Para Senthuran. Akwaeke Emezi. Traducción de Arrate Hidalgo. Edición consonni
Akwaeke Emezi es una escritora nigeriana que se autodefine como transgénero no binario. Sus novelas han tenido un amplio reconocimiento internacional. Para Senthuran es un texto memorialístico en forma de cartas dirigidas a sus seres queridos.
Emezi nos cuenta de la pobreza y extrema violencia de su niñez; de los abusos sexuales padecidos; de los intentos de suicidio; de las distintas operaciones para adecuar su cuerpo a su identidad de género; de su método de escritura, en el que el elemento fundamental es la voluntad de trabajar, dicho de otro modo, escribir, escribir, escribir; de las presentaciones de sus libros en Nueva York; de su mala relación con su madre; de como visiona vídeos en Internet recomendando distintos métodos de suicidio; de sus inicios en el mundo de la lectura siendo una niña; de la dificultad de crear cuando te sales de la tradición que corresponde al grupo al que uno pertenece; del mundo espiritual; del sentido del dolor; de las envidias del mundo literario; de la creación de una red con tus iguales; sobre los motivos de la escritura; de las malas relaciones sentimentales; de algunos problemas de tipo comercial; del sentido del amor; de los límites del amor; de los aspectos económicos del sector editorial; de su naturaleza divina; de su reivindicación de sus orígenes africanos; de sus sueños de poder y de extraordinaria violencia; de las relaciones sexuales; de la compra de una casa y de las reformas que ha hecho en ella; de sus viajes por el mundo; de sus dolores crónicos; de las intolerancias a distintos alimentos; de sus estancias en hospitales; de las mentiras en la relación de pareja, ya sea como víctima o como cómplice; del duelo por la perdida de la persona amada; de sus tatuajes; de la corporalidad; de la fama; del sentido del deber; del miedo; del concepto de máscara; de la importancia de lo material en su vida.
El libro es una bomba de sentimientos extremos que resulta sorprendente que no haya acabado destruyendo a la autora o destruyendo lo que haya a su alrededor.
Un libro cargado de resentimiento contra aquellos que no han aceptado sus puntos de vista, sus criterios o sus deseos. En este sentido su psicóloga le dice «que no todo puede ser hablar de lo que me han hecho los demás; que yo estaba ahí, que yo también tomé decisiones.
Emezi va dando vueltas una y otra vez a las mismas cosas, básicamente que las personas que deberían haberla querido no la han querido como ella deseaba.
La escritura de Emezi a ratos es muy mundana, a ratos es muy esotérica, cubierta de máscaras. Pero uno intuye que detrás de estas máscaras, de la afirmación de ser un Dios, lo único que hay es una persona frágil y asustada que, gracias a la escritura y a la espiritualidad, logra sobrevivir al dolor y la soledad.
Aquí una entrevista en televisión a Akwaeke Emezi.