alma, y que deja una huella imborrable.

¿Vive estancada en el pasado? Creo que es una pregunta abierta, que debe responder cada lector desde su propia vivencia. La novela ofrece distintas capas de lectura y permite interpretaciones muy personales.

Como autora, percibo a Alessandra como una mujer feliz, vital, responsable y con un alto nivel de intuición. Una intuición que, en su caso, es fruto tanto de un don natural como del trabajo interno, a través de la meditación y el autoconocimiento. Sí que podría decir que, por las experiencias que ha vivido en su vida, vive envuelta en un halo de melancolía que intenta trabajar y superar.

Su familia siempre ha estado económicamente bien posicionada y es ese poder también el que le trae la desgracia tras ese terrible suceso que trastoca su vida, la muerte de uno de sus progenitores, y de esa forma tan brutal. Es ese el punto de inflexión en su vida, pero ¿qué es lo que más sorprende a Alex la muerte de su padre, la forma o el motivo?

Para Alessandra, lo que realmente la arrastra a la oscuridad no es tanto la brutalidad del asesinato —que, sin duda, es impactante y difícil de asimilar—, sino el motivo que hay detrás. Lo que más le cuesta encajar es la aparente contradicción entre los valores que su padre le inculcó desde niña —el respeto, la honestidad, hacer lo correcto— y las verdades que salen a la luz tras su muerte.

Ese conflicto interno es el verdadero punto de inflexión. A lo largo de la historia, Alessandra se embarca en una búsqueda de respuestas, casi obsesiva, porque en el fondo necesita creer que su padre no es culpable. Es esa necesidad emocional la que impulsa toda la trama.

Foto de archivo de Melinda Sánchez Merino, autora de "La última luna"
Foto de archivo de Melinda Sánchez Merino, autora de «La última luna»

En esta novela el pasado tiene una parte muy significativa y es que Alex creía haber cerrado todo lo anterior pero volver a ver a Mario, el “hermano” de su amor de juventud hace que se reabra esa herida. ¿Es la nostalgia lo suficientemente fuerte para evitar enfrentarse a la realidad? ¿Se habría vuelto a acordar de Thomas si las circunstancias fueran otras?

No estoy segura de que sea nostalgia lo que mueve a Alessandra. Creo que, más bien, lo que ella busca en una relación es una conexión emocional profunda, como la que tuvo con Thomas. Y hasta ahora, no ha vuelto a experimentar algo así.

El hecho de enfrentarse al asesinato de su padre y que, justo en ese momento, reaparezca Mario en su vida, tiene un peso simbólico importante. Ella lo interpreta como una señal, como si algo —o alguien— la estuviera guiando. Para Alessandra, esas señales no son solo casualidades, sino manifestaciones de una intuición profunda, casi espiritual, que la invita a no cerrar puertas y a seguir buscando respuestas.

¿Es intuición? ¿Es nostalgia? No lo sé. Prefiero dejar ese interrogante abierto. Creo que cada lector lo interpretará desde su propia sensibilidad, su visión del amor y su experiencia vital.

La última luna juega todo el rato con el lector, le hace vibrar con el suspense y a la vez con esa parte romántica, que mezcla con la mafia y la violencia, ¿cómo ha sido mezclar todos estos aspectos y plasmarlos en una novela? ¿Siempre tuviste presente cómo se desarrollaría la novela?

Si te soy sincera, lo único que tenía claro era el final. Hasta llegar a él, he vivido un proceso de creatividad absoluta, buscando en mis propias vivencias, en personas que han formado parte de mi vida, en mi labor como coach y en temas como las experiencias cercanas a la muerte, que era importante para mí incluir en la novela.

La historia ha fluido de manera natural, aunque el proceso de edición y los valiosos comentarios de quienes me han acompañado para pulir cada detalle han sido fundamentales. A todos ellos les estoy profundamente agradecida, porque gracias a ese trabajo conjunto he conseguido un resultado del que me siento realmente orgullosa.

No son muchos los personajes de la novela pero sí que me hubiera gustado saber más de Mario, creo que él tiene mucho que aportar, ¿podría tener él su propia secuela? ¿o le darías esa oportunidad a otro personaje?

Mario es, sin duda, uno de mis personajes favoritos, junto a Alessandra y Gorlani.

Cuando terminé la novela, en ningún momento pensé en escribir una segunda parte. Sin embargo, tras el lanzamiento y la cantidad de preguntas, sugerencias, observaciones y reflexiones que me han llegado de los lectores, siento que no debería cerrar esas puertas.

Estos personajes conectan tanto con el público que, a veces, me hablan de ellos como si realmente existieran, y eso para mí es muy emocionante.

Así que, ¿quién sabe? Dejo las puertas abiertas a la imaginación.

Se nota esa parte más emocional por la trama final de la novela, un final impactante que debes de leer en más de una ocasión porque es un broche diferente y singular, un punto que da nombre a la obra ¿crees que todos entenderán ese fin tan singular?

No. Lo digo con contundencia porque me estoy encontrando con interpretaciones muy distintas del final y eso me encanta. Cada persona vive la novela desde su situación personal actual, hace suya la historia y, sobre todo, el final.

Algunos lectores comentan que es impactante, que invita a la reflexión, me preguntan “¿por qué?”, si habrá una segunda parte, o comparten conmigo que han empezado a meditar. Para mí, todas estas respuestas son un regalo.

Es una buena primera novela, singular y con trasfondo, esta es mi humilde opinión, pero ¿qué dicen los lectores sobre ella?

Muchas gracias. Desde la humildad, debo decir que me siento muy feliz por los comentarios de los lectores. Coinciden en que es una novela que engancha, en la que se reconocen, que emociona, sorprende, aborda temas poco comunes, invita a la reflexión y, sobre todo, que no deja a nadie indiferente.

Quizás aún es pronto pero, ¿querrías escribir otra novela? Si es así, ¿llevaría la misma temática o te decantarías por algo más concreto?

Ya estoy en ello. Estoy escribiendo mi segunda novela y la llevo bastante avanzada. Es un gran reto después de la gran aceptación del público con “La última luna”, pero es una historia completamente distinta y tiene su propia identidad. Estoy totalmente enganchada a la trama y a los personajes, y espero que pueda ver la luz a finales del próximo año.

Por último, siempre les preguntamos a nuestro autores por sus recomendaciones literarias, ¿cuáles serían las tuyas?

Como coach especializada en Neurociencia del Cambio, recomiendo a mis clientes la lectura por su poderosa capacidad meditativa. Leer beneficia al cerebro, reduce el estrés, mejora la concentración, la gestión emocional y estimula la memoria.

Si tuviera que elegir, recomendaría cualquiera de las novelas de mis autores favoritos, como Julia Navarro, Ildefonso Falcones o Noah Gordon.

Otras entrevistas que podrían gustarte son: Silvia Grijalba, Desirée Ruiz o Mayte Magdalena.

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Laura Rodríguez Durán
Laura Rodríguez Durán
Maestra de vocación y profesión a la que le encanta la literatura y poder compartir su afición con los demás a través de reseñas.

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