Sinopsis
Ricky, Abby y sus dos hijos viven en Newcastle. Forman una familia muy unida. Ricky ha pasado de un empleo a otro; Abby se dedica a cuidar a personas ancianas y disfruta con su trabajo. A pesar de trabajar cada vez más, son conscientes de que nunca obtendrán la ansiada seguridad económica o tendrán una casa en propiedad. Surge entonces una oportunidad para Ricky gracias a las ventas online y las necesidades de repartidores. Abby vende su coche para que Ricky se compre una furgoneta y se convierta en repartidor por cuenta propia. Por fin será su propio jefe. El mundo moderno se cuela en la cocina familiar, ofreciéndoles un futuro diferente… aunque no necesariamente mejor.
Ficha técnica
- Director: Ken Loach
- Guión: Paul Laverty
- Reparto: Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Alfie Dobson, Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Rhys Stone, Katie Proctor
- País: Reino Unido
- Duración: 101 minutos
- Música: George Fenton
- Fotografía: Robbie Ryan
Comentario
Esta es una de esas películas que nos sorprende por su longevidad en la cartelera no siendo una superproducción. En este aspecto nos recuerda a Parásitos. Aunque no es el único, ya que también pasó por el 67SSIFF en la sección Perlak.
Loach aborda esta obra con un equipo de actores poco conocidos. Su idea es que el público piense en las personas corrientes y no le distraigan rostros famosos. Pero se arropa con un equipo excelente, con el que ya trabajó en Yo, Daniel Blake. El guión es de Paul Laverty, Concha de Plata por Yuli en el 66SSIFF, Robbie Ryan (La favorita, Cumbres borrascosas) es el director de fotografía y George Fenton (Atrapado en el tiempo, La amistades peligrosas, El rey pescador) está a los mandos de la música.
La historia sigue la línea de su anterior película. La sociedad inglesa va dejando atrás a una serie de personas sin consideración alguna, a los ancianos, a los enfermos, a los trabajadores sin estudios o que viven en una zona con pocas oportunidades…
Abby, buena mujer, cuida a ancianos y enfermos de los que nadie se encarga. Es incapaz de tratarlos como cosas, como tareas. Pero su imparable y dedicada labor nos lleva a pensar en la cantidad de gente en esa situación, abandonados por todo el mundo. Ricky, muy trabajador pero sin suerte, se embarca en ser autónomo, falso autónomo, aprovechando el boom de las ventas online. Ambos viven para trabajar y poder sacar adelante a sus hijos. Pero han de renunciar a la vida familiar y a la educación de los hijos, con lo que esto implica.
La película tiene momentos complicados y duros pero también tiene otros de ternura. La primeros siempre asociados con unos trabajos que apenas permiten sacar la cabeza del agua. Los segundos siempre en torno a la relación familiar. En aquellos momentos en que están unidos se sienten capaces de superar cualquier problema.
Quizá se le pueda achacar cierto melodramatismo. Abby es muy buena, hasta demasiado, Rick es un trabajador incansable, los jefes de ambos son despiadados, a Rick no le pueden surgir más problemas ni suceder más desgracias… Pero tras esa capa maniquea rezuman algunas verdades sobre la sociedad británica. Y quizá bastantes se puedan aplicar a las prósperas sociedades occidentales.
Tráiler
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