Gustavo Rachid: «lo argentino no existe, es un mestizaje europeo»

Mis primeros recuerdos de Gustavo Rachid Rucker tienen que ver con el Club Internacional de Prensa. Eran los años ochenta. El corresponsal era una especie dentro del periodismo: experiencia exterior, capacidad para sorprenderse, para moverse por terrenos no conocidos. El corresponsal tenía autoridad y prestigio. El Club, en la época de Gustavo, fue una institución excelente que aprovechó muy bien un momento de la historia en el que España estuvo en el centro, por la reputación que nos otorgó la transición y por nuestro regreso a Europa. Gustavo prepara sus memorias, el libro se llamará Clase 60.

Gustavo es elegante. La elegancia no está solo en el azul de su traje, en el amarillo de su pañuelo. Ni siquiera en los tirantes que viste con naturalidad. Es más una forma de ser, de mirar, de moverse, y de articular el discurso con palabras elegidas con precisión. Gustavo habla con comas, con puntos, con puntos y comas. El estilo es el hombre. Gustavo es liberal, y saluda con un tono afable a quien le acompaña en las ideas y al contrario.

Desde hace un tiempo, Gustavo publica en las redes fotos de su época como asesor político: «Empecé con Carlos Menem. Y en aquella época acuñé la frase de que somos hacedores del éxito, de que lleguen a ser presidentes, pero no nos hacemos responsables de lo que hacen cuando llegan al poder. Una vez que han llegado, no puedo dar garantías de lo que sea su gestión, porque comunicación de campañas y gestión son cosas muy distintas».

Nuestra profesión tiene mucho que ver con la del sacerdote, con la del abogado. Todo el mundo tiene derecho a tener cerca a alguien que le organice la comunicación y la lleve a la excelencia con el objetivo de conseguir algunos resultados. Como sus memorias se remontan a los inicios, repasamos con Gustavo sus orígenes: «soy español nacido en Argentina, en Rosario, rodeado de navarros, porque Rosario es una de las grandes colonias de navarros emigrados. Mi mejor amigo es navarro de origen. Rosario es una ciudad fuente de inspiración de mucha gente de talento bohemio. Me dediqué a la comunicación porque mi padre puso una agencia de comunicación y de publicidad, muy disruptiva, con campañas muy escandalosas. Tuvo muchos problemas. Era un creativo. Lo perdí a los 19 años. Fue mi inspiración».

Gustavo pasó por las cárceles de la dictadura argentina, fue movilizado durante la guerra de las Malvinas, y vino a España porque sus abuelos, uno libanés y otro alemán, y dos abuelas españolas, le metieron el veneno de volver a Europa: «lo argentino no existe, es una forma de mestizaje europeo. Hay pocos gauchos y pocos indios. El argentino es un mestizaje muy diferente del que hoy se da en algunos países europeos. En Argentina recibimos lo mejor de Europa».

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Alfredo Urdaci
Alfredo Urdaci
Nacido en Pamplona en 1959. Estudié Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra. Premio fin de Carrera 1983. Estudié Filosofía en la Complutense. He trabajado en Diario 16, Radio Nacional de España y TVE. He publicado algunos libros y me gusta escribir sobre los libros que he leído, la música que he escuchado, las cosas que veo, y los restaurantes que he descubierto. Sin más pretensión que compartir la vida buena.

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