‘Aunque parezca mentira, me pongo colorada cuando me miras’ decía una vieja canción que le sigue gustando mucho a Mortimer. Porque refleja que las cosas no siempre son como parece a primera vista.
Debajo hay una realidad que no se ve de golpe, pero que está ahí. Como que pierda por cuatro votos una mayoría absoluta ,a la que nadie le habría dado ni un duro hace sólo unos meses. Antes de las elecciones municipales y autonómicas, a cualquiera le parecería un disparate inalcanzable el resultado que representa la falta de sólo cuatro votos, a un partido político entonces demediado.
Y, sin embargo, hay que ponerse colorado al ver lo que está sucediendo, cuando resulta que ‘si te hablo, me tiembla la boca’ sigue la canción, ‘aunque dicen que yo tengo experiencia en asuntos de amor. No te metas conmigo, métete con otra, que si hablo contigo, me tiembla la boca’. Una llamada palpable a que dimitas , si te tiembla no sólo la boca, sino todo el cuerpo, las piernas, las manos, lo visible y lo invisible de tì, que hace que te pongas colorado, aunque parezca mentira.
